Por lo general, Namjoon era de sueño ligero, pero cuando la puerta de su habitación se abrió esa noche, tuvo dificultad para despertarse ya que su mente estaba mareada. Él se hundió más profundamente en el hombro caliente de Kim, sus manos apretando alrededor de su brazo.
Las voces parecían venir de muy lejos.
—Tu hermano está dormido—susurró Kim—Regresa a la cama.
—¡Pero yo tuve una pesadilla! Tengo miedo. ¡Namjoon siempre me abraza cuando tengo miedo!
Era Jungkook. Namjoon trató de abrir los ojos. No funcionó.
—Jungkook—dijo Kim severamente—Eres un niño inteligente. No puedes dormir con Namjoon porque la cama es demasiado pequeña para nosotros tres.
—Dormiré con Namjoon. ¡Tú puedes ir a dormir con TaeTae!
Kim se rió entre dientes.
—Yo no creo que vaya a caber en tu cama, enano.
Jungkook reflexionó.
—Puedo dormir sobre ti. Tú eres grande, y a Namjoon le gusta dormir encima tuyo.
Namjoon ciertamente lo hacía, a pesar de que era perturbador que Jungkook supiera eso.
—No puedes dormir en mí.
—¿Por qué?
—Porque... porque... Bien—Kim espetó al fin para sorpresa de Namjoon.
Chillando de alegría, Jungkook trepó a la cama y al pecho de Kim.
—Eres muy cálido—dijo bostezando. Él lo era en realidad. La habitación era muy fría, pero Seokjin era muy cálido. Tan cálido.
—Dormir. Y no te hagas pis encima mío—Kim se quejó.
—Yo no soy un bebé. Soy grande. ¡No me hago pis en la cama!
—Bien. Ahora duérmete.
—Señor Kim... Namjoon no es un panqueque.
Eso hizo a Kim pausar.
—Dormir.
—No te gusto—Jungkook murmuró triste—. Te gusta más TaeTae.
Hubo un suspiro pesado.
—¿Por qué crees que él me gusta más?
—¡Le diste chocolate ayer!
Namjoon frunció el ceño. ¿Eh?
—Porque él lo pidió. Debes pedir si quieres algo.
—Así que si yo pido, ¿me darás algo? ¿Cualquier cosa, cualquier cosa?
—Si digo que sí... ¿Vas a dejar de hablar y dormir?
—¡Sí!
—Bien. ¿Qué quieres?
—¡Quiero un cachorro! ¡Negro y esponjoso! ¡Con una estrella blanca en la frente!
Una pausa.
—Elige otra cosa.
—¡Pero dijiste cualquier cosa!
Namjoon volvió a dormirse, aun sonriendo.
* * *
—Entonces—dijo Hoseok echándose hacia atrás y meciéndose un poco en su silla— ¿Qué está pasando contigo y Kim?
Namjoon levantó la vista de su plato a él.
