Namjoon pasó unas horas jugando con Jungkook y TaeTae después de la cena. Cuando los gemelos finalmente se agotaron y se durmieron, Namjoon volvió al dormitorio de él... de ellos.
Estaba vacío. Sin saber si estaba aliviado o decepcionado, Namjoon cogió ropa limpia y tomó una larga ducha. Se quedó por un rato con el agua cayendo sobre su cuerpo desnudo y pensó en el hecho de que iba a compartir la cama con Kim. Toda la noche.
Namjoon se miró la polla medio dura y suspiró. Todo era tan confuso. Kim era un hombre. Era también un jodido gilipollas. Él no podría estar emocionado por compartir la cama con él. Molesto con su cuerpo, Namjoon se secó, se vistió y caminó de regreso al dormitorio.
Al principio, pensó que Kim estaba todavía en otro sitio, pero entonces vio una figura alta en el balcón. Despacio, Namjoon hizo su camino hacia la puerta, la abrió y salió a la noche. Cuando el aire frío le golpeó, se estremeció un poco y envolvió sus brazos alrededor de sí mismo para mantener el calor. Estaba bastante cálido para ser noviembre, pero no era lo suficientemente caliente para una capa delgada de ropa.
Kim tenía un cigarrillo en la mano. No volvió la cabeza. Namjoon se apoyó en las barandillas del balcón, reflejando la postura de su profesor.
—Él realmente está enfermo, sabes.
Se dio cuenta de la rigidez sutil de los hombros de Kim sólo porque él lo estaba observando de cerca.
—Sí—dijo Kim con la voz apagada—. Se está muriendo.
Namjoon no podía decir que estaba sorprendido.
—Lo siento.
Se encogió de hombros y Kim dio una larga calada a su cigarrillo.
—No hay amor perdido entre nosotros.
Namjoon miró a la luna que se asomaba entre las nubes.
—Cuando mis padres murieron dejaron deudas enormes. La casa tuvo que ser vendida para pagar a los acreedores, por lo que terminé sin hogar, apenas legal, y con dos niños pequeños que cuidar. A veces los odio. Por morir, por ser tan irresponsables y ponerme en esta posición—sentía la garganta cerrarse y tuvo que tragar el nudo. Respirando el limpio aire nocturno, inclinó su rostro hacia arriba para sentir la brisa rozar su piel—. Pero los echo de menos. Jodidamente mucho.
Kim no dijo nada.
En algún lugar en la distancia, una lechuza ululó.
»—Él es tu papá—dijo Namjoon.
Kim apagó el cigarrillo.
—Yo no te traje aquí para que me puedas dar una conferencia sobre la importancia de la familia— su voz estaba entrecortada. Irritado.
—No. Tú me trajiste aquí para molestar a tu padre y demostrar tu punto. ¿No crees que es lamentable y desagradable?
—Él no es ninguna víctima. Morir no le hace ser menos mierda.
—No lo hace—Namjoon estuvo de acuerdo.
—Y tú no sabes nada sobre nuestra relación.
—Tienes razón: no sé nada. Ya hemos establecido que sólo soy un tonto chico lindo.
Kim se volvió hacia él. Namjoon podía sentir el calor de su mirada, incluso en la oscuridad.
—Eres increíblemente molesto—dijo el hombre antes de tirar de Namjoon hacia él y aplastar sus labios juntos. Varios minutos después, Namjoon abrió los ojos y dijo:
