19

451 29 7
                                    

(Continuación del capítulo número 10)

Romance, slaves!au

ChanYeol miró al pequeño castaño sentado en el jardín trasero de su hogar con un cigarrillo entre los labios y la mirada perdida en el cielo oscuro de la noche. En ese momento se encontraba solo, y por la forma que fruncía el ceño y sus ojos estaban desenfocados, sabía que estaba metido en sus pensamientos tormentosos y tenebrosos, esos que no le traían nada bueno a BaekHyun y lo hacían pensar cosas estúpidas e innecesarias. Decidió intervenir y hacerle compañía.

Hace un par de meses el tipo lo había rescatado de un negocio sucio de venta de esclavos por petición de su hermana. Había sido una situación repentina e impresionante; ver a un chico pequeño y de rasgos delicados saliendo de la nada con el rostro serio y movimientos fluidos y experimentados para salvarlo de aquél lugar lo había dejado sin habla; porque él era hermoso, le había hecho sonrojar sin proponérselo y era un chico malo, indiscutiblemente, de esos que le volaban los tapones y lo hacían suspirar en secreto, aún sabiendo que aquello sólo le daría problemas y dolores de cabeza.

En el tiempo que había pasado, BaekHyun había estado frecuentando su hogar junto a JongIn (este último porque había quedado prendado del pollo frito de su madre y la mujer no paraba de cocinarlo únicamente para él) y su madre y YooRa los recibían siempre con un par de enormes sonrisas y la cena preparada. Ni él ni BaekHyun hablaron del beso que se habían dado en el auto del castaño, prefiriendo dejar las cosas así, pero ChanYeol comenzaba a sentirse incómodo con el tipo, no porque no lo quisiera cerca, porque en realidad era todo lo contrario, sino porque él parecía tener una relación bastante íntima con su hermana y él no tenía ánimos de entrar a una disputa con la mayor por el hombre, así que decidió alejarse (aún cuando las miradas penetrantes y persistentes del pequeño se encargaran de hacerlo sonrojar en medio de las cenas familiares a las que asistía).

Sep, en ese momento era todo un revoltijos de sentimientos encontrados que lo ligaban a BaekHyun, porque le gustaba el pequeño y mandón hombre, le calentaba hasta el cabello la manera sensual que tenía al fumar, lo profundos que resultaban ser sus ojos pequeños y conocedores y los roces ocasionales que sus manos delgadas repartían a su anatomía. BaekHyun era como la llama que atraía a la polilla, y él temía quemarse al acercarse demasiado a su calor.

—¿Qué estás haciendo aquí? Vas a resfriarte —comentó el mayor antes de inhalar una última calada a su cigarro y arrojarlo a la calle descuidadamente, sabiendo que a él le desagradaba el olor de la nicotina, y ChanYeol frunció el ceño—.

—No soy un niño, BaekHyun, no me enfermaré por salir a esta hora de casa.

—Pero lo pareces, sin embargo, eso no contesta mi pregunta, lindo.

Trató de no sonrojarse ante sus palabras y con el ceño fruncido miró al frente.

—Quería saber si estabas bien. Tienes esa mirada atemorizante en el rostro y estaba algo preocupado.

BaekHyun rió débilmente y negó con una sonrisa resignada.

—Eres demasiado bueno, ChanYeol. Sí... demasiado bueno —murmuró esto último en un susurro, como si quisiera decírselo a sí mismo, lo cual lo dejó algo desconcertado—. No deberías preocuparte tanto por un pobre diablo como yo, nene, alguien con demasiados enemigos peligrosos que podrían matarme en cualquier momento. Mi alma está perdida ya, y mi muerte podría llegar más temprano que tarde, así que no te des dolores de cabeza conmigo.

—Eso es algo que no podría hacer ni queriéndolo. Te debo muchísimo, BaekHyun, y lo menos que puedo darte es mi preocupación por ti.

El castaño lo miró de reojo, de esa forma suya tan intensa y que lo dejaban inquieto, como un torpe colegial enamorado, y suspiró, luego desvió la mirada nuevamente al cielo.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Sep 07, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

FirelightWhere stories live. Discover now