Mr. Wick [Terminada]

~Parte 2~

[Aquí comienza la segunda parte de Mr.Wick, disfrútenla.]

-John- repito su nombre por todos lados pero solo escuchó el eco de mi voz.

Me encuentro en un túnel oscuro, corrí hacia al frente pero me pareció una eternidad y al final fué como si corriera en mi sitio. Cerré los ojos y me quedé en cuclillas.

Cuando abrí los ojos me encontraba en el pasillo de un hotel. El hotel era como el continental, estaba en un pasillo con pinturas en la pared que eran portadas por un grueso marcó de oro. La alfombra era dorada y las puertas aperladas, todas tenían un mensaje grabado en ellas que decía:

"Carpe Diem"

Esto significaba "disfrutá el día", recuerdo una vez haberlo leído, se utilizaba para decir "Hay que disfrutar de la vida, porque la muerte vendrá muy pronto". Todas las puertas tenían grabado esa pequeña frase ¿Pero porqué?. Le reste importancia y me acerqué hasta la última puerta, donde terminaba el pasillo del hotel. La puerta era diferente, en lugar de ser aperlada era metálica y con la frase grabada en el marco, no en el centro de la puerta como en las otras.

Abrí la puerta, el metal era frío pero cuándo la abrí un brillo me cegó por un instante, abrí y cerré los ojos varias veces para hacer que mis ojos se acostumbrarán al intenso brilló. Cuando logré ver, había pasado del pasillo de un hotel a un hermoso prado verde, repleto de mariposas, había un lago en el medio y un árbol Grande y frondoso resaltaba en todo el lugar.

(Algo así, solo que más felíz).

Caminé Hasta llegar al árbol, había demasiado sol y la sombra que el árbol daba era la única en todo el prado, me deslicé por el tronco hasta llegar al suelo y me quedé dormida.

- Penny despierta - me dijo una voz femenina, dulce y conocida.

Abrí los ojos y aún era de día. Ante mí estaba mi madre quién me tendía su mano para levantarme, abrí los ojos como platos y la toque con el miedo de que al hacerlo Ella se esfumará.

-¿Mamá?- dije aún agarrando su tersa mano.

- Has crecido demasiado mi niña linda, estás hermosa - dijo mientras me miraba con sus ojos vidriosos.

- ¿Qué haces aquí mamá? ¿Dónde estoy? - mi madre sonrió y el ambiente se iluminó.

- Es hora de que estemos juntas mi niña linda- dijo y comenzó a jalarme de la mano para que le siguiera.