CAPÍTULO 22

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CAPÍTULO 22

ANA

-¿Qué haces aquí? – le pregunté bastante fuera de mí, pensaba que se lo había quedado claro ayer. Él a pesar de todo me miraba como si tal cosa ¿En serio? ¡Idiota!

-Buenos días...- contestó, nos miramos y rodamos los ojos, sabía que ambas compartíamos el mismo amor por él.

-¿Se puede saber porque te sientas aquí?- me ignoró totalmente mientras pedía su café y tostada a la camarera.

-¿Qué puedo decir? Me gusta desayunar con mis empleados...- le alcé la ceja.

-¿Desde cuándo?- sonrió.

-Desde ahora...- esa sonrisa no me agradaba ¿Qué demonios tramaba este idiota?

-Pues aprovechando que te nos unes...- dijo Grace guiñándome el ojo con disimulo- te agradará saber que mi Christian y Ana pronto se casarán...- él volvió a sonreír mientras asentía.

-Tuve la suerte en ser de los primeros en enterarme...- me miró de forma extraña- ¿Verdad Ana?- lo miré mal ¿Por qué estaba así? Algo de todo esto me olía mal, si no fuera por el lugar y la presencia de Grace le hubiera dicho lo que tenía en la punta de mi lengua.

-¡Ah, es cierto!- exclamó la misma- No me acordaba que fuiste a ese viaje... ¿Lo pasaste bien?- tosió y se removió algo incómodo.

-Sí, estuvo bien...- rodé los ojos ¿Cómo si se hubiera enterado de algo? Debería haber cubierto su plaza con algún médico que pudiera sacarle provecho ¡Idiota!

-¿Te gustó la charla sobre cateterismo? Pues me han comentado que hay uno bastante interesante que se lleva a cabo a través de la pierna y...- enseguida la interrumpió.

-¿Por qué no dejamos de hablar de trabajo y conversamos sobre la boda de Ana?

-¿Qué te importa a ti mi boda?- volvió a sonreír.

-A mí no mucho...- hizo un movimiento con la mano quitándole importancia y dirigiendo su atención a Grace- pero estoy seguro que a tu otro hijo le interesa...- abrí los ojos bastante sorprendida ¿Por qué demonios sacaba a Elliot en la conversación? Grace se puso bastante seria antes de contestar.

-No sé a qué viene la mención de mi Elliot en esto...- en ese momento le trajeron su pedido, con la mayor calma del mundo dio un sorbo a su café y una mordida a su tostada sin contestar a la pregunta de Grace, así que no pude callarme.

-Jack ¿Puedes explicarnos que tiene que ver Elliot en todo esto?- yo misma me moría por saber, tras tragar lo que tenía en la boca, se limpió lentamente con la servilleta y siguió.

-Lo he visto en tu despacho muy alicaído...- abrí los ojos de la impresión- así que hemos tenido una interesante charla- volvió a sonreírme de esa forma que me estaba poniendo de los nervios ¡Imbécil!

-¿Elliot sigue en mi despacho?- pregunté algo preocupada, Christian habló con él pensaba que habían resuelto sus cosas.

-Así es...- dijo mirando a Grace, ésta se levantó rápidamente y se fue corriendo sin decir nada más-Parece que tu cuñado está enamorado de ti...- ¡Maldito Elliot! ¿Cómo se le ocurre contarle eso a este idiota? No pude evitar darle un pellizco en la pierna- ¡Auch! ¿Qué coño haces?

-No vuelvas a hablar de mi vida privada aquí...- rodó los ojos.

-No he dicho nada malo... Solo la verdad...- volví a pellizcarlo más fuerte y volvió a gritar- ¿Quieres dejar de pellizcarme?- gritó más fuerte de la cuenta y tanto la camarera como el gerente nos miraron atentamente ¡Maldito imbécil! Era lo que me faltaba, que en mi lugar de trabajo estén al pendiente de mi vida.

Doctora SteeleWhere stories live. Discover now