Capítulo 2.

3.3K 336 177
                                    

Era domingo en la mañana mi primera sensación al despertar fueron varios sentimientos que me atacaban al mismo tiempo reprochandome mentalmente y lo que más prevalecía era el pánico de aquellas noticias que resonaban pero apesar de eso por fin mis sentimientos maduraron dandome cuenta que eran verdad las palabras que llegue a escuchar, de el primer amor nunca dura o es un fracaso, justo ahora estaba totalmente de acuerdo, necesitaba está experiencia para por fin sacarme toda esta propaganda que los cuentos de hadas me venían vendiendo desde hace mucho tiempo, deje de meditar mirando mi techo y me levanté para tomarme una ducha impresionantemente me sentía mucho mejor de lo que esperaba y eso era algo que la verdad no pensé que pasaría.

Nuevamente tomé mis medicamentos y me los tome, sentía que no los necesitaba pero sin embargo es una rutina que no puedo dejar y termino muy mal la vez que también me sentía muy bien y las dejé y todo termino mal.

Baje a el comedor y pude escuchar de nuevo la tele volviendo a repetir la misma noticia y ahora entendía por qué generaba paranoia eso, podría decirse que es de lo único que se habla en este pueblo.

- Mikasa tienes planeado hacer algo hoy? - pregunto papá quien parecía que intentaba ganar el juego de solitario.

- tenía pensado salir a dar una vuelta volveré antes del toque de queda.

- no lo sé Mikasa, no quiero que estés sola por las calles.

A papá era al que veía más preocupado ya que el es el que estaba más atento a las noticias y lo entendía pero no quería estar encerrada por el miedo.

- no te preocupes le pediré a Eren o Armin que me acompañen.

No lo veía muy convencido y lo entiendo ya que en estos momentos es víctima de la preocupación y de la paranoia.

- si es así no veo el problema querido - mama le mostró una sonrisa a papá para calmarlo algo que al parecer funciono después volteo a verme - tu padre y yo iremos con tu abuela y estaremos un rato haya así que lleva tus llaves y tu teléfono por cualquier cosa.

Suspire aliviada de que me otorgarán el permiso no me sentía bien el echó de mentirles pero no quiero estar así ya nos habíamos mudado que podíamos hacer más que intentar adaptarnos, desayuné tranquilamente aún escuchando las noticias aún que no les preste atención mi cuerpo estaba ahí pero mi mente estaba en otra parte me levanté y tome mis cosas y un abrigo no sin antes despedirme de mis padres, a papá fue el que lo ví más preocupado solo le quedó sonreírme y esperar a que regresará bien, salí a caminar mirando las bellas casas al rededor hasta que termine llegando a un centro comercial, a pesar de que era un pueblo realmente era muy innovador había cines, bares, centros comerciales y muchas cosas más era demasiado grande incluso para ser considerado un pueblo veía a parejas, familias y niños todo parecía tan cotidiano y feliz que era imposible el de imaginar las cosa que pasaban ahí, camine un poco más y en un televisor que encontraba en un exhibidor dentro de una tienda de electrodomésticos nuevamente se difundía la misma noticia pero está vez le puse más atención y descubrí no había ningún sospechoso, no había evidencia de algo contundente o una pista para sospechar de alguien yo imagine que había alguien pero no, la noticia estaba como el asesino fantasma ya que no dejaba rastro alguno, que pésimo nombre pensé.

Segui atenta a la noticia hasta que escuche a mis espaldas el nombre de Levi Ackerman siendo pronunciado por una mujer mayor y voltee casi por automático ya que por más morboso que pareciera tenía curiosidad de el, era tan escalofriante cómo decían y de verdad parecía tan sospechoso como algunos decían? Pero cuando voltee a aquella dirección no había nadie, incluso la mujer que lo menciono siguió con su vida casi como si hubiera olvidado ese echo.

Deje de darle importancia y continúe mi camino realmente caminando sin ningún rumbo solo dejándome guiar hasta que llegue al parque cerca de mi casa nuevamente me sorprendió la cantidad de gente que había y de que apesar del frío que hacía los niños disfrutaban su domingo; llegué a una banca y tome asiento para mirar con más atención me sentía tranquila pero algo robó mi atención, una silueta demasiado familiar que me fue imposible de ignorar, Eren caminaba felizmente tomado de la mano de una chica de estatura baja y cabellera rubia, veía lo felices que parecían casi como si de un mal comercial se tratara había tristeza en mi ya que por más que haya entendido no quiere decir que aquellas heridas se curarían de la noche a la mañana pero aún así ese no era el sentimiento que me dominaba, inesperadamente era el de la envidia, envidiaba aquella felicidad, envidiaba esa conexión que yo jamás podría tener con el y la lágrima que bajo por mi mejilla no era por Eren era por mi y por lo estúpida que fui idealisandome algo que ahora parecía más un cuento que una realidad y pude haberme inundado en una porquería más de reproches pero me fue imposible ya que alguien se paró enfrente de mi haciéndome que le prestará toda mi atención.

No te enamores de el (Rivamika). Where stories live. Discover now