—¿Algo está mal? —dijo una voz familiar antes de que un brazo se colgara de sus hombros.
Namjoon miró a Hoseok, pero siguió caminando. Su próxima clase iba a comenzar en diez minutos y era una a la que no podía llegar tarde.
—Nada.
—Pura mierda. Suéltalo—los ojos de marrón oscuro de su amigo estaban fijos en él con curiosidad. Namjoon se encogió de hombros.
—Estoy en banca rota. Y encima de eso, van a terminar mi beca si no mejoro mis notas en tres clases.
Hoseok frunció el ceño
—Creía que ya habías hablado con Bates y Choi y explicado tu situación.
Suspirando, Namjoon se pasó una mano por el pelo.
—Sí, pero también está Mecánica de Fluidos.
Hoseok hizo una mueca.
—Kim.
—Síp—Namjoon dijo miserablemente.
El profesor titular más joven de la escuela, Kim Seokjin, tenía el apodo de "profesor Imbécil" por una razón. Estricto y duro, fijó estándares imposiblemente altos para los estudiantes. Despreciaba a aquellos que fallaron en alcanzarlos. Él no toleraba la "flojera". Y como Namjoon perdió demasiadas de sus clases y, a menudo no tenía tiempo para completar sus tareas, él era probablemente uno de sus estudiantes menos favoritos, si el hombre incluso tuviera estudiantes favoritos.
La posibilidad de Kim permitiéndole alguna flexibilidad era inexistente. Kim no ofreció a nadie cualquier flexibilidad. Sus demandas bordeaban lo ridículo, pero, a los ojos del consejo, Kim no podía hacer nada mal, ya que obtuvo una gran cantidad de becas de investigación. Namjoon tenía que darle el crédito - uno no llegaba a ser un investigador tan altamente respetado para la edad de treinta y tres años, si uno no era increíblemente inteligente, - pero eso no cambiaba el hecho de que el tipo fuera un completo idiota.
—¿Qué vas a hacer? —preguntó Hoseok.
—No tengo idea—Namjoon hizo su camino a sus asientos habituales en el frente de la sala de conferencias, Kim les había ordenado a él y a Hoseok sentarse allí todo el tiempo después de que los había atrapado hablando durante su clase. Namjoon se sentó y suspiró— ¿Qué debería hacer?
—Me gustaría poder ayudarte—Hoseok se dejó caer en un asiento junto a él—. Pero tú sabes que estoy un poco apretado con el dinero también.
Namjoon asintió. Hoseok vivía en la casa de su abuela y la ayudaba como podía. Sus padres trabajaban en otro país y no eran de mucha ayuda.
—¿Qué hay de tu tía? —dijo Hoseok—. Pensé que ella solía ayudarte a salir cuando las cosas se ponían difíciles.
Namjoon se detuvo y lo miró.
—Ella murió el año pasado, Hobi. Te dije eso.
La cara de Hoseok enrojeció de color rojo brillante.
—Mierda, lo siento, no sé cómo yo...
Namjoon negó con la cabeza.
—Olvídalo—No es que a Hoseok no le importara; él era muy sociable y tenía más amigos de los que Namjoon tenía de conocidos. No era de extrañar que se le hubiera deslizado fuera de su mente.
—¿Qué pasa con tu primo... Jackson? —Hoseok sonrió tímidamente—. Ves, ¡no soy totalmente un caso perdido! ¡Lo recuerdo a él! — Namjoon sonrió.
