Capítulo 50

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No llegué con problemas a Alexandría, supe ocultarme lo suficientemente bien como para que pareciera que estuve entrenando y no escalando el muro. Pasé la noche con Judith y Olivia, ni Rick ni Michonne habían vuelto de sus actividades lo cual hizo mucho más fácil las excusas

La noche pasó tranquila, varias veces me levanté para verificar si alguien había vuelto pero no entraba nadie por esas puertas. Me tenía preocupara Carl, pero como él dijo conmigo, sabe cuidarse solo

Olivia me contó que Tara había vuelto ayer, le contaron que pasó con Denise, su novia, y pasó lo que todos suponíamos que iba a pasar, lloró su muerte en la tumba que Daryl hizo. Tampoco supe nada más de él en este tiempo, pero estaba vivo

Olivia se ofreció a cuidar de Judith, sabía que yo tenía que estar en el muro y eso me facilitó un poco la vida. Salí de casa temprano y bajé al puesto de vigía. Estaba solitario, ni siquiera Eugene había llegado a su puesto. Ahora que no teníamos armas para disparar a los caminantes desde la distancia, solo me quedaba ver que no se acercara una horda ni extraños

Me puse en el piso de arriba y por al menos una hora no pasó nada, todo estaba aburrido y tranquilo. Solo un par de caminantes que desearon clavar sus cuerpos contra los palos en los autos. Eso hasta que aparecieron Rosita y Eugene caminando hacia la puerta, luego apareció un auto con Spencer y el padre Gabriel adentro

- No, no haremos nada para ese cabrón - es lo último que escuché que le decía Rosita a su amigo con pelo radical

Spencer y Gabriel salieron del auto justo a tiempo que Rosita y Eugene se acercaban para abrir la puerta, pensé en no escucharlos porque no era de mi incumbencia pero mi curiosidad era más fuerte

- ¿No saldrás a buscar cosas para los Salvadores? - preguntó Spencer a Rosita, ella solo abrió la puerta - ¿por que no? No se puede estar en contra, Rosita

- Quizá deberíamos viajar todos juntos - aconsejó Gabriel

- Yo me alisto - apoyó Eugene, mostró un mapa en sus manos - si nos cruzamos con un pajar, cuatro puntos de vista podrían con...

- Estamos bien solos - interrumpió la mujer, no parecía de muy buen humor

- Se que no te gusta - dijo Spencer acercándose - y no quieres que te diga nada, pero tenemos que producir para ellos. Es como los impuestos. Oye...

- Vamos - lo ignoró

- Oye - la volvió a llamar - puedes seguir enojada conmigo, pero yo no hice todo esto, fue Rick

Parece que tenemos a alguien que se apega a los planes de Negan pero no a los de Rick, me daban ganas de decirle que su madre estaba totalmente de acuerdo con que él se quedara a cargo pero eso solo haría que fueran discretos y no me siguiera enterando de cosas

- ¿Crees que puedes hacerlo mejor? - se burló Rosita

- Si - eso provocó risas en la mujer

- Claro. Apuesto a que ya tienes todo el camión lleno de cosas escondidas para ti, ve por ellas. Paga tus impuestos y déjame en paz, carajo

Eso fue el fin de la conversación, ella se alejó jalando a Eugene del brazo y Spencer se metió en el auto con Gabriel, luego cerraron la puerta detrás de ellos. Tuve que bajar para asegurarla pero ellos ya habían hecho la mitad del trabajo

Bajé las gradas y aseguré la puerta con el enorme cerrojo. Sabía que muchas personas no estaban de acuerdo con las decisiones que tomaba Rick, yo lo seguía por lealtad, pero muchas creían poder manejar la comunidad con mucha más facilidad que el padre de Carl. Para mi eso era ridículo, Rick hacia grandes sacrificios por todos nosotros, sufría por la seguridad de todos y se mataba la espalda para mantenernos vivos

Unidos En El ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora