Mr. Wick [Terminada]

El lado Vulnerable de John Wick

Pasaron más de 20 minutos y John no aparecia, no podía dejar de dar vueltas por el lobby, parecía que haría un hueco en el suelo de lo nerviosa que estaba.

—Charon dónde está el gerente?— un voz femenina, una mezcla de impaciencia y enojo la destacaban dentro de la multitud.

— Señora Gianna, el gerente se encuentra en una reunión con el señor Wick.— al oír nombrar a John la mujer se tenso pero a la vez sus ojos emanaban fuego.

—¿Jonathan está de regreso?— su tono de voz fue más seductor que de furia.

—Si, señora y está ocupado, si gusta esperar en el lobby cuando se desocupe el gerente con gusto le hablaré para que la atienda de inmediato.— la mujer asintió y paso a mi lado como si fuera un muro más de la pared, para luego acomodarse en uno de los muebles rojo terciopelo con los que contaba el lobby, la mujer era de cabello rojizo, le caía en una trenza un poco despeinada, portaba un vestido plata largo atrás y corto hasta los muslos por delante, era una mujer mayor pero no más que John.

—Gracias Charon— esa voz, inconfundible hacia hubiera un mar de ruido, su voz ronca y varonil. De la nada apareció John con un semblante bastante preocupado.

—john— di un salto de alegría y corrí hacia el.

—Penny tenemos que irnos de acá— dijo sin si quiera mírarme y analizar todo lo que se encontraba a su al rededor hasta que ante el la mujer llamada Gianna apareció frente a nosotros.

—Jonathan cuánto tiempo ¿Me has extrañado en tu jubilación?— está río y John rodo los ojos.

—Nunca había deseado tanto, olvidar todo más que ahora.— John me tomo de la cintura y ella posó sus ojos en la mano de John.

—Veo que ya te las arreglaste para superar tu perdida ¿Cómo se llamaba?, A sí Helen— John apretó fuertemente mi cadera y comprendí que las ganas de asesinar a la mujer por su comentario lo estaban invadiendo.

—John, ¿Nos vamos?— dije sin mirar a la mujer y John y yo comenzamos a caminar sintiendo la mirada fulminante de Gianna sobre nosotros.

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Habíamos llegado a la habitación y John había comenzado a sacar armas por doquier, por lugar que uno no se imaginaria que pudieran haber armas, como detrás de cuadros, paredes falsas que se movían y dejaban. Descubierto un arsenal completo.

—¿John que sucede? ¡Háblame! — exigí.

—Winston me ha dicho que Giancarlo vine por tí— ¿Por mí? ¿Winston?

—¿QUIÉN ES WINSTON?— grité confundida.

—Winston es el gerente del continental, el no está de acuerdo con lo que hizo Giancarlo, lo conozco desde hace tiempo y podría decirse que somos algo así como amigos, el me dió la información, Giancarlo se molestó cuando yo te arrebaté de él y ahora no parará hasta conseguir lo que quiere.

—¿Todo es mi culpa cierto?

—¡No!, El es un desquiciado asesinó que obliga a cualquier mujer a que lo ame, pero tú no eres cualquier mujer así que no dejaré que nada malo te pase.— dijo John y corrió hacia mí deteniéndose en seco frente mío.

John extendió un revólver plateado con detalle de madera y me la ofreció— John yo no sé disparar.

—Estoy seguro que cuando tengas que hacerlo lo lograrás, mientras tanto me sentiré más seguro así nada más la cargues contigo.