Te amo

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¿Porqué todo tiene que salir mal? ¿No tengo derecho a un final feliz? 
La sangre empieza a esparcirse por debajo del cuerpo inerte.

Dos horas antes

Llegamos al famoso club entre risas y charla burda. La felicidad en mi pecho parece que va a reventar. Salimos del vehículo y Caín se apresura a sacar las llaves del lugar.

Mickey ya está ahí esperando y Moñitos también, hay algunos otros pero ya no logro reconocerlos. Todos entran en cuanto el moreno abre las puertas y nos alistamos para trabajar, limpiamos los pisos superiores y un poco la barra.

Puedo ver a June ir de aquí para allá, charlando de mamera fugaz entre sus tareas y no puedo reprimir el sentimiento que me ha estado persiguiendo desde que las cosas entre ella y yo se arreglaron.

—Dios mío, quita esa cara de estúpido que tienes, ¿quieres? —Mickey está a mi lado, limpiando las neveras. — ¿No sabes que no es bueno comer frente al hambriento? No presumas, amigo.

—No puedo evitarlo, ya esperé bastante para este momento.

—Todos trabajamos duro por lo que queremos. Así que conozco ese sentimiento. —Toma a Moñitos del cuello y lo atrae en una especie de abrazo mientras da una sonrisa brillante. —Este chico de aquí debería ser el siguiente en tener esa cara de bobo.

El pobre Moños solo puede ponerse rojo e incómodo con las carcajadas de Mickey. Trato de darle una mueca de empatía, sé muy bien que él puede llegar a ser muy abrumador.

Terminamos de limpiar y unas horas después, la fila para entrar llega tan lejos que no soy capaz de ver el final. Las horas pasan y el trabajo no disminuye, hay demasiada gente, pero vale la pena cada vez que, entre todo el revuelo, puedo ver esa hermosa sonrisa que me dirige y los toques de manos mientras pasamos pedidos.

El tiempo vuela y Moños cambia su turno con Mickey y se despide.

—Oye. —Me grita Mickey mientras saca unas cosas de abajo de la barra. —Hay alguien que te busca, no sé quién es pero parece muy urgente. No me dejaba ir si no le prometía que te lo diría en seguida.

Arrugo las cejas en clara confusión, no hay nadie que me busque aquí, aunque tal vez sea alguno de los chicos que vino a verme, me siento mal por no haberme contactado con ellos desde hace mucho tiempo. Me fui estando enojado sin razón y no les deje acercarse, fue demasiado exagerado de mi parte.

—¿Puedes cubrirme unos segundos?

—Pero regresa de inmediato, no voy a poder solo con toda esta gente. Y ten cuidado de que Caín te descubra, hermano.

—Gracias.

Levanta sus pulgares por un breve momento antes de regresar a toda prisa al trabajo. Me escabullo entre el gentío, gracias a mi altura, no creo que puedan aplastarme o llevarme.

Logro salir del lugar ileso y empiezo a buscar a los chicos por aquí. Tal vez estén esperando en la parte de atrás, es más privada y no está a la vista de cualquiera.

El aire es fresco y agradable, aunque aún puedo sentir la sal del mar en ella. Estoy seguro de que si saco la lengua sería tan palpable como lamer un bloque de sal.

Aquí atrás solo logro divisar una pequeña figura que me parece algo familiar. No hay seña de los chicos así que prefiero regresar, no vale la pena el que Caín me atrape buscando nada.

—No hasta cambiado nada.

Volteo en seguida con la guardia en alto. La misma figura sale del pequeño rincón en el que estaba apoyada y se acerca a la luz para que pueda verla.

The Fucking King #TFQ2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora