Capítulo 4

227 11 4
                                    

Apenas había podido levantarme de la cama, sentí mis ojos muy hinchados por lo que había pasado anoche. No quería aceptarlo pero así era. Me vestí con una ropa negra porque hoy enterraríamos a Dale en el árbol de Shawn. Bajé las gradas y salí hasta donde habían cavado de la tumba para el hombre

No conocí bien a Dale, pero en el tiempo que conviví con él descubrí que era una persona correcta, firme y de muy buenos pensamientos. Él me había aconsejado muchas veces, me había acompañado y hecho ver lo correcto en tantos momentos de desesperación, ahora sabía que lo iba a extrañar tanto como a Lee en el pasado y que su falta la iba a sentir

Todos estaban reunidos en la tumba de Dale, incluso Shane quien me había ayudado anoche en mi dolor. Este iba a ser el primer funeral en el que iba a estar de alguien querido, Dale estaba tomando el lugar de Shawn. Rick tomó aire y comenzó su discurso

- Dale era capaz de exasperarte. A mi me exasperaba, porque no tenía miedo de decir lo que pensaba, lo que sentía. Esa clase de sinceridad es algo inusual y muy valiente - sentí que las lágrimas iban a salir otra vez, me abracé de la pierna de la primera persona que vi, Shane, loco pero cierto, quien me apretó a su pierna y me ofreció su polera para llorar

- Para tomar cualquier decisión - continuó Rick - miraba a Dale y él me estaba mirando de esa forma tan especial, todos lo vimos en algún momento. No siempre podía entenderlo pero él siempre nos entendía. Veía a la gente tal y como era. Sabía cosas de nosotros, la verdad, quienes somos en realidad. Al final, dijo que estábamos perdiendo nuestra humanidad. Dijo que el grupo estaba quebrado. El mejor modo de honrarlo es deshacer eso, apartar nuestras diferencias y unirnos, dejar de sentir pena por nosotros mismos, tomar el control de nuestras vidas, de nuestras seguridad, de nuestro futuro. No estamos quebrados, probaremos que estaba equivocado. Desde ahora, lo haremos a su modo, así honraremos a Dale 


(...)


Me senté sobre el árbol de Shawn una vez más, no podía superar la muerte de una persona ahora debía superar dos. Hoy Hershel había admitido a todos en la casa, teníamos que apretarnos pero iba a funcionar, pero no tenía ganas de ayudar aunque quisiera 

- Hola flojita - miré hacia abajo y ahí estaba mi amigo asiático

- ¿Que quieres Glenn? - pregunté

- Vine a preguntarte si vas a ayudar

- Creo que es bastante obvio - dije abrazando mis piernas

- Y quería hablarte de algo más

- Adelante

- Pero necesito que me mires - rodee los ojos y mire nuevamente hacia abajo - se que estas enojada con la familia de Maggie por lo del granero

- ¿Y?

- Y, creo que deberías hablar con ellos, al menos escucharlos

- ¿Y porque haría eso?

- Se que es rudo pero es la única familia que te queda

- Es muy rudo - dije enojada

- Lo sé, pero escúchame - miró el tronco - Ya perdimos a Sophia, a Shawn, a Dale, a Otis... ¿no vale la pena mejorar las cosas con tu familia y vivir en paz? 

- ¿Porque lo dices?

- Porque nunca sabes cuando alguno morirá, y hasta ese día es mejor que aprecies cada minutos con ellos - sacó un reloj viejo de su bolsillo y se marchó hacia la casa nuevamente

Ese reloj lo había visto antes, era de Hershel, él se lo había dado. ¿Y si Glenn tenía razón? hablar con la familia Greene no me haría mal, podía seguir resentida e ignorarlos pero él tiene razón, nunca se cuando perderé a otro de ellos

Unidos En El ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora