Sorpresivo Reencuentro (parte 1)

87 6 3
                                    

Suspiro adormilada.
El tibio resuello que brota de sus labios, resbalando por mi cuello, me despierta, es música para mis oídos. «¡Todo está bien!» recuerdo y sonrío. Y con cuidado después, giro mi cuerpo entre sus brazos, deshaciendo nuestra posición de cucharita en el proceso, y al darle el frente, le estampo un casto beso en la boca, despertándolo.

-¡Hola nena! - suspira, abriendo sus ojos.

-¡Hola, dormilón! - rio, y mientras mis brazos envuelven su cuello, agrego - no quiero que volvamos a pele...

-¡Sssss! - me detiene, silenciando mis labios con un suave roce de los suyos, y al terminar de acariciarlos, murmura - ya todo está aclarado, así que por lo tanto es tema muerto ¿Tienes hambre?

- ¡¿Hambre?!

Por segundos, no sé qué responderle, el único apetito que siento es el que me provoca su atlético cuerpo desnudo enredado al mío, pero de repente, un gorgoreo en mi estómago me recuerda que, soy un ser humano no una máquina sexual, por lo que, le contesto.

- Sí.

- ¿Quieres que vayamos al Hard Rock café?

¿Al qué..?
Ni idea de qué lugar es ese, pero... ¡No importa!
Con un sonrisa asiento, y tras toquetear su nariz con la mía y provocarlo con una significativa mirada de ‟sígueme y hazme lo que quieras" aparto sus manos de mi cintra y salgo escopetada hacia el baño, gritándole en plena carrera.

- El último en bañarse es un huevo podrido.

El divertido eco de su risa, no tarda en seguir el rastro de mi cuerpo desnudo. Y, una vez me da alcance, bajo el copioso chorro de la regadera hace lo que sabe hacerme muy, pero muy bien, darme placer hasta hacerme suplicar, no sé si porque pare o por más y más. No estoy segura.
Una hora más tarde, mi adorado amor está listo, y yo, sigo liada con tanta ropa sin saber qué ponerme. Lo miro. Está de infarto como siempre. Lleva puesto un jeannegro que marca su firme trasero, una camisa de mangas largas azul oscuro y una chaqueta de cuero a juego con su pantalón.
¡Qué sexy!
Se me reseca la boca de solo imaginarlo desnudo.
Él, que no ha dejado de mirarme un segundo, al intuir como siempre la calaña de mis pensamientos, termina de echarse a los hombros la chaqueta y sonriendo con picardía, me propone.

- Señorita Marcano, deje de desnudarme con los ojos y dese prisa que llegaremos tarde, ¿o prefiere que nos quedemos aquí y convertirse en mi cena?

Su propuesta, aunada a su mirada lobuna paseándose por mi cuerpo semidesnudo, disparan mi pulso de manera brusca. Tentada estoy de aceptarla, pero, lo cierto es que me muero de hambre.... ¡Ya habrá tiempo de sobra para jugar a ser su comida después!
Sin poder apartar mis ojos de él, como me ordena, le contesto de lo más sugerente.

- Pues lo haré si usted deja de mirarme como si de verdad fuera su cena, Señor Fernández.

Como imagino, el tonito en mis palabras, atrapa su atención y se acerca a mí con esa expresión depredadora en su rostro de porcelana que me calienta la sangre, y tras darme alcance, rodea posesivo mi cintura con una de sus manos, mientras que con la otra, levanta mi mentón hasta dejarlo a la altura de su boca y me besa, me besa con una docilidad que electrifica a fuego lento todo mi cuerpo. Y, cuando se sacia de paladear el pulposo rosa de mis labios, susurra íntimo sobre estos.

- Con gusto la devoraría aquí mismo de muchas formas que ni se imagina, Señorita Marcano, y créame, son muchas, pero mejor salimos un rato, no quiero que siga tachándome de tirano o controlador.

Y sin más, sonriendo con perversión y tras estirar mi labio inferior de un suave mordisco, me suelta y sale de la habitación, avisándome en plena marcha.

IRREMEDIABLEMENTE ENAMORADOS (Del Odio Al Amor Solo Hay Un Paso) Where stories live. Discover now