Capítulo 9: El amor no esta en mis planes.

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¿Agotado? Lo estaba. Después de aquel encuentro con el pelirrojo, BaekHyun no había conseguido pegar un ojo en toda la noche, tampoco tenía deseos de buscar algo con lo que saciar su sed. Solo estaba ahy dejandose hundir en el suave colchón intentando borrar de su mente los ojos azules del mayor, esos ojos que parecían que lo envolvían en ráfagas de fuego.

—Maldita sea.—dijo el castaño levantando su peso de la cama y acercándose al frigorífico. Ya que no pensaba salir del departamento en busca de comida entonces debía tomar una de las bolsas de sangre guardadas en el lugar.

Después de tomar en sus manos dicha bolsa se sentó en el inmenso sillón que ya comenzaba a molestarle un poco debido a los muelles salidos y a la dureza de este. No era la mejor sangre que hubiera tomado, además que nunca sería igual que tomarla directo de una persona, pero para él, así podía sobrevivir.

—Él lo vio.—dijo mientras sacaba la pequeña cadenita con una figura colgando de ella.—Él también tenía uno, no eran muy diferentes secto en el color. ¿Por qué tenía uno igual?

—Tal vez por el hecho de que el que tú tienes era de Yi Fan y Chanyeol se lo regaló como muestra de su amor.

—¿Qué demonios...?—inmediatamente que intento levantar del sillón sus piernas fallaron dejándolo caer, nada en su cuerpo respondía a sus demandas, se sentía débil y había comenzando a toser. Toda la sangre consumida era expulsada por su cuerpo y más todavía, parecía que no iba a parar.

—Eres duro de lastimar BaekHyun, pero mi odio hacía ti es aún más fuerte y aquí tenemos la prueba.—dijo el rubio saliendo de las sombras de la habitación.

—Sehun...

—¿Qué esperabas? ¿Qué fuera Yi Fan o...tal vez Chanyeol?

—¿Qué quieres maldito?

—Tu muerte, es un precio justo por tú terminar con la de Luhan.

—Yo...—fue lo último que pudo decir luego de sentir como todas las fuerzas de su cuerpo desaparecían y era atrapado por una oscuridad inmediatamente.

—Pensé que nunca se acabaría todo esto. Me has causado problemas, tanto a mí como a Chan, debes desaparecer de una vez por todas.—dijo el rubio mientras le daba vuelta al cuerpo inerte ahora y lo arrastraba hasta otra habitación donde había dejado un ataúd el cuál terminaría haciendo la función de cárcel para el castaño.—Adiós Byun BaekHyun.

Luego de haber acomodado el cuerpo dentro de dicho lugar, cerro este con fuerza hasta sentir como las cerraduras se juntaban hasta que ya no daba paso ni siquiera al aire. Término de asegurar todo el lugar con cadenas y trampas para que en caso de algún intento de huida o rescate ninguna de ellas se llevara con éxito.

***

Llevaba sentado frente a ese piano más de una hora sin moverse, sin hablar, aún jugando con la ensangrentada daga en sus manos dándole vueltas entre sus dedos. El sonido de la puerta siendo tocada fue lo que lo hizo regresar a todos sus sentidos y levantar la vista de sus manos y observar a la figura que se asomaba por las ahora puertas abiertas.

—Entra.—dijo mientras se levantaba y colocaba la daga sobre el fino piano de cola de color blanco.—¿Qué quieres?

—Mandaste a preguntar por Sehun, ¿no es cierto?—dijo el chico de cabellos rizados mientras se dejaba recostar en una de las columnas de mármol del salón.

—Habla rápido Taemin, soy alguien ocupado.

—Sí, lo había notado y ¿no hay nada más en lo que te puedas ocupar que en jugar con esa daga?—dijo mientras señalaba dicho objeto.

—¿Dónde está?

—Con cierto chico de cabellos castaños, ¿crees conocerlo?—el pelirrojo paro de observar las teclas del piano y darse la vuelta para observar los ojos del contrario.

—¿Cómo puedes estar tan seguro? ¿Lo viste? ¡¿Dónde está?!

—Tantas preguntas y sabes mejor que nadie todas las respuestas, pero no le veo el problema. Sin BaekHyun todo volverá a ser como semanas atrás. Solo era un obstáculo.—esas palabras fueron suficientes para que Chanyeol se diera media vuelta y atacará el cuello del menor hasta incrustarlo en una de las paredes de la habitación.

—Yo decido quién es un obstáculo y he decidido de que lo eres tú. 

***

El lugar era lindo, tal como si fuera un sueño, pero nadie dijo que pudiera ser uno de los dulces era más bien uno de los amargos. Para KyungSoo era como si hubiera regresado a sus mejores momentos, los momentos donde existió él.

—KyungSoo...—el mencionado se dio la vuelta con una sonrisa en sus labios y corrió hacia los brazos del chico frente a él.

—JongIn.—abrazó al chico con toda la fuerza que tenía en ese momento.—¿Has estado bien? ¿No ha ocurrido nada cierto?

—Nada me ocurría y nada me impediría el venir a verte KyungSoo.—lo siguiente que supo el chico de labios con forma de corazón es que estos se encontraban siendo aprisionados por los del contrario.

La felicidad de ambos chicos no duró demasiado pues está se vio interrumpida por los sonidos de pasos acercándose a ellos.

—JongIn, ¿quiénes son?

—KyungSoo quédate atrás.—el pequeño hizo caso de las palabras de su amante y se alejó lo suficiente de las otras personas pero sin dejar solo a JongIn.

Todo fue demasiado rápido, ninguno de los dos supo cuando ni como pero cuando ya se habían dado cuenta el moreno se encontraba tirado en el suelo y la sangre brotaba de la herida de su espalda. Herida que había sido hecha por uno de los encapuchados y que ahora se dirigía hacia KyungSoo...

—¡JongIn!—el mencionado gimió de dolor al haber sido volteado por su amante y sus ojos se clavaron en los labios de este, labios que trazo con la llena de sus dedos para después cerrar los ojos y dejar caer la mano sobre su pecho.—¡JongIn! ¡No!

—Traicionaste a tu esposo KyungSoo. Me traicionaste a mí que te lo di todo y te saqué de la pobreza.—dijo uno de los hombres que había salido de detrás de los árboles desde donde hacía semana presenciaba los encuentros de su esposo con otro hombre.

—¿Por qué? ¡¿Por qué lo mataste?!

—¡Cállate!—dijo golpeando la mejilla del pelinegro la cuál se tornó inmediatamente de rojo y que hizo que volvieran a caer lágrimas por ellas y que se sentían arder.—Encárgate de darle una lección pero que no muera. Quiero que sufra el hecho de no poder volver a tener a nadie.—dijo pasando por al lado de uno de sus hombres.

Este se acercó a Kyungsoo y aprisionó sus muñecas a uno de los árboles con cadenas, aplicando la fuerza que nunca había usado en nadie. KyungSoo solo lloraba y forzejeaba intentando liberarse.

—Lo siento tanto.—dijo el hombre quitándose la máscara y mostrando su rostro ante los ojos llorosos del menor.

—Wu Yi Fan...

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Jelou~ ¿cómo habéis estado?

Ahora si empezamos con las mejores partes del fic y espero que ya hayan comenzado a crear sus teorías y estoy dispuesta a leerlas...

Ahora sí, hagamos la pregunta:

¿Ya lograron descubrir el secreto que oculta nuestro Yi Fan?

Déjenmelo saber en los comentarios.

Nos vemos pronto...Bye Bye~

War of Vampire ✟ ChanBaek.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ