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Police!au, slice of life


ChanYeol escuchó con pánico los gritos por ayuda y los sollozos del bebé de los vecinos. Quien gritaba era una mujer, MiNah, la madre del niño, y sintió un escalofrío al escuchar el puño de su marido golpeándola con fuerza y sin compasión. Apretó la mandíbula y los puños y se dispuso a ir al apartamento junto al suyo con la finalidad de moler a golpes a ese maldito hijo de puta alcohólico, pero antes de entrar se detuvo en seco.

Cierto, le había prometido a su madre que no se metería en más líos cuando se trataba de esa familia, sin embargo, no podía simplemente quedarse de brazos cruzados mientras una mujer era golpeada con semejante brutalidad, mucho menos si estaba ocurriendo frente a su hijo, así que lo mandó todo a la mierda y llamó a la policía. Le contestaron en cuestión de segundos y él expuso rápidamente la situación.

—Se trata de mi vecina; ella está siendo agredida por su marido... sí... estoy a punto de entrar para ayudarla... apúrense entonces, yo lo entretendré mientras llegan —les dio la dirección y colgó la llamada antes de guardar el celular en el bolsillo trasero de su pantalón y abrir la puerta del apartamento de una patada—.

Su mandíbula se tensó al ver a DongYul con una botella de ron en la mano y corrió hacia él cuando la rompió por la mitad y amenazó a la mujer con las puntas filosas del vidrio. Lo tumbó en el suelo luego de darle un puñetazo en la mandíbula que le causó dolor a ChanYeol por haberlo golpeado mal y luego le pisó la mano con la botella, haciendo que la soltara y gritara un alarido que le dio cierta satisfacción. Miró a MiNah mientras DongYul soltaba maldiciones y gritos que lo ponían de mal humor y le dijo con seriedad y agitación.

—Toma a tu hijo y espera en mi apartamento... llamé a la policía, así que por amor a Dios, no vuelvas a defender a este maldito. Tienes un hijo que cuidar y no debes seguir protegiendo sus espaldas cuando él está dispuesto a matarte.

Ella llorando y sangrando asintió y tomó al bebé lloroso de su cuna, lo acomodó en su regazo y le lanzó una última mirada que le partió el alma en dos.

—Gracias, Chan.

Sin más MiNah salió a tropezones y ChanYeol soltó una maldición cuando el desgraciado bajo él cogió de nuevo la botella rota y le cortó gran parte de la pantorrilla por culpa de su descuido. Soltó un grito y se agachó como acto reflejo para revisarse, y el tipo aprovechó este momento para darle un golpe en la mejilla y tumbarlo en el suelo. Se puso sobre él y comenzó a repartir puñetazos por su rostro y ChanYeol trató de apartarlo, pero el maldito era fuerte, aún estando ebrio, y tampoco era como que él supiera demasiado de defensa personal o de luchas.

Agradeció infinitamente haber llamado antes a la policía, porque un tipo uniformado llegó no mucho después y separó a DongYul de su cuerpo con envidiable facilidad. Soltando un gemido de dolor se incorporó y sus ojos se abrieron con sorpresa al ver a un chico de apariencia delicada (y jodidamente hermoso) dándole la paliza de su vida a DongYul.

El oficial tenía el cabello castaño un poco largo, era delgado y tenía puesto el uniforme correctamente, y su rostro (¡Dios, su rostro!) era tan perfecto como el de un ángel. Con ojos pequeños y de párpados ligeramente caídos llenos de negras y rizadas pestañas, una nariz pequeña y parecida a un adorable botoncito y labios delgados y rosados hacían de él el sueño húmedo con patas de ChanYeol. Y que tuviera uniforme lo hacía todo mejor porque ¿a quién coño no le gusta un hombre en uniforme, por amor a la Nutella?

—Así que tú eres el hijo de puta que cree que tiene las bolas lo suficientemente grandes como para subirle la mano a una mujer —dijo el oficial con evidente asco, tomando a DongYul firmemente de la camiseta y sus labios hicieron una mueca con desagrado—. Maldita escoria.

FirelightWhere stories live. Discover now