Losing You

11. Cumpleaños

Laura

Ross había acaparado la atención de todas las madres del jardín de Maddie, todas hablaban sobre lo increíblemente atractivo que era. Agh.

— Laura, ¿cómo es que no estás intentando conquistar ese adonis? — me pregunta Marissa, una de las madres, mientras observa a Ross hablando con mi papá.

— Eres tan afortunada... — murmura otra, negando con la cabeza.

Sonrío falsamente. — Ross y yo no estamos juntos porque hace unos años se dio cuenta de que era gay. — miento.

— ¡¿Qué?! ¡No! — exclaman.

— Si, se los juro... Tuve casi la misma reacción. Pero lo he apoyado y somos solo amigos, le ha costado mucho asumir su sexualidad y hasta el día de hoy prefiere mantenerlo en secreto. — sigo mintiendo descaradamente.

Joder, estaba disfrutando esto. Aún más al ver la desilusión en sus miradas.

— Si me disculpan... Iré a atender al resto de los invitados. — me excuso y antes de que puedan decir algo, me marcho a la cocina pero me choco con alguien el camino.

— Hola, Laura. — me saluda James, sonriendo.

— ¡James! ¿Cómo estás? Siento no haber podido ir a cenar, Ross está de visita por una semana y prefiero que aproveche a su hija al máximo. Gracias por haberte ofrecido a pagar lo que faltaba para la fiesta de Maddie, realmente.

— Oh, descuida. Lo entiendo completamente y me alegro que Maddie pase tiempo con él, se nota que realmente lo adora. — responde.

— Si, está muy feliz con su presencia.

— Escucha, me preguntaba si, luego de que se fuera Ross, podríamos salir a cenar. — me propone, nervioso.

Estoy a punto de responder, pero Ross me rodea la cintura con sus brazos y le dirige una sonrisa a James.

— Hola, James. Es un placer volver a verte. No sabía que tú eras el jefe de Laura. — lo saluda.

— ¿Se conocen? — pregunto, confundida.

— Si, somos socios. De hecho, tendremos una reunión el lunes. — me comenta James.

— Oh, no lo sabía...

— Ya que venía a Inglaterra, decidí ponerme al día con James. La reunión será mientras Maddie está en el jardín, puedo ir a buscarla y luego te esperamos para ir a cenar. — me propone Ross.

— No sabía que eran pareja. — dice mi jefe.

— No lo somos, es solo el padre de Maddie. — me apresuro a responder.

— ¡Mami, papi, vengan a sacarse una foto! — nos llama Maddie.

— En seguida vuelvo. — le aseguro a James y con Ross nos vamos hacia donde mi padre tenía una cámara en alto.

Tomo a Maddie en brazos y Ross nos abraza a las dos, sonrío cuando toman la foto al igual que ellos dos.

— ¡Oh, serían una familia adorable! — exclama papá.

— Quiero esa foto. — le pide Ross, aún con su mano en mi cintura.

— Por supuesto.

— Maddie, ¿la estás pasando bien? — le pregunto.

— ¡Si! Es la mejor fiesta de todas. Gracias. — exclama.

— Me alegro, cielo... Ve a jugar, debo hablar con tu padre.