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Las siguientes semanas pasaron volando en un borrón. Todas las noches, Kim lo visitaba y se pasaban horas en la cama teniendo sexo hasta que quedaban completamente agotados y se quedaban dormidos enredados entre sí. A veces corrían uno al otro en los pasillos o Namjoon iba a la oficina de Kim y se sentaba a horcajadas en su regazo y ellos...

Era una locura. Era desquiciante. Namjoon no podía mantener sus manos fuera de él; era como si no pudiera controlar su cuerpo en absoluto. Se sentía extrañado por su propio comportamiento insaciable; él nunca se había comportado así antes. Esta cosa fue de hecho empeorando. No importaba cuántas veces follaran, no importaba cuántos orgasmos tuvieran, constantemente quería más, más y más de Seokjin, pero no podía conseguir suficiente.

Seokjin.

Esa era otra cosa que molestaba a Namjoon. Últimamente se había atrapado a sí mismo pensando en Kim como Seokjin con demasiada frecuencia para su gusto. Y para empeorar las cosas, Namjoon no estaba tan seguro de que fuera solo sexo lo que quería. Le gustaba besar a Kim, demasiado. Pero la parte después del sexo era lo peor. Kim besaría su cara y cuello, suavemente y con pereza, y Namjoon se sentiría bien y cálido.

Al igual que él se estaba sintiendo en ese momento mientras Kim acariciaba la parte posterior de su cuello.

—Dios, ya sal—Namjoon gimió contra la almohada, su voz aún ronca después de la mamada que le había dado a Kim más temprano—Tengo el turno nocturno esta noche. Necesito estar en el trabajo en menos de dos horas y toma años llegar allí—hizo una mueca ante la idea. Odiaba los turnos de noche, odiaba cuando era enviado a trabajar en el restaurante al otro extremo de la ciudad y odiaba dejar a los gemelos con la señora Lee por la noche.

Kim no se movió, su gran cuerpo todavía tumbado sobre la espalda de Namjoon. Él era demasiado pesado y estaba poniéndose difícil respirar, pero Namjoon encontró que no le importaba tanto.

—Tengo que ponerme en marcha, también—dijo Kim contra su cuello, besándolo allí—Tengo cientos de tareas que corregir.

—¿Corregiste la mía ya?

—Sí.

—¿Y? —el estómago de Namjoon se tensó mientras esperaba la respuesta de Kim. Había puesto tanto esfuerzo en ella...

—Fue aceptable—respondió Kim—C.

Namjoon exhaló.

—Oh.

Los labios de Kim se detuvieron contra su nuca. Luego rodó a Namjoon y se apoyó en los codos por encima de él. Sus ojos oscuros estudiaban la cara de Namjoon.

—¿Estás... molesto?

—No—dijo Namjoon ligeramente con una risa suave, evitando su mirada—. Yo solo... yo sólo quería hacerlo mejor. Para callar a las personas que difunden rumores acerca de nosotros.

—Si tuvieras una mejor calificación, sólo lo empeoraría.

—Puede ser. Pero... yo realmente quería hacerlo mejor.

Kim le agarró la barbilla con los dedos y obligó a Namjoon a mirarlo. Tenía una extraña expresión en su rostro: irritación mezclada con algo más.

—Lo hiciste mejor—dijo con voz ronca—Yo esperaba algo peor.

Namjoon resopló, sacudiendo la cabeza.

—Gracias. Supongo.

Kim se le quedó mirando con la misma mirada vagamente irritada, antes de inclinarse y besarlo. Namjoon no estaba del todo seguro de cómo habían pasado de besarse a que Kim estuviera tratando de empujar su polla dentro de él, de nuevo.

Retorcido (JinNam)Where stories live. Discover now