20. Pasado

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Cuatro años atrás...

James

— James, ¿salimos a tomar algo esta noche? — me pregunta Noah, ingresando a mi despacho.

— Noah, no estoy de ánimos.

— Es solamente una mujer, James. Ya encontrarás a la ideal. Hay una chica que quiero presentarte, es amiga de Abby.

— No tengo ganas de conocer a nadie. — le aseguro.

— Pero ella... Te aseguro que te arrepentirás si no la conoces. Tiene una bebé que es adorable, ¿lo mejor de todo? ¡No tiene padre!

— ¡Noah! — lo reprendo, negando con la cabeza mientras río suavemente.

— ¿Qué? Sé cuánto amas la idea de tener una familia, y creo que ella puede ser un principio.

— No puedo, Noah...

— Si, sí puedes. Vamos... Supera a Stacy y conoce a Laura.

Suelto un suspiro y miro la alianza de compromiso en mi escritorio. Le había propuesto matrimonio a Stacy hace un mes y ella me dejó por alguien más.

— De acuerdo... — murmuro.

— ¡Si! Te paso a buscar en dos horas por tu casa. — me informa, antes de irse.


Le doy un vistazo a mi reflejo en el espejo y suelto un bufido. No puedo hacer esto. Stacy había afirmado que me amaba más que a nada y luego me dejó. No estaba listo para salir con alguien.

Mi teléfono suena y atiendo al saber de quién se trata.

— Hola, mamá. ¿Cómo estás? — le pregunto, sonriendo.

— ¿Puedes dejar de mandarnos cada centavo que ganas? Te juro que estamos bien, James...

— Mamá, tú y papá se merecen eso y más. Yo estoy bien. Quiero darles lo mejor.

— ¿Cuándo vendrás?

— Este fin de semana iré. — afirmo y el timbre suena. — Debo irme... Noah me ha concretado una cita con una mujer.

— ¡Oh! ¿Sabes algo de ella?

— No. Es amiga de Abby, la novia de Noah, y tiene una bebé. Se llama Laura.

— Mucha suerte, hijo. Era hora de que empezaras a salir con alguien.

— Si... No lo sé. Tal vez.

— Un día, tendrás una hermosa familia con una mujer que te ame con toda su alma. — me asegura.

Suelto un suspiro y bajo las escaleras. Noah no deja de tocar el timbre.

— Gracias, eso espero... Nos vemos en unos días, mamá. Los quiero. — me despido.

— Adiós, cielo. — responde antes de cortar la llamada.

Abro la puerta de mi casa y Noah me sonríe entusiasmado. Suelto un bufido.

— Hagamos esto... — murmuro de mala gana.

Abby entra al restaurant sola. Miro a Noah con una ceja elevada y él se golpea la frente con su mano.

— Lo siento... — susurra, y va a buscar a Abby.

Tienen una conversación y los dos me miran para después seguir discutiendo. Suelto un suspiro y estoy a punto de marcharme, pero en ese momento me choco con una castaña.

— ¡Lo siento! — exclama y yo la miro boquiabierto.

Es preciosa. Sus ojos marrones, brillosos y profundos, me examinan y una sonrisa tímida decora su rostro.

Losing YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora