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Romance, smut, husbands!au

ChanYeol sonrió mientras cargaba a su esposo estilo princesa en la puerta de entrada a su nueva casa y el pequeño rubio ahogó un chillido y soltó una risita posteriormente, abrazándose a su cuello y acurrucándose en su pecho. Una vez pasado el umbral, el pelinegro dejó a su chico en el suelo con delicadeza y aceptó con una sonrisa el beso delicado y hermoso que éste le obsequió. Al alejarse se fundieron en un apretado abrazo y ChanYeol los meció suavemente de un lado a otro, cerrando la puerta de su nuevo hogar con el pie para no romper el contacto que mantenía con BaekHyun.

El pequeño se veía hermoso con su traje blanco y aquella corona de flores del mismo color sobre sus hebras brillantes y suaves magistralmente peinadas para la importante ocasión; parecía todo un ángel, con sus ojitos castaños brillantes y sus sonrisas sinceras, aparentemente inacabables por haberse unido al fin en matrimonio. Luego de tantas luchas, discusiones con su familia y la sociedad coreana tradicionalista en exceso, ambos eran esposos, los esposos Park, y eso era algo incomparable y un motivo suficiente para ser feliz eternamente.

Con sus manos acarició sus lindas mejillas suaves y sonrojadas y BaekHyun alzó la mirada, exudando felicidad por cada poro de su piel, y mierda, él se quedó sin aire al verlo así, tan perfecto, inigualable; tan suyo. No quiso reprimir sus impulsos y se inclinó para besarlo una vez más, con calma y dulzura, dedicándose a saborear aquellos bellos belfos suaves y deliciosos a su antojo; romántico como nunca antes lo había sido, deseó la perfección en aquella noche. Su noche de bodas.

BaekHyun se dejó hacer, colocando sus manos sobre su pecho y sus pies se pusieron en puntillas para alcanzarlo; su rostro se ladeó, recibiendo de buena gana a su lengua cálida y húmeda y ChanYeol gruñó con satisfacción al entrar en la cavidad ajena. Era sencillamente delicioso. Se alejaron para obtener algo de aire y ChanYeol chocó su frente con la contraria y le regaló un enternecedor beso esquimal con una estúpida sonrisa en los labios, sintiéndose satisfecho, completo, agradecido y feliz, sobre todo feliz por estar con ese hombre maravilloso.

—Te amo —susurró contra su boca rosada y BaekHyun sonrió, sus mejillas ardiendo—.

—Yo también, Yeollie.

Su corazón aleteó con la afirmación del pequeño y su boca buscó la contraria una vez más, insaciable del dulce néctar que portaban sus labios tan pecaminosamente, hecho para tentarlo y volverlo un adicto a ellos como nunca lo fue a otra cosa. Lo amaba demasiado, tanto que dolía, tanto como BaekHyun lo amaba a él.

Lentamente el beso se fue haciendo más intenso, más fogoso, ambos sintiendo el deseo de intensificar aquello, de ir más profundo, como nunca antes lo habían hecho, y ChanYeol cargó a BaekHyun y éste, totalmente sincronizado con él, envolvió sus piernas alrededor de sus caderas y sus brazos detrás de su cuello mientras se apretaba a su torso deliciosamente. ChanYeol soltó un sonido de complacencia sin alejarse de sus labios y lo tomó de la nuca y del trasero, y así caminó a su habitación.

La casa era mediana y decorada modernamente, con algunos retratos suyos siendo más jóvenes y otros más actuales y una cocina espectacular para ChanYeol. El cuarto de ambos se encontraba en el piso inferior, justo detrás de la sala de estar.

ChanYeol abrió la puerta de la alcoba con una mano y se adentró en ella sin problemas, la cerró con el pie y se despegó de la boca de su esposo para bajarlo de su cuerpo cuidadosamente, como si se tratara de fina y delicada porcelana entre sus dedos. Besó su mejilla acalorada y lo tomó de la mano, girándolo para que viera lo que había preparado para él. Sonrió al notar la reacción del pequeño: ojos agrandados, boca abierta y un rubor aún más pronunciado.

ChanYeol no era la persona más romántica o detallista del universo, pero por BaekHyun podía serlo, y el corazón hecho de pétalos de rosas blancas, reflejando la pureza del rubio y el amor sincero de ChanYeol, y las muy bien colocadas velas aromáticas esparcidas por toda la habitación, lo demostraban. Era la primera vez que ellos se unían íntimamente, la primera vez que BaekHyun haría el amor, y ChanYeol quería que todo fuera maravilloso, que siempre lo recordara y lo hiciera suspirar de amor, y eso era justamente lo que había conseguido.

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