23. Verdad

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Últimos capítulos

Ross

No había visto a Laura hace ya tres semanas, nadie sabía nada sobre ella y me desesperaba. Ni siquiera podía ver a Maddie, ya que no sabía dónde estaban.

— Ross, no he encontrado ninguna novedad de Laura... Y tampoco se sabe nada de James. Tal vez están juntos. — me dice Grace, mi secretaria.

— No. James la ha dejado. Pero no entiendo a dónde se pudo haber ido ella con Maddie. Nadie sabe dónde están, y su padre no ha querido atenderme. — le explico, desesperado.

— Ya aparecerán. — me afirma. — De hecho, esta tarde tiene reunión con Marano Companies.

Le doy un vistazo a mi agenda y miro boquiabierto la hora de la reunión.

— ¡Es en media hora! — exclamo. — ¿Sabes si viene Laura?

— No lo sé. Pero no me han dicho los motivos de la reunión, así que debe ser algo personal... — murmura, sonriéndome de lado.

Suelto un suspiro y me froto los ojos. — No te das una idea de cuánto deseo deshacerme de Mary y estar con Laura y Maddie.

— Mándala a la jodida mierda. No sé qué te lleva tanto tiempo, pero una mujer como Laura... Joder, no la dejaría ir. — me aconseja antes de marcharse.

Miro la foto de Laura, Maddie y yo, que habíamos tomado en mi primera visita a Inglaterra, y sonrío levemente. Joder, son la familia que quiero y anhelo.

La puerta suena y quito la vista de la foto.

— Adelante. — ordeno, y en ese momento, entra Damiano a mi despacho.

— Buenas tardes, Ross... No vengo a hablar de negocios, vengo a hablar de Laura. Creo que para los dos, este asunto es más importante.

Mi corazón se acelera. Al fin sabría dónde diablos estaba.

— Si, por supuesto... Toma asiento. — le pido y él obedece. — ¿Sabes dónde está? ¿Qué le ha pasado?

— James y ella terminaron hace tres semanas, y él le dijo que tenía cáncer terminal... No le queda mucho tiempo. Sé que jamás ha sido su intención, pero Laura está hecha un desastre. No come, no habla, no sale de su casa... Maddie se está quedando con Abby, la mejor amiga de Laura, quien ha venido a pedido de James cuando se enteró del estado de Laura. James subestimó el amor de Laura, pensó que iría corriendo a tus brazos una vez que él le dijera todo y se marchara. Laura te ama, Ross, pero también ama a James... Y su situación es una mierda. — me explica y yo lo miro boquiabierto, sin poder creerlo.

— ¿Cuánto le queda a James? ¿No hay nada que se pueda hacer? ¿Puedo ayudar en algo? — le pregunto, angustiado.

James se había ganado mi respeto y cariño. Es el hombre más increíble que he tenido el placer de conocer.

— Ross... Ya no hay nada por hacer...

— Dios... La vida es tan injusta... Tanta gente de mierda, y le pasa esto a él. James soñaba con una esposa y una familia, y no ha podido conseguirlo porque yo me entrometí en su relación.

— Ross, Laura piensa lo mismo y los dos están equivocados... Esto no ha sido culpa suya y no tienen por qué sentirse mal. James sabía la situación y sin embargo se arriesgó. Ha sido feliz, eso es lo importante. ¿Merecía algo mejor? Si, como cualquier hombre de 25 años con toda su vida por delante.

Suelto un suspiro y niego con la cabeza.

— No puedo creerlo... — susurro.

— James me ha pedido que te de esta carta. — me comenta, mientras me tiende un sobre. — Laura está en nuestra antigua casa.

— Gracias, Damiano... En serio...

Él sonríe y se levanta. — Oh, y Ross... Esta vez no la dejes ir. — ordena, antes de irse.

Suelto un suspiro y abro el sobre, había dos papeles. Decido leer el primero, que parecía una carta.

"Ross:

Supongo que a estas alturas ya sabes sobre mi condición, y que mis días están contados. Antes de marcharme, quiero asegurarme de que mis dos tesoros se queden con el hombre que ellas aman y las hace felices, así que le he pedido a gente de mi confianza que investiguen el embarazo de Mary... Creo que ahora no tienes excusas para luchar por lo que amas.
Por favor, dile la verdad a Laura, e intenta ser tú el que se lo diga. Sé lo que has hecho, sé que has rechazado a Maddie cuando Laura estaba embarazada, pero creo que eres una increíble persona de todas formas y que solamente te has equivocado. Espero que ya no cometas errores tan graves como ese en el futuro.
Ross, dales amor y felicidad. Eres todo lo que ellas quieren.

Con cariño,

                       James."

Tomo el otro papel y necesito leerlo una y otra vez para poder creerlo. Jodida mierda.

Mary jamás estuvo embarazada.



Salgo de la oficina furioso. Me hizo dejar ir a Laura, al amor de mi vida, con su jodida manipulación. Llego a mi casa y, afortunadamente, ella no estaba allí.

Me dirijo a mi habitación y tomo mis cosas para meterlas en varias maletas.

No podía creer que me mintiera de esa forma.

No podía creer que he priorizado las necesidades de Mary en lugar de las de Laura y mi hija.

Maddie también necesitaba a su padre.

Finalmente comprendía todo. Había cometido error tras error. Había herido a Laura y a Maddie.

No les di lo que se merecían y simplemente rogaba que no fuera demasiado tarde.

Bajo las escaleras y tomo un papel y un boligráfo, para dejarle una nota a Mary:

"Me marcho a donde siempre he pertenecido."

Suelto un suspiro y sonrío. Finalmente tenía esperanzas, la ilusión de que todo mejoraría a partir de ahora y sería feliz con Laura y nuestra hija.

Finalmente conocería la felicidad absoluta y el amor verdadero.

Esta vez no lo arruinaría.

Losing YouWhere stories live. Discover now