Cap: 20

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Durante los últimos minutos habías estado dando vueltas sobre ti misma de forma inconsciente. Buscando una posición en la que deshacerte de la incomodidad.

Midoriya había sido empujado varias veces por ti, pero él se empeñó, haciendo rabietas infantiles y te abrazó por la espalda estando aún dormido.

Despertaste gracias a aquella incomodidad, adolorida, sujetándote el abdomen que Izuku te abrazaba con insistencia.

Gruñiste por lo bajo por el fastidio, obligándote a abrir los ojos y entonces viste lo que le dio sentido a todo y te hizo salir corriendo hacia el baño, tropezándo por el camino.

—¡no, no, no, no!— empezaste a suplicar al llegar, bajando tu pantalón y ropa interior a la vez— ¡vamos no jodas!

—¿porque mierda grita esta ahora...?— se quejó tu hermano, despertado por tus quejas al mundo.

Sus ojos fueron solos hacia el colchón, donde Midoriya también despertaba, con los brazos manchados y un rostro de completa confusión al verse envuelto en rojos.

Sonrió con burla y se levantó, para salir hacia el pasillo y apoyarse en la pared con los brazos cruzados, viendo como salías del baño pegando un portazo, con el ceño fruncido a un nivel exagerado, los puños cerrados y las piernas llenas de rastros de sangre difusos.

—uh, conque alguien está en sus días ¿eh?

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-¿puedo subir a ver a __________?

-si aprecias tu vida no.

Izuku miró al suelo haciendo un pequeño puchero.

Aún no comprendía muy bien la razón por la que no podía subir, porque solo quería ir a ver qué tal estabas.

Por la mañana, recien despertar por un empujón se encuentra todo ensangrentado, envuelto en sabanas manchadas del mismo color que le decora los brazos, _________ no está y Kacchan sonríe.

Lo primero que puede pensar es que el cenizo ha cometido un asesinato.

Y después te escucha insultar en el pasillo y cuando tu hermano se va hacia allí puede comprenderlo todo.

Su madre ya le había contado que una vez al mes las mujeres, sufren algo llamado "menstruación", de lo cual sabe poco y nada, solo que es un acontecimiento biológicamente necesario en el que el cuerpo femenino se deshace de los óvulos maduros no fecundados.

Aquello era todo lo que sabía, no entendía nada de higiene en esos casos, alteraciones del ánimo, dolores e incluso ni idea de sangre.

No, no sabía que cuando una mujer estaba en esos días lo que expulsaba no era otra cosa que sangre y por aquella razón se había asustado tanto al despertar.

-¿por qué no puedo subir a verla?- insistió sin entender.

Katsuki, que jugaba a la consola, rodó los ojos y pausó la partida.

-porque se pone de muy mal humor- le explicó con voz pesada- asegura que le duele hasta el alma, pero es una exagerada, yo solo le digo que se muera.

-¿le duele algo?

El cenizo ya estaba por poner el juego en play y ante la interrupción solo bufó y le soltó "¿pero tú donde mierda te has criado?".

una Bakugo// Midoriya izuku x lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora