Número 18

10 1 0
                                    

Me quedé toda la noche despierta, aunque hubiese fingido estar dormida; Pierre tenía razón y eso me daba unas inmensas ganas de golpearlo. Cuando Dan se quedó dormido, observé su rostro, tan tranquilo y feliz, le había mentido al decirle que para mí hubiera pasado una noche, pues aunque no podía levantarme por el cansancio, había estado consiente cada día, escuchando cada palabra, sintiendo cada pequeña caricia en mi cabello y cada beso que dejó en mi frente.

Levi me había puesto al tanto de lo que sucedió y el porqué de que hubiera quedado en ese coma. Estaba asustada por las respuestas a las preguntas que aún no rondaban por mi cabeza, mi estabilidad mental pendía de un hilo gracias a ello, no entendía del todo lo que sucedía hablando de pasado, presente e incluso futuro, pero sabía que tenía cosas pendientes que hacer, ahora que tenía un par de cosas claras, tenía objetivos nuevos y ya no tenía tiempo de rendirme.

— Te quiero, Dan — acaricié su mejilla y dejé un beso ahí, antes de levantarme.

Salí de la habitación sin hacer ruido y subí a la que compartía con Pierre, parecía que recién había salido de bañar, así que dándole su privacidad, tomé yo mi ropa y me fui al baño sin decir nada. Íbamos a tener un largo camino por recorrer en el cual podría burlarse de mi todo lo que quisiera.

Una vez estuvimos listos, fuimos por armamento y subimos a un todoterreno acompañado de otros dos vehículos que iban a escoltarnos hasta el lugar donde yo sola podría me encargaría del resto.

— Así que lo hiciste, eh — mencionó sin dejar de ver al frente.

— ¿Hacer qué? No tengo idea de que hablas — dejé de jugar con mis uñas y miré por la ventana.

— Oh venga, llegaste muy temprano para haberte acostado con él, así que al menos dime qué lo besaste — iba a responder, pero el aire se me fue del susto.

— ¿Besar a quién? — Levi habló desde el asiento trasero — ¿Qué tal todo francesita?

Pierre parecía estar acostumbrado, cosa que yo no.

— A nadie, no hay nada que contar — ambos se quedaron en silencio.

— Se nota que no paso de un beso, que gruñona — me giré a golpear a Levi con la revista que estaba en el tablero.

No tuvimos inconvenientes para llegar hasta el lugar, dejé a Pierre un poco atrás para que no hubiese accidentes y solo Levi me acompaño hasta la entrada.

— ¿Estas segura de querer ir sola? A mí ya se me revolvió el estómago de sentir a todos los que están ahí — lo miré con cara de 'que nena' pero la verdad es que yo estaba igual.

— No ayudas a que me sienta mejor, genio. ¿Si algo sale mal?

— No entraré a sacarte, ya lo entendí — sus ojos decían lo contrario y lo notó —. Pierre me matará si te dejo ahí.

¿Cómo diablos, Pierre siendo humano logró amenazar a un ángel?

Sacudí la cabeza y rodé los ojos, me armé de valor y atravesé la reja del lugar donde fue la reunión escolar. Me esforcé en evadir el aroma a muerte, pues tendría que caminar hasta el centro del lago. Cree un tipo de protección a mí alrededor para que los demonios no me notaran, para cerrar aquel extraño agujero por donde salían la mayoría de los demonios sin interrupciones.

Caminé hasta el muelle, recordando aquella vez en la que vinimos y Dan me cargó hasta lanzarnos a ambos al agua. Sus rizos mojados no perdían la forma pero se veían más largos, su rostro se veía más terso, pero lo que me atrapó fue su sonrisa que portaba el brillo travieso de un niño al cumplir su travesura.

InsideTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon