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Otro día en el que se había levantado más cansado que cuando se acostó. Ni siquiera estaba trabajando mucho, mas sentía que su cerebro estaba lleno de pensamientos que ni él mismo pudo descifrar, sentía que en algún momento iba a explotar y su dolor de cabeza intensificaba su nivel de estrés.

Bajó a tomar algunas pastillas para sentirse mejor, odiando cómo la imagen del pelirrubio se clavó en su mente, justo cuando necesitaba de pastillas para calmar su agonía. Sonrió porque justamente por su culpa ahora era él el que necesitaba pastillas, mas sacudiendo su cabeza luego para volver a sus sentidos.

Ridículo...

Pensaba mientras sonreía a su falta de sensatez. Las luces se prendieron de repente, obligando a Jungkook a tapar sus ojos— ¡no!.. ¡por favor apagala!— ordenó, o más bien rogó por que la pelirroja reaccionara antes de intensificar su malestar.

Afortunadamente para él así fue, pero su actitud había logrado preocupar a Jijoon quién acababa de despertar — ¿Jungkook?.. ¿Qué haces despierto a esta hora?— quitando su antebrazo de sus ojos se dispuso a sentarse soltando un suspiro— Me duele la maldita cabeza, Jijoon, siento que me va a explotar..— su novia se acercó hasta él y lo abrazó por un buen rato. Acariciaba su espalda mientras el pelinegro hundía su rostro en la curvatura de su cuello, cerrando los ojos para que su olor y su calor lo envolvieran por completo, olvidándose así de todo lo demás.

°°°

¡Joder!.. que día tan... caca. Tengo que follar, definitivamente ..

Fue lo único que vino a su mente apenas despertó. A Tae le gustaban las fiestas sí, y le gustaba mucho más el sexo, pero qué más se puede pedir de alguien de veinticuatro años y con sus hormonas revolucionadas. Para él todavía no era el momento sentar cabeza, nunca lo sería, pero no tuvo más remedio que aceptar su realidad.

Después de prepararse fue directamente al trabajo, sin desayunar, sin ver a nadie, sin importarle lo temprano que era; solo quería salir de ese lugar que lo asfixiaba cada minuto que pasaba en él.

Casi todo el edificio estaba solo en excepción del guardia. Toda la tranquilidad que le brindaba el silencio de aquellas instalaciones, hacía que el pelirrubio se sintiese libre y sereno. Se dispuso a dormir aprovechando la soledad, sin embargo fue interrumpido antes de siquiera cerrar los ojos completamente.

— ¡Señor Kim!.. ¿qué hace aquí a estas horas?..

El pelirrubio frunció el ceño por la intrusión en su oficina sin tocar, más porque su tranquilidad mental se vió perturbada— Soy el jefe.. puedo venir a la hora que quiera..¿no te parece?— gruñó. El pelinegro debía controlarse, respirar profundo para no perder el control con su jefe— La pregunta..— continuó — es ¿qué haces tú aquí?.. ¿y quién te dió permiso de entrar en mi oficina como si fuera un lugar público y de acceso libre?

Intentó no sonar agresivo, mas sus instintos no se lo permitieron. Cada día que pasaba con Jungkook a su lado, trabajando para él, el menor lo retaba de muchas maneras. Siempre lo desafiaba y despertaba en él unas intensas ganas de descubrir qué era lo que le llamaba tanto la atención de aquel empleado que a sus ojos debía ser simplemente eso, su subordinado. Sin embargo mientras más pasaba el tiempo su interés iba creciendo y el hecho de que Jungkook era de armas tomar, despertaba en él su lado competitivo.

Parado en donde mismo quedó al notar la inesperada presecia de su jefe, le dirigió una mirada penetrante que para nada reflejaba respeto o sumisión, mas después e inteligentemente trató de no ser tan.. él — Mis disculpas su majestad.. no sabía que su trono estaba ocupado. Mil disculpas por ser un simple sirviente irrespetuoso que solo trató de hacerle llegar una carta de origen desconocido.. quizás del reino vecino.— expresó con burla, sarcasmos, mas su expresión se mantenía neutra, sin demostrar nada realmente.

Focus on me | VKook (+18)[Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora