Capitulo 18 - odio

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Punto de vista de María.

La fiesta acabó a eso de las cinco de la madrugada y la vuelta a mi casa había sido bastante incómoda, Erick es un orgulloso de mierda, yo solo quería que pensase no que me ignorase durante toda la noche. Extraño mi Erick, no quiero este Erick orgulloso. Salí del auto caminando la puerta de mi casa y cuando abro noto sus brazos rodearme la cintura.

—Lo siento mucho mi amor— susurra en mi oído y sonrio.

— no importa cariño, solo que no se repita — me giro a él para abrazarle.

Subimos hasta mi cuarto para poder descansar lo que quedaba de noche, pero a decir la verdad no podía dejar de pensar en Sebas, me había transmitido mucha confianza en tan solo un rato que lo conozco, aparte que fue todo un caballero que me tiró la copa y fue a pagarme otra, sin contar que está tremendamente bueno para qué mentir. Me giro a Erick que ya está dormido, anda que tarda, y sonrío, se puede sentir atracción por alguien más como por Sebastián pero Erick es amor, quiero quedarme mirándole toda la vida y siento que mi lugar siempre está a su lado. Sentir que sonríe y que no me hace falta nada más y cuando me mira con esos ojos verdes que me quitan el sentido me siento viva, ni por Brandon sentí esto. Seguro que con Erick todo va bien, él me quiere y yo a él, nunca me haría daño, y yo tampoco a él.

(...)

Hacia un día espléndido pero la ausencia de alguien en mi cama se estaba volviendo tortura, aparto la fina sabana blanca que cubría mi cuerpo, por primera vez desde que duermo con Erick amanezco con ropa, y bajo a la sala en busca del ojiverde. Lo encuentro en la cocina peleándose con una sartén porque no le salían las tortitas, está sin remera y con jeans de dormir y su tupé despeinado (ese tupé era vida💔) se mira bien; bueno siempre se mira bien. Observo desde la escalera riéndome, es tan torpe pero tan lindo a la vez que es difícil no enamorarte solo con mirarlo.

— ¡Ahh mierda! — dice cuando sale una pequeña llama de la sartén.

— Brian, si me quemas la casa vas tú a explicárselo a mis abuelos — da un brinco ya que no me esperaba y mete la sartén en agua fría.

— lo tengo todo bajo control, lo prometo. — el timbre suena y yo me dirijo a abrir mientras le dejo seguir peleándose con la sartén. Detrás del umbral de la puerta estaban mis amigas, y cuando digo mis amigas me refiero a todas incluso Candela y Conchi. Como ya todas tienen la suficiente confianza pues son muchos años entran sin siquiera pedir permiso.

— mira menos mal al menos no estaban en la cama — dice Nerea riendo.

— No pero que casi. — suelta Gisela y le respondo a una mueca.

— Si ya te quedas a vivir definitivamente con ella al menos ve a quitar tus molestosas cosas de casa. — dice Cris y Erick le saca el dedo de en medio — Me quedo tu armario para hacerme un vestidor.

— Ni en sueños — dice el cubano a su hermana.

— ¿No huele a quemado? — dice Isa aspirando el olor a quemado producto de las tortitas de Erick.

— Es que lleva como un cuarto de hora peleándose con la sartén porque no le salen las tortitas — respondo. Miro a Conchi que pone una mala cara y de repente suelta todo lo que lleva en el estomago en forma de vomito.

— Mira, ya no huele a quemado, ahora huele a pota — dice Erick dejando la sartén.

— Vete a por la fregona — le digo y él obedece, está bien domesticado si.

— Lo siento comí algo que me sentó mal. — me mira y yo sé bien que esa comida tiene como nombre embarazo. Enseguida llega mi asistente personal intentando limpiar el desastre del suelo y dejar un olor a vainilla, tampoco lo hace tan mal.

— Bueno Brian, ya te puedes retirar esto es una reunión de chicas. — la novia de Zabdiel habla y Erick me mira.

— yo soy una más, me puedo quedar.

— Anda a casa de Zabdiel que está solo y ponéis la video un rato, pero largo — le dice de nuevo Andrea y Erick me mira para coger su camiseta del sillón y darme un beso de despedida.

— Volveré cuando estes más sola. — sale por el umbral de mi puerta y cierra tras sí. Después de eso mi atención completa va hacia las chicas que han venido a irrumpir mi desayuno quemado.

— Bien. Vosotras diréis qué hacéis aquí. — me siento en el sillón de cuero negro que hay a mi izquierda y mis amigas en los respectivos asientos que hay de sobra.

— Bueno Cande, quiere hablar — dice Sheila y todas miramos a Candela, por favor que esto no se ponga incómodo.

— Joel terminó conmigo — La respiración de Conchi como que se vuele más pesada, los ojos de Shei se abren como platos y las demás nos miramos unas a otras tratando de no ser descaradas para que no se dé cuenta. — me dijo que estaba enamorado de alguien más.

Conchi suspiró, no me puedo creer que lo vaya a hacer.

— Candela. — la chica le mira mientras ella se pone de pie.

— Conchi no es necesario que lo hagas ahora. — dice Cris y Conchi le pone una mano al frente para que se tranquilice.

— ¿Qué ocurre? — pregunta Cande sin entender.

— Poco antes de que te marcharas diciendo que probablemente nunca volverías, la noche nefasta que Erick la lió en el Green — bajo la mirada al recordar lo mal que me sentí aquella noche descubriendo a Erick con Jess. — esa noche que tú no viniste, llamamos a los chicos para que vinieran a por él. — Cande le miraba sin entender nada. — Joel me acompañó a Casa y yo estaba demasiado nerviosa...

— ¿Que me quieres decir con esto?

— Estoy enamorada de él. — Conchi baja la mirada y Candela se pone de pie frente a ella.

— ¿Que? — exclama la chica.

— Tuvimos algo Cande, y estoy embarazada de él. — Las manos de Candela se van a su cabeza.

— ¡¿Como has podido hacerme esto?! — grita. — Eras mi amiga, me has traicionado.

— Lo siento mucho...

— Un momento no toda la culpa es de ella. Joel también tiene su parte al no haber sido sincero contigo desde el principio, ahora no vengas a descargar contra ella. — le digo yo poniéndome en medio ya que Conchi lloraba y Cris la abrazaba.

— Vosotras lo sabíais y no me dijisteis nada.

— Pensamos que no volverías Candela, te marchaste sin dejar nada claro. — dice Toñi.

— Os odio a todas — se dirige a la puerta. — Habré perdido a mi novio, pero vosotras habéis perdido una amiga — la abre y creemos que se va. Y Conchi olvídate de tener algo con Joel, porque lo recuperaré. — cierra la puerta tras ella y yo abrazo a Conchi, aunque me da pena que Candela se fuera.

El Que Se Enamora Pierde - Erick Brian Colón Where stories live. Discover now