Capítulo 47

54 6 0
                                    

No pude hacer mucho después de esa noche, solo pude consolar a mi hermana en todo el camino hacia la puerta de la Cumbre y luego entrar en la caravana sin palabras. No tenía el valor de quedarme con ella y Sasha, tener el funeral de Glenn y Abraham, luego consolar a mi hermana y apoyarla con seguir adelante. No sabía como hacer eso, no cuando había experimentado el verdadero terror frente a mis narices y luego ver como mataban a dos miembros de mi familia a base de golpes sin poder hacer nada 

Maggie era la que tenía la peor parte, no sabía que decir a base de ello, como consolar a alguien que había sufrido más que yo, alguien que vivía a diario conmigo desde hace años y siempre estaba para mi. Ella había perdido su hogar por una horda, a su padre por un espadazo en el cuello, a su hermana por un balazo en la cabeza y ahora a su esposo por el bate de un demente...

Supongo que nadie supo que decirme, no es que alguien se haya atrevido a decir algo todo el camino de vuelta a casa, pero Rosita, Eugene y yo podríamos ser las más afectadas en la caravana. Sasha salía actualmente con Abraham pero Rosita había sido su pareja y se conocían desde hace mucho tiempo antes de toparse con nosotros, Eugene y él habían tenido sus problemas pero tenía entendido que habían empezado a llevarse bien nuevamente. Yo no sabía como pensar, conocí a Glenn hace ya muchos años y no solo conocía a Lee y a Clementine, era mi amigo y mi cuñado

Hace ya un tiempo que éramos amigos, nos llevábamos tan bien que hasta bromeábamos de nuestra puntería o de temas de nuestra parejas... Aún me costaba razonar que él se había ido, que lo último que dije antes de morir era "Maggie, te encontraré", no sabemos si se encontraran, al menos no lo harán mientras ella viva. Ella logrará seguir con su vida, pero no se como, tiene a su hijo en el vientre y ni siquiera estoy segura si sobrevivirá después de descubrir que tenía una herida en su vientre...

Tenía tantos pensamientos en la cabeza... ideas que no se terminaban de concretar, odio acumulado y tristeza guardada. no podía sacarla, no podía hacer nada contra toda la impotencia que sentía

Cuando llegamos a Alexandría y recibimos a muchas personas preocupadas por cómo se veía el vehículo y luego nuestras caras y ropas, solo corrí. No me importó escuchar mi nombre en diferentes voces o tener los ojos llenos de lágrimas, solo corrí hasta llegar a "la casa Greene"... apodo puesto por Glenn... y me encerré en mi habitación

Apenas cerré la puerta de mi cuarto, me pegué contra la puerta e intenté respirar profundamente. Tal vez había sido el hecho de tener tantas personas a mi alrededor o una que me veía de vez en cuando, pero cuando llegué a la soledad de mi casa, solté todo. Me senté en el suelo y solo lloré, intenté tapar mi voz pero no pude, abracé mis piernas y escondí mi cara entre ellas

Pudieron pasar horas, tal vez pasó el día o solo fueron minutos. Para cuando logré tocar mi cama, no me pude levantar, no sentía hambre ni sueño, solo impotencia. Finalmente me cansé de llorar, solo quité todas mis armas de mi cuerpo y me tiré sobre mi cama cansada, no quería dormir tampoco, tenía miedo de ver todo lo que sucedió nuevamente

Me asusté repentinamente por el toque de mi puerta, no era la de la casa pero si la de mi cuarto. No respondí, no tenía el valor de hacerlo y no sabía si quería responder. De todos modos, escuché una voz detrás de esta y luego escuché como se abría con cuidado

- Hola... - escuché con lentitud, era mi única amiga viva - vine a ver como estabas - no respondí - vi la puerta abierta y pensé que estarías aquí... - sin respuesta - pasaron un par de horas desde que Rick nos contó todo, pensé en venir y traerte un poco de comida...

- No tengo hambre - dije de golpe, mi voz se había quedado ronca por tanto llorar

- Supuse que no - dijo, escuché como sus pasos se acercaban hasta mi cama - pero la traje por si te daba hambre

Unidos En El ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora