una Bakugo// Midoriya izuku x lectora

Cap:24

¿Estaba todo bien?

¿Estaba todo mal?

¿Debía preguntar?

¿No debía preguntar?

La cabeza de Midoriya era todo un revoltijo de preguntas.

_________ había dormido en el sofá, si todo estuviera arreglado habría subido arriba y habría dormido dándole la espalda.

Por otro lado, como preguntara acerca de si seguían en una relación estaba segurísimo de que le arrancarían la cabeza de cuajo.

Su teléfono vibró sobre la mesita de noche. No era del todo de mañana, serían cerca de las diez, pero tanto Kacchan como ________ dormían y no quería arriesgarse. Se levantó hacia la mesita y respondió a la llamada.

-hola- sonrió Izuku al responder.

-joven Midoriya- saludó Yagi al igual - ¿es muy temprano?

-n-no, está bien- respondió -__________ y Kacchan siguen durmi-

-no estoy dormida- soltaste entrando al cuarto, sobresaltando a Izuku - voy a darme una ducha.

-¿es la joven Bakugo?- quiso saber All Might.

-sí...- musitó Izuku, viéndote salir tranquilamente por la puerta tras agarrar ropa de su cajón -All might, ella me confunde.

-¿te confunde?

-es complicada. Cada vez que me acerco y le intento dar mimos se va y me insulta y si no estoy cerca ni le intento dar mimos se enfada también- explicó mirando hacia la ventana -¿qué es lo que se supone que debo hacer?

Toshinori soltó una pequeña risilla.

-las mujeres son complicadas- rió -dicen lo que creen que quieren oír y callan lo que realmente quieren oír.

-hem... No lo entiendo.

-yo tampoco- coincidió el adulto -ni ellas lo entienden, pero son así. Solo debes aprender a descifrar lo que le ocurre.

-¿y si no sabes lo que ocurre...?

Pudo oír el suspiro del otro lado de la línea, Izuku no comprendía por qué.

-el mundo de las mujeres es difícil, háblalo con tus amigos, el joven Bakugo puede ayudarte. Nosotros ya hemos llegado a casa, si los Bakugo necesitan cualquier cosa dínoslo.

-v-vale...

Toshinori cortó la llamada, guardando el teléfono en su bolsillo trasero.

-¿qué tal está nuestro bebé?- le preguntó Inko.

El rubio volvió a agarrar el hacha clavada sobre el tocón de madera y siguió cortando el largo tronco.

-bien, dice que nos hecha de menos- mintió.

Izuku no era su hijo, era consciente, y justamente por aquello no podía contarle a Inko que su hijo lo pasaba mal de vez en cuando, que no comprendía lo que ocurría o que estaba saliendo con la hija de los Bakugo, porque quería convertirse en aquel padre al cual poder contarle cosas sin temer que las chivara.

Le había tomado un cariño demasiado especial desde que tuvieron que mudarse y empezar a compartir hogar.

La puerta del cuarto se abrió de golpe, asustando a Midoriya que sentado en su colchón mirando su celular dio un bote.

-Kirishima nos llama a pista- gruñiste lanzando la toalla húmeda hacia tu hermano, el cual empezó a patalear recién despertando -así que levanta tu culo gordo y vístete.