Enseñándole lo que es el Amor (Amor en Boston #1)

Capítulo 19: Grace

Faith me miró sin parpadear, sin reaccionar. Esperaba risas, gritos de sorpresa o cualquier otra reacción, menos esa. Faith no era de las chicas que quedaba sin palabras fácilmente, pero esta vez era algo nunca antes visto.

Le había contado lo sucedido con Matt, sabiendo que ya no podía lidiar sola con ello. No podía confiar en mí misma para tomar decisiones que involucraran a Matthew Ainsworth porque no había ni un pelo de sensatez en mí cuando se trataba de él. Ese hombre me había derretido el cerebro, había hecho que mis neuronas hicieran implosión dentro de mi cabeza. Y no solo eso, comenzaba a mirar mi teléfono como idiota, esperando algún mensaje de Matt o alguna llamada, sabiendo que ninguno de los dos llegaría ni en mil años. Estaba rozando el límite de mi propio patetismo, maldita sea. 

—Pensé que saldrías con Ashton, no con su hermano. – Fue lo primero que dijo, no dije nada porque... ¿qué podía decir? Ashton era mi amigo, mi mejor amigo y no quería ni siquiera intentar salir con él y arruinar la hermosa amistad que habíamos logrado en tan poco tiempo.

Eso no significaba que no encontraba a Ashton atractivo, porque en serio... ¿han visto a ese muchacho? Era la versión universitaria de lo que toda chica necesitaba en la vida. Lo mismo pasaba con Matt. Ambos compartían rasgos que los hacía irresistibles. 

—No estoy saliendo con Matt, boba. – Faith me lanzó una mirada de desaprobación. Incluso yo me desaprobaba a mí misma en esta situación. Porque... ¿en serio, Grace? ¿Besándote con un hombre que está en una relación? Pensé para mí misma y, sin embargo, no podía importarme menos, porque sabía que esa relación no era real. No era real para Rebecca, no sería real para Matt cuando supiera lo que su perfecta novia estaba haciendo con sus hermanos. 

— ¿Entonces él solo está engañando a su novia contigo? – Me tensé. Había pasado horas pensando en ello. Había pasado días pensando en lo que me convertía estar besando a un hombre en una relación. En lo que me convertía estar besando a un hombre que se casaría en unos meses. Y como había dicho... no me importaba a estas alturas. Por mal que se viera. No vivía de lo que pensaran los demás, de todos modos. 

—Es un modo de verlo. 

— ¿Cómo te sientes sabiendo eso? – Me encogí de hombros, sin saber realmente cómo sentirme.

 
—No lo sé. Solo sé que cuando estoy con él... todo el mundo cambia, es como si él hiciera de este lugar un mejor lugar. Dios, esto está tan mal. – No me malentiendan, la situación estaba mal, la situación en que Rebecca tenía a la familia, tratándolos como si fueran sus marionetas y, quien debería realmente darse cuenta, no tenía ni la más remota idea de lo que estaba sucediendo justo bajo su nariz. 

— ¿Por qué él no ha terminado su relación con Rebecca si anda besándose contigo? ¿Es un jugador en todos los sentidos? – Fruncí el ceño en su dirección. Él no era un jugador en absoluto, si excluíamos el hecho de que él fue un jugador de hockey. Faith, obviamente, se refería a otra cosa. 

—Claro que no. Matt es honesto, pero esto es más complicado de lo que crees. 

—No es para nada complicado. O la ama a ella y sigue con su relación o termina todo y sale contigo. 

—No, Faith. – Miré hacia todos lados, asegurándome de que nadie nos oyera allí en la cafetería de Brown. – Si Matt termina con ella... Rebecca le quitará todo. Él podría irse preso.

Los colores huyeron de su rostro. 

—Estás bromeando. ¿Está en algo turbio? ¿En qué clase de familia te metiste para trabajar, Grace?