Siempre te protegeré.

1.9K 145 2
                                    

— La cena estuvo deliciosa Mary.— dije dándole el último bocado a mi lasagna.

— No mientas, eso lo dices solo por qué tienes hambre — río Mary.

— No...no enserio estaba rico.

Terminamos de cenar y preparé todas mis cosas, John me había dado una maleta negra de mano y metí una cuánta ropa que me había regalado Mary. Ella era un poco más alta que Yo así que tendría que hacerle algunos arreglos, pero agradecía mucho el gesto.

— Gracias por todo Mary— dije y le dí un fuerte abrazo para luego subirme en la camioneta con John y Carlo.

El trayecto fue silencioso, tenía mucho tiempo para pensar en lo del...aborto... John estaba cauteloso y Carlo se dedicó exclusivamente a manejar.

¿Dónde vamos?— dije rompiendo el silencio.

— Al continental hasta que encontremos otro lugar seguro. — dijo Carlo y continuó con la vista fija en la carretera.

Pensar en el continental me hacía recordar la primera vez que estuve a solas con John y no pude evitar sonrojarme un poco, agradecí que estaba oscuro para que no me pudieran ver. Pero no solo momentos bonitos venían a mi mente, ahí conocí a Giancarlo y Ginna, nos trataron de matar por primera vez. Ahí comenzó está historia.
______________________________________

*Dos horas más tarde*.

Hola Charon — dijimos John y yo al unisono.

— Un gusto volverlos a ver por el continental — Charon nos dedicó una sonrisa y luego miró a mi papá confundido. — ¿Señor Carlo?

— Hola Charon cuánto tiempo ¿Se encuentra el gerente? — dijo y Charon asintió.

Charon agarro el teléfono fijo, dijo el nombre de mi padre por el teléfono y luego asintió. Colgó el teléfono y miró a mi padre y sin necesidad de decir nada, mi padre entendió y comenzó a caminar por el pasillo oscuro hasta desaparecer de nuestra vista.

¿Van a querer la habitación de siempre?— Charon cambió el tema.

— Mientras no nos quieran volver a matar, por mí está bien— dije y Charon sonrió.

— Creo que el señor Wick ya se ha encargado de eso, además hemos reforzado los vidrios de las habitaciones del continental.

— ¡Perfecto!— dije sonriendo.

— Gracias Charon— John le deslizó sobre el mostrador una moneda de oro , Charon la guardó y nos entrego la llave de la habitación.

La habitación estaba tal cuál lo recordaba, solo que el vidrio era más grueso y lo habían acortado.

— Te está sangrando la herida— dijo John mirando mi abdomen.

—¿Eh?— baje mi mirada y era cierto, había un círculo rojo en el lugar donde tenía la herida de la bala.

John vino detrás de mi, con dos toallas en la mano, su cabeza hizo un gesto hacia el baño.

Vamos limpiemos eso — dijo y le seguí, nos metimos al baños.

John retiró delicadamente mi polera y con la toalla limpió las gotas de sangre que habían en la herida, las puntadas que tenía se habían abierto un poco. Término de limpiarme la herida y me miró fijamente, sus ojos bajo la tenue luz blanca, brillaban.

Nos duchamos juntos. John me dejó pararme frente a él donde el agua  golpearía primero. la sangre seca goteaba de mi cuerpos y giraba por el desagüe. John lavó suavemente mi cabello desde atrás, siempre fue amable, pero esta vez sabías que quería asegurarse de que no me lastimaran.  Tenía pequeños cortes contra mi espalda y ambos brazos por los fragmentos de la Granada que había lanzado el hombre de Giancarlo. John no mencionó nada, así que asumí que estaba bien. Me giré hacia él para confirmarlo. Me miró, con el pelo empapado y la cara limpia. Sin embargo, se podría decir que le molestaba ver esas pequeñas lesiones en mi cuerpo, especialmente los moretones alrededor de mi garganta y el abdomen.

Me miró como si fuera una delicada flor herida que juró proteger.Rozó mi mejilla con los dedos y me besó, luego alcanzó la manija de la ducha. Sabía que algo le atormentaba. Su beso me hacía sentir su necesidad de protegerme.

Me encanta que me haga suya; amaba que me susurrara gruesamente que no le pertenecia a nadie más que a él, adoraba que me levantará con toda facilidad  y se hundiera en mí, jale dominante su cabello dandome entrada a su cuello, hacia que mi nombre...

Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.

Me encanta que me haga suya; amaba que me susurrara gruesamente que no le pertenecia a nadie más que a él, adoraba que me levantará con toda facilidad  y se hundiera en mí, jale dominante su cabello dandome entrada a su cuello, hacia que mi nombre saliera de sus  labios una y otra vez, ronroneándole que no pare, John tomo mis manos, inmovilizándome, haciéndome sentir su mujer..., Me fascina.

Nuestros cuerpos se deseaban y añoraban recuperar las semanas pérdidas. Nos perteneciamos el uno al otro.

Después de vestirnos, John me había tomó mi mano suavemente y besó mí palma antes de sentarnos en la cama.

— John...
—¿Cómo te sientes?— puso su mano en mi rodilla semi desnuda.
— Perfecta — dije y John me dedico una media sonrisa.—¿Qué haremos ahora? ¿Qué va a pasar?

Ambos nos quedamos en silencio, ambos sabíamos lo que tenía que hacer pero ninguno de los dos habló.

Necesito hablar con Carlo y con Winston ¿Estarás bien?— preguntó acariciando tiernamente mi rodilla.

— Si — Realmente estaba asustada por lo que pasaría ahora en adelante pero no se lo demostré a John para que el pudiera estar un poco más relajado al dejarme sola.

____________[John]____________________

Cuando volví, Penny ya estaba durmiendo.Meti mis pistolas cerca de la  ropa de Penny antes de cambiarme y meterme en la cama a su lado. Roze sus dedos sobre su suave piel. Sentí que la culpa se acumulaba en mi estómago cuando miré los moretones oscuros que presionaban su piel y los cortes sobre su espalda. la amó y me enojó verle lastimada, haberla  involucrado en la parte más oscura de mí vida. Winston nos dijo debajo de la mesa, donde se encontraba Ginna, y lo que quería de mí. Carlo espera una llamada telefónica y se mantendrá despierto naturalmente esperando que entre la llamada. Pero el teléfono no ha sonado una vez. Quería actuar de inmediato, solo tenía un indicio de dónde encontrar a Ginna la  responsable del sufrimiento de Penny y el mío, pero no puedo dejar a Penny. Deslicé mi brazo debajo del suyo y me acerqué más, besando la parte posterior de su cabeza. Aún dormida, se acurruco contra mi pecho. Mi comodidad terminó en el pensamiento, de que definitivamente no podía dejarla.

Aprecié a Penny hasta que mis ojos no pusieron más y se cerraron con la más bella imagen.

Mr. Wick  [Terminada]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz