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Namjoon estaba caminando hacia su última clase del día cuando vio a Kim caminar por el lado contrario. Sus pasos vacilaron por un momento antes de que él desviara la mirada y continuara caminando, determinado a ignóralo.

Excepto que Kim no se lo permitió y agarró el brazo de Namjoon mientras se estaban pasando el uno al otro.

—Una palabra, joven Kim.

Namjoon se humedeció los labios, su corazón estaba acelerado. Miró directamente frente a él.

—No creo que tengamos nada de qué hablar, profesor.

El agarre de su mano se apretó.

—Una palabra.

Namjoon miró a su alrededor.

—Déjame ir. Estás llamando la atención.

Kim quitó la mano y espetó:

—Sígueme.

—Tengo una clase en unos pocos minutos.

—Te voy a escribir una nota—Kim dijo viendo por encima de su hombro antes de alejarse.

—Eso es abuso de poder—Namjoon se quejó, pero lo siguió.

El profesor lo guio hasta un salón de clases al final del pasillo. Estaba vacío. Namjoon cerró la puerta.

—Mira, esto es...

Kim lo estrelló contra la pared y aplastó sus labios juntos. Maldita sea, no esto otra vez. Pero él ya estaba devolviendo el beso y jadeando en la boca del hombre.

El beso fue desordenado y necesitado. Kim se presionaba contra él como si estuviera tratando de empotrarlo a la pared. Namjoon se quejó cuando el beso terminó tan repentinamente como había empezado. Kim enterró su cara contra el lado de la garganta de Namjoon, aspirando profundamente, su cuerpo estaba tenso como el infierno.

—Quiero follarte—el profesor chupó con fuerza a un lado de su cuello, sus manos amasando el culo de Namjoon y empujando sus pollas juntas—. Necesito follarte de nuevo.

Namjoon cerró los ojos, tratando de pensar, tratando de recordar cómo respirar pues parecía como si no estuviera recibiendo oxígeno en su cerebro ya que toda su sangre parecía haber sido drenada hacia su polla y su cabeza estaba felizmente vacía. No podía, ni por su propia vida, recordar por qué era una muy mala idea...

—¿Por qué Namjoon estaría aquí? Oh...—Namjoon se congeló. Kim se quedó muy quieto, con los labios todavía en el cuello de Namjoon. Luego ambos volvieron las cabezas. Hoseok estaba viéndolos con la puerta entreabierta y con la boca abierta— ¡Él no está aquí! —dijo en voz alta; dio un paso atrás y cerró la puerta.

Con su rostro caliente, Namjoon suspiró.

—Yo debería de irme.

Pero él no se movió. Kim apoyó su frente contra la pared al lado de la cabeza de Namjoon. Sus manos estaban todavía agarrando las caderas del menor, sus pulgares acariciando la piel desnuda de su estómago.

—Esto es toda tu culpa— él dijo con su voz lacónica.

Namjoon resopló, hundió la mano en el pelo de Kim y tiró.

—¿Cómo es que esto es culpa mía?

—No debiste haber decidido terminar abruptamente—explicó Kim irritado, colocando codiciosos, besos húmedos en el cuello de Namjoon—. Si no hubieras hecho eso, te habría jodido unas cuantas veces más hasta que se tornara lo suficientemente aburrido.

Retorcido (JinNam)Where stories live. Discover now