|Capítulo veintiuno|

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De solo observarla, se la ve tensa y nerviosa. Tal vez sea por mi presencia, aunque si es asi, con mayor razón preferiría que fuera directa. 

La ayudo con que llegara a su recamara. Su dormitorio era lo bastante grande como para vivir bien durante las temporadas de frio. Es acogible, sencillo y de un estilo mas clásico rustico con un par de masetas de plantas que decoraban la orilla de su ventana principal, ni hablar de las cuadros de honor que en tinta negra estaba escrito su nombre.

—Lo siento por hacerte venir y que aguantaras las historias que mi madre te contaba, cierto, y la imprudencia de mi hermana.—dejo su mochila sobre la silla giratoria de su escritorio.

—No, no para nada—niego al instante—. Créeme que ciertas cosas lo asimilo y te entiendo. 

—Tengo la sospecha de que lo haces por compasión o pena. Yo no quiero que pienses eso de mi y menos en este estado.

¿Sentir compasión? Jamás lo pensé, solo quiero saber de ti. Y si no fuera gracias a tu madre quien me hizo entrar en confianza, yo no hubiera estado aqui contigo. No.

—Deja de pensar en eso porque no lo veo de esa manera.—hago una ligera examinación a su dormitorio por segunda vez y me  doy cuenta de que es muy ordenada. Incluso con los post-it que decoraban en la pared de su escritorio.

—Creo que te impresiona mi dormitorio. ¿Creías que por ser detective iba a tener cajas de documentos con material único, archivos por mi escritorio y apuntes de color amarillo que identifiquen al responsable del caso?

—Quizá—río, me acerco a su biblioteca que se ubicaba al lado de su escritorio donde a penas veía los títulos que llamaban mi absoluta atención—Derecho...¿Estudiaste Derecho?

—Derecho Corporativo. Lo sé, te preguntaras: ¿Cómo es posible? 

—Lo entendería si fuera penal o civil, pero corporativo...

—No me agrada los temas políticos, no tanto. No era lo mío resolver casos de parejas o manutenciones. Opte por Corporativo porque era lo que mas quería para mi y en la forma en como destacaba en los cursos.

—Sin embargo eres...detective. Vives casi lo mismo, o al menos algo similar.—digo apoyándome en la orilla de su cama guardando distancia.

—Fue tambien por mi padre, mi padre fue detective. Comenzó como policía, aunque el si estudio Derecho Penal, fue luego agente especial y... asi lo dejo todo.

—Él no esta aqui ¿no?—inquiero mirándola.

—Él murió en un accidente de transito mientras realizaba un operativo con su colega. Fue cuando tenía veinte años, recuerdas esa vez que te encontré casi ebrio en tu auto y te di tu primera infracción. Bueno...eso fue una semana después de lo ocurrido con mi padre, debía de mantener un perfil bajo y sereno a pesar en la situacion en el que me encontraba. A mi madre le choco todo, estuvo encerrada en su cuarto durante un mes, a penas comía. Su hemoglobina bajo, la internamos y le diagnosticaron Anemia. Mi hermano tuvo depresión durante dos semanas y mi hermana...bueno ella supo manejarlo un poco porque la tuve que llevar al psicólogo para evitar algún problema grave, lo que me falto hacer con Dominick porque no teníamos lo suficiente en esos tiempos. Yo seguía estudiando pero en las noches tenia que hacer guardia, pasaron los años y todo mejoro, mas cuando me gradué como abogada. Mi madre anhelaba ese día, no la veía sonreír como aquella vez después de todo lo que habíamos pasado.

—Por eso es que estaba tan alegre al verme...

—No, no fue por eso tambien. No he traído a ningún hombre a esta casa desde hace tres años. Solo a mis amigas, aunque una vez solo traje a Joseph aunque no entra, sabe mi situación. 

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⏰ Son güncelleme: Oct 24, 2020 ⏰

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