⟨ « Su nombre era Byeol, que significaba estrella.
Ella era la estrella que iluminaba su oscura noche. » ⟩.
Cuando ambos se juntan, crean una mezcla rara pero muy buena. Cómo si se tratara de algo exótico.
Amor, dudas, temores, celos, malentendidos...
Oops! Această imagine nu respectă Ghidul de Conținut. Pentru a continua publicarea, te rugăm să înlături imaginea sau să încarci o altă imagine.
+×+×+
—Kang EunByeol, me gustas. . . — dijo el castaño.
Era un sueño. Un sueño muy bonito. A Byeol le gustaría que hubiera sido real, pero simplemente no lo fue. Fue un sueño, un lindo y mágico sueño.
El castaño la miraba expectante. Quería su respuesta. Ante esa mirada, la menor reaccionó.
¿No fue un sueño? ¿Escuchó bien? BeomGyu dijo que gustaba de Byeol. ¿Es en serio que lo dijo? ¿No lo imagino?
Por su parte, el muchacho se sintió más libre, como si se quitara un peso de encima. Por así decirlo, estaba cargando con una piedra en su corazón que, ahora que habló, esa piedra se movió y su corazón latió con una gran tranquilidad. Ahora la incógnita era. . . ¿Qué iba a pasar? ¿Ella correspondería o no?
EunByeol comenzó a reír nerviosa; BeomGyu comenzó a preocuparse.
—Disculpa —trató de controlar su risa—. En serio, perdón. . . Es que. . . Esto parece irreal. Digo, tú también me gustas, y yo no pensé que te gustara. . . Esto es muy. . . Irreal —espera, ¿Dijo que le gustaba?—. Y, sí, BeomBi, me gustas.
Las mejillas de Byeol se pusieron coloradas, estas derritieron el corazón de BeomGyu. El mayor sonrió y besó una de las mejillas de la menor.
La zona besada por Beom quedó con un leve cosquilleo. La preocupación, el temor y la ligera tristeza abandonaron a Byeol, y estás fueron reemplazadas por euforia, alegría y amor.
Se tomaron de las manos, entrelazando sus dedos. Ella recargó su cabeza en el hombro del contrario y se quedaron mirando a la nada. Byeol cerró sus ojos, disfrutando de la compañía del chico; Beom la miraba enternecido, iba a protegerla ante todo.
Finalmente, ambos terminaron juntos.
+×+×+
Llegaron a la casa de la muchacha.
—Gracias por acompañarme hasta aquí —dijo Byeol.
—No hay de que, Byeol-inne —con una de sus manos acarició el cachete de Byeol, ella correspondió a la caricia con una sonrisa—. Te quiero mucho.
—Yo también te quiero —EunByeol tomó la mano del chico y la quito de su mejilla; para después que la niña se pusiera de puntas y besara a BeomGyu en su mejilla—. Vuelve con cuidado y descansa —dijo con una sonrisa en su cara, soltando la mano de BeomGyu.
