𝐒𝐀𝐒: 𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓𝐎 [+18]

✦┆O15: Jungkook

—¿Hay algo que te moleste Jeon? —Preguntó Lisa al ver que no probaba bocado

—No, no es nada.

Lisa asintió con la cabeza y continuó degustando su comida. No lograba comprenderlo ¿Por qué ella se sentía bien con esto? ¿Por qué no podía darme mucho más? En comparación a ella no podía sentirme bien con todo esto, odiaba escondernos de todos.

—En realidad —Dije llamando su atención una vez más.— ¿Por qué de nuevo tiene que ser así?

—Jungkook...

—Si lo sé —Gruñi molesto.— No quieres que nadie nos vea juntos pero déjame decirte que eso a mí no me importa, estoy harto de actuar indiferentes, harto de que cada vez que quiera llevarte a cenar pongas una jodida excusa

—Estamos cenando justo ahora —Realmente debía estar bromeando.— ¿No?

—Ve a tu alrededor Lisa, no hay absolutamente nadie aquí ¿Por qué? Porque antes de poder venir debo rentar el maldito restaurante y que nadie pueda vernos juntos estoy cansado de esto, quiero más... Quiero que tú me des más

—Sabes perfectamente que eso es imposible —Dijo negando con la cabeza.— Tú y yo sólo somos compañeros de cama

Ahí estaba de nuevo esa maldita frase: “Compañeros de cama.”

—¿A dónde vas Jungkook? —Dijo al verme poner de pie.— La estábamos pasando bien

—Tú la estabas pasando bien porque yo no.

Sin darle tiempo de responder me fui de la mesa en dirección al baño de hombres, quería pensar, pensar en la situación en la que nos encontrábamos. Yo, Jeon Jungkook estaba perdidamente enamorado de mi secretaria y lo peor de este asunto es que ella no me correspondía y sólo me veía como sexo disponible las 24 horas.

¿Cómo había pasado esto? Fue desde el primer día en aquella entrevista para encontrar a una nueva secretaria, recuerdo verla entrar agitada con su lindo cabello anaranjado pegado a su rostro debido al sudor.

—Siento mucho llegar tarde —Dijo entre jadeos.— Soy Lalisa Manoban

Desde aquél día terminé enamorado de ella, amaba verla arrugar su frente cada vez que depositaba toneladas de trabajo sobre su escritorio, amaba verla conversar animadamente con sus compañeras mientras sacudía su cabello pero lo que más amaba era aquella sonrisa que me robaba el aliento. Siempre creí que una relación con ella sería imposible, había dejado muy en claro que no estaba interesada en ello y que sólo quería sexo casual. Recuerdo lo molesto que ponía cada vez que cualquier imbécil la recogía del trabajo hasta que un día finalmente la besé. Eso cambió el rumbo de nuestra relación y por un momento creí que estaríamos anunciando nuestra relación ante toda la oficina hasta que ella me bajo bruscamente de mi nueve de ilusiones.

—Yo no busco una relación sería Jungkook. Eso no es para mi, aún así ambos podemos divertirnos, sexo sin compromiso ¿Entiendes?

—Sin amor, sin celos, sin demostraciones en público... Sólo sexo

—Exacto —Me sonrió.— Entonces, lo tomas o lo dejás

Y como un imbécil acepté su propuesta, el sexo con ella era maravilloso pero siempre esperé despertar juntos, abrazarla y nunca soltarla. Llevábamos ya cuatro meses así, amaba estar junto a ella pero me dolía su rechazo, odiaba no poder besarla en la oficina, odiaba sobremanera verla salir con otros hombres y que pudieran hacer lo que yo no...

—Kook —Susurró a mis espaldas.— Por favor mírame —A regañadientes me giré hacía ella.— Perdóname, se que no estás acostumbrado a esto y te entiendo así que podemos acabar con esto si ya estás harto

—¡No! —Exclamé sujetándola de la cintura.— Quiero continuar con esto

—¿Estás seguro?

—Por supuesto —Dije besando sus labios con ternura.— Te quiero...

Y como era costumbre Lisa no respondió a mi confesión y sólo se dedicó a enredar sus delgados dedos en mis cabellos atrayendome más a ella. De un salto enroscó sus piernas en mi cadera mientras yo la sostenía firmemente del trasero sin interrumpir nuestro delicioso beso.

Cada vez que le decía un te quiero no esperaba uno de regreso. Simplemente quería asegurarme de que supiera lo que siento.