Viejas amistades

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La cabeza me da vueltas y no para de saltar. Duele mucho. El estomago no se queda atrás y las barras duras de la banca hace que mi espalda tampoco.

De a poco me levanto y como puedo salgo del parque en donde estoy y tomo un taxi.

Apenas subo me dejo caer sobre el asiento trasero mientras doy la dirección de mi departamento.

—¿Noche difícil? —Pregunta el chofer. Ante esa pregunta mi cabeza vuelve a gritar y una silueta aparece en mi mente.

Lo unico que recuerdo es entrar a un bar luego de que Julia me dejara. Julia. Quiero verla pero no puedo luego de anoche

—Algo así. —Me limito a responder.

—Parece que todos. —No deja de hablar. —Una chica también venía igual que tu. Casi de la misma edad. De hecho, estaba contigo, creo; salió del mismo parque y me dijo que regresara por aquí.

—¿Julia? —Sale involutario como un gemido de esperanza.

—No le pregunté por su nombre. Solo le eché un vistazo, una chica así no se desaprovecha. —Si no fuera por el dolor en el cuerpo le parto la cara pero dejo que hable. — Vestido negro, excelente cuerpo, cabello largo y oscuro. Buenísima.

No era Julia, eso queda claro. Ella nunca viste colores oscuros y por supuesto que no causa ese efecto en los hombres extraños.

Ya no hago caso de lo que dice y trato de concentrarme en la chica misteriosa. Lo más seguro es que fuera una chica sin importancia con la que pasé la noche para olvidarme de Julia. Pero algo no queda tranquilo en mi conciencia.

Dios, si le hice algo a Julia me muero. No soporto la idea de haber engañado a Julia. Digo, aún somos novios; ella nunca dijo que no lo fueramos o que hubieramos cortado.

Llego al edificio y salgo del taxi, no sin antes pagar. Subo por el asensor y me adentro a mi departamento en el piso veinte. Sí, está bastante alto pero me gustan las alturas.

Me derrumbo en la cama y cierro los ojos. No tengo horas en el gimnasio, es domingo. Me tranquilizo hasta quedarme dormido.



Despierto alterado al no saber de Julia a mi lado pero los recuerdos invaden mi mente antes de que pueda articular alguna palabra para llamarla.

Decido darme una ducha y al salir me visto con unos pants calientes y una sudadera amplia. No me tomo el tiempo para peinarme y salgo del departamento.

El hambre hace de las suyas mientras camino por las calles frías en busca de un lugar simple para comer. El aire que entra por mis fosas nasales congela todo su trayecto hasta mis pulmones.

Encuentro en mi mente un lugar cercano al gimnasio donde venden comida. No sé porqué siempre hay un puesto de comida donde hay un gimnasio. Es una maldición para quienes asisten a hacer ejercicio.

Me encamino al lugar y apenas llego no puedo evitar ver a Liam con una chica. Ambos están hablando a unos metros de mi, pero no alcanzo a oirlos.

Poco a poco mi cabeza relaciona a la chica con June y me doy cuenta de que, efectivamente, es ella quien habla con Liam.

No parece que tengan una conversación muy amistosa. June no para de fruncir el ceño y hace el amago de irse varias veces pero Liam la detiene. Su cara está pálida y triste.

En cuanto June pone los ojos en mi, se dan cuenta de que los estoy observando. Se despiden y alejan lo más rápido que pueden, Liam viene conmigo y la chica se pierde.

Juntos nos adentramos al establecimiento y ordenamos algo para comer.

—La chica con la que hablabas... —Empiezo a hablar con la boca llena de comida.

—Oye, y... —Me interrumpe de repente. — ¿cómo te fue con Julia?

—No quiero hablar de eso. —Termino el bocado y trago con fuerza.

Hasta ahora me había concentrado más en la chica que en ella. Me siento mal cada que pienso en Julia.

—Lo siento. —Comenta incómodo.

—No tienes porqué. —Mis palabras no parecen calmarlo, parece ido y triste. Me obligo a cambiar de tema. —¿La conoces?

—¿A quién? — Se hace el tonto.

— A June. —Apenas salen las palabras de mi boca Liam se atraganta y empieza a toser descontrolado.

—¿Cómo sabes de ella? —Pregunta en cuanto vuelve a tener aliento.

—¿Cómo sabes de ella? —Pero otra pregunta sale en mi cabeza y no dudo en externarla. —¿Qué tiene que yo sepa de ella?

—Nada, solo es una amiga.

—Liam... —le advierto.

—No es importante. —Responde cortante. —Solo fue una chica sin importancia.

Sigo mirándolo para decirle que no me lo creo y que si no me dice la verdad seguiré preguntando. Con un suspiro pesado se rinde y empieza a hablar de nuevo.

—La conocíamos en el internado militar, fue la primera chica en entrar y no nos llevabamos bien con ella. Bueno, menos tú. —Respira hondo antes de continuar. —Luego ella se hizo novio de un chico pero él no sobrevivió al ataque. Nos hicimos cercanos y anduvimos juntos por un tiempo. No resultó bien.

La forma en la que desvía la mirada me dice que no está contando toda la verdad. Decido no insistir. No por ahora.

Terminamos de comer y ahora es su turno de preguntar.

—¿De dónde la conoces?

—La conocí saliendo de mis horas en el gimnasio. Me topé con ella y tenía un arma entre sus cosas. Pasaron unas cosas y de ahí la vi por primera vez. —Suspira aliviado. —Y la vi en un bar anoche.

—¡¿Qué?! —Enloquece. —Dime que no es cierto.

—Pues no estoy seguro. — Vuelve a aliviarse. —¿Porqué hay tanto alboroto por ella?

—Mira, ella no es una buena persona. Mantente alejado de ella. Eso es todo.

Su tono rígido me advierte que no continúe. Me obligo a callar.

Nos dirigimos a mi departamento y en el camino llamamos a Troy para que venga a pasar el rato con nosotros.

June no deja de dar vueltas en mi cabeza.
Maldición.

¿Porqué es tan misteriosa?

¿Qué esconden todos?

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Hola a tod@s!!!!

Los extrañé!!!

Ya pude actualizar. Espero les guste. Gracias por todo su apoyo. Juro que voy a a actualizar más seguido. Con capítulos más largos para que sea suficiente ;v

Eso es todo.
Grax, me despido.

The Fucking King #TFQ2Where stories live. Discover now