Mi imposible. {GRUVIA♡} [Terminada...]

Cap 30. ¿ Distintos caminos?

Pov Juvia.

Cuando llegué a casa de Lucy, me di cuenta que me había mentido con lo de " Pequeña reunión entre amigos" Creí que solo estarían ella y Natsu, pero no era así, no me molestaba para nada que unos cuantos de mis compañeros estuvieran aquí.

Al verme, Natsu se acercó y casi me arrebata a Storm de los brazos, parece que se había encariñado y en poco tiempo. Cuando logré encontrar a lucy fuí hasta ella y la salude con un abrazo, ella me pidió que me siente con ella y así lo hice.

— Y cuentame juv, ¿ Como ha sido todo por allá? — me preguntó sonriente.

— Pues... Muy bien, ha sido bueno. — sonreí. Ella levantó una ceja.

— Así nada más? — asenti. — Y no conociste ningún chico guapeton para salir?

— Lucy... Tengo un bebé del cual ocuparme. No puedo andar con la cabeza en esas cosas, además, estoy bien así. — ella suspiro dedicándome una mirada seria.

— Claro que no juvia, eres joven y hermosa... Aparte, no digo que dependa de ello, pero ¿ No piensas darle a tu pequeño la figura paterna que se merece?

La miré extrañada.

— No lo necesita. Storm esta bien conmigo. — contesté. Lucy iba a protestar y yo negué, en ese momento cuando voltee, casi muero al ver a mi hijo en los brazos del hombre que no esperaba, ni deseaba ver.

Me levanté de mi asiento y caminé a toda prisa hacia ellos, escuchaba a Lucy llamarme, pero en estos momentos no me importaba nada más.

—¿ Que crees que haces tocando a MÍ hijo?— le cuestioné exaltada al estar frente a él.

— Juvia... Al fin puedo verte... — fue lo único que pudo decir al verme, se veía bastante sorprendido.

Mis ojos se llenaban de lágrimas, pero no me permitiría llorar, no frente a él.

— Devuelveme a mi hijo, Gray. — dije una vez más con voz temblorosa.

— "NUESTRO hijo"... Tenemos que hablar juvia, no puedes evadirme por siempre. — sus ojos estaban cristalizados y en su voz había cierto toque de suplica.

Iba a negarme, pero sabía que no se rendiría y al ver como todos los presentes nos veían no me quedó de otra.

— Tienes solo cinco minutos... Vamos al jardín. — él asintió con un toque de esperanza en sus ojos que no debería tener.

No estaba dispuesta a caer una vez más en las mentiras de Gray, ya me había hecho demasiado daño.

Cuando estuvimos en el jardín, le arrebaté a mi hijo al instante.

— Necesito que me perdones juvia, no hay un día en que no piense en ti y en mi hijo, no he podido dejar de amarte... No ha existido otra desde que te fuiste todo es tan difícil, por favor, no sabes cuan arrepentido estoy por todo. — lágrimas rodaban por sus mejillas, parecía tan sincero y desesperado.

— Es muy tarde para todo eso Gray... — me costó decir esas palabras, aun después de estos años, mis sentimientos por él no habían cambiado. — No jugarás con mi corazón nunca más. — añadí

— Juvia... Te necesito, los necesito para no desmoronarme, para no sumergirme en la dolorosa oscuridad. — dijo sin siquiera ocultar lo partido que estaba mientras lágrimas seguían corriendo libremente por sus mejillas.

— Desde que te marchaste  mi vida ha sido una completa mierda... Sumergido en la tristeza, soledad y alcohol. Solo puedo encontrar mi camino en el azul de tus ojos, en el rosa de tus labios. — dió un paso hacia delante, al que yo retrocedí de inmediato. — Es que solo entre tus brazos, solo contigo siento el cálido palpitar de mi corazón. — añadió dando un paso hacia delante tomandome de los hombros y viendo fijamente por un momento a nuestro hijo para lyego fijar su mirada en mi.