𝐒𝐀𝐒: 𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓𝐎 [+18]

✦┆O34: Haerin

Nunca antes había visto a Jimin tan molesto como lo estaba justo ahora, a paso apresurado se acercó a nosotros para sujetar mi muñeca y esconderme detrás de él mientras su hermano no hacía más que sonreír complacido.

—¿Es que no puedo visitar a mi hermanito?

—Será mejora que te largues, no eres bienvenido

—Que lastima —Rió.— La verdad es que vengo por órdenes de mamá

—¿De mamá?

Jae Ha sacó una invitación de su bolsillo y la extendió hacía mi, dudosa la acepté.

—Mi madre hará una fiesta de caridad pasado mañana, ella realmente espera a que asistas. Quería venir personalmente a entregarte la pero le pedí que se quedara en casa y continuara con los preparativos así que me ofrecí a hacerlo por ella.

—No debiste haberte molestado en venir —Gruño Jimin arrebatando me la invitación.— Porque no tenemos pensando ir

—No tomes decisiones que no te corresponden Jiminnie, secretaria Kim haría muy feliz a mi madre si se presenta en el evento.

—Si eso es todo ya puedes irte

Jae Ha sonrió y dió un paso así mi con la intención de besar mi mano pero Jimin lo impidió al cubrirme con su cuerpo.

—La secretaria Kim es incluso más hermosa que Sun Hye —Dijo con diversión.— Tienes mucha suerte con las mujeres

El cuerpo de Jimin se puso rígido ante el comentario de su hermano quién salió de la oficina dejándonos solos. Sin esperarme lo, mi jefe sujetó mi muñeca llevándome a rastras al archivero a pesar de mis quejas.

—Estás lastimando me... Suéltame...

—Escucha muy bien lo que voy a decir —Murmuró empujando mi cuerpo contra uno de los estantes.— No quiero que le dirijas la palabra a ese imbécil, ni siquiera te atrevas a mirarlo a la cara y mucho menos te quedes a solas con él

—Señor Park...

—No me permitiria que él te hiciera daño por mi culpa

Ambos nos quedamos callados, observandonos por segundos que me parecieron eternos hasta que su rostro finalmente se relajó.

—Quiero pedirle una disculpa —Susurró sobre mis labios.— Lo que sucedió anoche, fue una equivocacion

—No necesita explicarme, entiendo que usted...

—No, no lo haces —Me interrumpió.— Nunca he pensando de usted como algo de un solo momento, simplemente estoy cumpliendo una promesa

—¿Promesa?

—Algo que no necesitas saber ahora.

No puse resistencia alguna cuando se abalanzó a mis labios, enrolle mis brazos por su cuello mientras jugueteaba con su cabello y el me sujetaba de la cintura apegando me cada vez más a su cuerpo. Hace tan solo unos minutos me había jurado a mi misma no volver a ceder, por ningún motivo permitiría que otro hombre se burlara de mi pero...

¿No les ha pasado que se prometen una y otra vez no confiar en los hombres, en enamorarse, pero de repente llega un hombre que te trata como si fueras una princesa y te habla bonito todo el tiempo hasta que lo que te prometiste una y otra vez se viene abajo? Esa es exactamente mi situación.

[...]

—¿Secretaria Kim?

—Oh Jinu —Sonreí.— Creí que te habías marchado hace quince minutos

—Estaba terminando un trabajo que me pidió el señor Myung Hoon —Jinu dejó su abrigo sobre una de las sillas y tomó asiento frente a mi.— ¿No irá a casa también?

—Me quedaré un par de horas más, todavía tengo mucho trabajo pendiente al igual que el presidente Park —Señalé el café en mis manos.— Esto me mantendrá concentrada

—Supongo que ese es el duro trabajo de una secretaria

—Exactamente, deberías irte a casa ya es muy tarde

Jinu asintió y se puso de pie tomando su abrigo para después desearme una linda y noche y marcharse como todos los demás. Solté un suspiro y tomé mi taza de café, el reloj marcaban las 7:30 y yo ya me imaginaba saliendo a las once como en ocasiones pasadas. Estuve dos horas corrigiendo y verificando documentos además de que agendar citas importantes que tenía Jimin la próxima semana, odiaba días como estos en lo que tenía muchas cosas acumuladas por hacer que terminaba con un fuerte dolor de cabeza.

—Secretaria Kim —Escuché alguien llamarme.— Secretaria Kim, despierte.

—Cinco minutos más por favor

Sentí alguien moverme con un poco de brusquedad logrando despertarme de mi tan amado sueño.

—Ya es muy tarde, ¿por que no ha ido a casa?

—Pero si sólo dormí por cinco minutos —Encendí la pantalla de mi celular y mis ojos se abrieron al ver la hora.— ¡¿12:48?!

—Parece que durmió más que cinco minutos

—¡Demonios! —Exclamé.— ¿Cómo puede quedarme dormida tanto tiempo?

Me puse de pie rápidamente pero me sentí mareada por un segundo y Jimin me tomó del brazo para no caerme.

—¿Estás bien?

—Estoy bien, sólo me puse de pie muy rápido ¿Se marcha a casa?

—Si y tú deberías hacer lo mismo

—No puedo hacerlo aún debo terminar el...

—Toma tus cosas —Me interrumpió.— Te estaré esperando abajo y más te vale no tardar, sabes que odio que me hagan esperar

Soltó mi brazo con delicadeza y me dejó completamente sola, guardé mis cosas rápidamente y tomé las carpetas para terminarlo en casa lo que se resumía a cero sueño para mi esta noche.

—Muchas gracias por traerme, no tenía que molestarse.

—No es ninguna molestia —Me corrigió.— No podría dejarla sola a tales horas de la noche

—Una vez más gracias —Abrí la puerta del copiloto.— Conduzca con cuidado por favor

Al no obtener una respuesta me giré y caminé hacia mi edificio hasta que su voz me detuvo antes de llegar a la puerta.

—¿Si señor?

—Que tenga... Dulces sueños 

Y sin más puso en marcha su auto dejándome sorprendida, desde que tengo memoria nunca lo había visto decir aquellas palabras, normalmente recibía elogios y buenos deseos pero él no hacía más que quedarse callado y ni siquiera dar un gracias pero... Incluso ahora podría jurar haberlo visto sonrojarse.

No sé porque siento que ya no les está gustando está historia :(