Capitulo 16 - Propuesta indecente

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Punto de vista de María.

Su brazo se rodeó en mis hombros y volvimos a nuestro grupito de tontos, pero esta vez estaba con él. Mis amigxs estaban súper sonrientes todos, como si se esperasen que Erick apareciera y evitara que me fuera, en realidad hasta yo lo esperaba.

— ¿Entonces te quedas? — pregunta Cris morándonos a su hermano y a mí.

— Temporalmente sí — todos aplaudieron y yo sonreí, nunca podría haberme ido, no podría haberles dejado jamás.

—¡Chicxs! — Esa voz me resulta familiar y a juzgar por el pálido de la cara de Joel y Conchi yo juraría que hay drama.

— Candela... — el todavía novio de Candela está un poco flipando, la chica se acercó a él y le besó, Conchi bajó la cabeza... ay Dios mío. — ¿Qué haces aquí?

— os extrañaba a todos y decidí volver — el brillo en los ojos de Candela era producto de las lágrimas que Conchi estaba aguantándose. Ella salió corriendo y Joel no lo evitó, pero yo no iba a dejar que se fuera sola y me quede con ella.

— mi amor. —le digo sentándome en un banco a su lado mientras veía como sus lágrimas caían por su mejilla.

— me mintió María, me miró a los ojos y me mintió — sollozó— me dijo que me quería y que entre Candela y él no había nada y por eso se iba, y ahora ha vuelto y está con ella. — la abracé dando comprensión. — me voy a casa.

Joel llega corriendo a por Conchi.

—¡Conchi! — el mexicano tomó el brazo de la chica. — lo siento yo...

— No sientas nada Joel. Esta todo claro — se suelta del agarre.

— Conchi estoy enamorado de ti, no de ella. — mi amiga que no dejaba de llorar mientras miraba a los ojos al hombre que había querido siempre. — Estuve loco por ella si. Pero ya no, te has colado en mi mente y en mi corazón y ahora ya no sé cómo sacarte de ahí. Sé que Candela haya vuelto complica las cosas pero quiero estar contigo viviendo un amor verdadero a estar con ella viviendo una mentira y fingiendo tener unos sentimientos que no son verdaderos.

— Lo siento Joel, pero si de verdad me quieres demuéstrame. — le dio la espalda y se fue, Erick vino hasta a mí para agarrarme la mano ya que ver a dos de mis mejores amigos destrozados me estaba destrozando a mí también.

— Vámonos a tu casa — me mira con sus ojos verdes que me encantan y no porque sean verdes sino porque son de él y todo lo que sea de él me encanta. Llegamos a mi casa y nos sentamos en el sofá, bueno Erick se tiró encima mía.

— ¡Bestia me aplastas! — le digo riendo mientras él coge mis muñecas evitando que las moviese. Me empieza a dar besos en el cuello.

—Oye, ¿y si nos vamos? — frunzo el ceño sin entender. — tú y yo de vacaciones a Golden Beach a visitar a tus abuelxs y nos presentamos oficialmente como novios.

— Pero Erick aún no somos novios — él se incorporó en el sofá y yo hice igual.

— Sí eh, tienes razón— algo dentro de mi me dijo que eso no le sentó muy bien. — Sólo que, ¿quieres ser mi novia? — la sonrisa volvió a mi y empece a reírme, era la forma más cutre que tenía.

— Que cutre eres — me río— pero sí, si quiero.

— Venga que hacemos la maleta. — se levanta del sofá y tira de mi brazo para hacer lo mismo conmigo. El timbre de la casa hace retumbar todo y mientras Erick sube a mi cuarto para hacer la maleta yo abro la puerta. La chica que estaba tras ella se abalanzó sobre mí a abrazarme.

— Conchi, ¿qué ha pasado? — digo tratando de consolarla sin mucho éxito.

— Esto pasa — ella me pasó el test con las dos libras bien Rojas que era el resultado de noches de pasión sin protección.

— ¿Estás embarazada de Joel? — ella sollozando asiente.

— justo ahora que ha vuelto Candela todo se pone aún más cuesta arriba — la abrazo y le doy un beso en la mejilla.

— Todo va a salir bien cariño — le seco las lágrimas — lo primero que debes hacer es contarle a Joel y tomar una decisión, sois jóvenes para ser padres pero...

—no, a Joel no.

— ¿por qué no? — abro los ojos como platos.

— porque me ha mentido no puedo decirle que estoy embarazada.

— ¿Estás embarazada de Joel? — la voz de Erick desde la escalera nos hace voltear a ambas y Conchi se lleva las manos a la cabeza.

— Gracias por avisar que el Brian estaba aquí — me encojo de hombros.

— Era obvio que estaba aquí.

— voy a ser tío — dice con media sonrisa.

— olvídalo Brian, no vas a ser nada, no voy a tenerlo. — se levanta del sofá y se dirige a la puerta — mañana hablamos. — sale por el umbral y cierra tras si, dejándonos nuevamente en la casa solos a Erick y a mi.

— Candela Llegó a revolver todo. — dice el ojiverde.

—No, Joel ha revuelto todo al no ser sincero con ninguna — le replico, ni Candela ni Conchi tenían la culpa de esto, solo Joel por no atreverse a terminar con Candela y seguir viendo a Conchi y sobretodo de no ponerse dicho plástico que debía de usar a la hora de la verdad.

— Oye — se acerca a mi y me abraza por la cintura. — ayúdame a hacer las maletas.

— ¿y por qué no mejor nos quedamos aquí? Estaremos más solos y tengo piscina, y podemos ir a la playa de aquí — le pongo puchero. — no quiero tener a nadie en casa impidiéndome hacer ruido.

— ¿y qué ruido quieres hacer? — frunce el ceño y yo empiezo a reírme. — ah ya entiendo, ese ruido.

— Aquí todo va a ser mejor, podemos ir a visitar a mis abuelos, pero nada de quedarnos allí — rodeó mis brazos alrededor de su cuello. — nada de tener a mi abuela preguntándote 24/7 si quieres algo.

— está bien — suspira y yo sonrío— siempre haces conmigo lo que quieres.

— ojalá.

— Si, siempre haces lo que quieres conmigo.

— si pudiera hacer contigo lo que quisiera, hace rato estaríamos en el cuarto.

— ¿Eso quieres? — levanto una ceja y asiento — sabes que no tengo problema. — agarra mis caderas y rodeo mis piernas a su cintura mientras se dirige a las escaleras para subir a mi cuarto.

— Entonces que no se hable más.

El Que Se Enamora Pierde - Erick Brian Colón Where stories live. Discover now