06》Beautiful eyes

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Jason

Después de casi dos horas de vigilar a Ronald, hace algo sospechosamente interesante. Se dirige a una casa en las afueras de la ciudad, es grande, muy parecida a su actual residencia.

oye, Red Robin, tengo un posible lugar, tal vez quieras venir a verificar.

Comuniqué a través de mi intercomunicador. Creí que tardaría más en contestar.

tal vez quieras darme la dirección, imbécil.— que agradable sujeto.

Después de darle la dirección, apareció un agitado Red Robin frente a mi. Armamos un plan que, básicamente, trata que si alguno ve algo raro llama al otro para no atacar solo. Me gustó ese plan.

Entramos a la casa, estando dentro nos separamos, cada uno revisó un piso. Tim me informó que no había rastro de su amiga-novia, ni de nadie más. Parece que la casa está abandonada.

por aquí tampoco.—dije.—hay que reunirnos en la entrada.

Él contesto de manera afirmativa. Nos vimos en el lugar dicho.

—tiene que estar aquí.—hable.—yo lo ví entrar y jamas salió.

—silencio.—dice Tim, ¿quiere que me callé?

—¿no me crees?

—no, en serio, cállate.—contesta. Escuchó algo. Sé agacha y pega su oreja al piso.—ven, escucha.

Me quito el casco y hago lo mismo que Timothy. Ese grito apenas perceptible. Alaska está aquí. Abajo, para ser exactos.

—¿por qué ella está aquí?—pregunté.
—hicimos un trato, Drake...

—no, tú hiciste una propuesta demasiado idiota y diste por hecho que yo había aceptado.— brama algo molesto.—Alaska nos puede y va a ayudar.

—bien, pero créeme que no la expondré a ningun riesgo innecesario.

Tim iba a responder, pero el grito de alguien más se hizo presente.

—Annabeth.—murmuro Red Robin. Empezó a buscar como loco alguna entrada a lo que creo que es el sótano de la gran casa.

Encontre una especie de palanca debajo de las escaleras, tire de ella y la entrada se hizo visible. Me coloqué mi casco, entré primero y él iba detrás.

Baje los escalones con cautela, había dos guardias-enfermeros pero Tim les disparo un dardo que los hizo caer enseguida. Seguimos avanzando hasta que cierta voz femenina se hizo más fuerte.

—¿qué carajo haz hecho?—reclamaba la chica, quién yo creo que es Annabeth.—¡no tienes idea de lo que es hecho!

Aunque Tim lleva un antifaz, puedo ver la gran preocupación que ocupa su cara. Avanzamos lentamente, hasta que podemos ver la habitación. Sólo hay tres personas dentro: el hijo de puta, el amor de mi vida y la novia de Tim.

—¿cuál es el plan?— pregunta Tim. Me sorprende un poco que me lo pregunte a mí. Quiero decir, soy yo.

—disparale un dardo a Ronald.

Espero que sea así de sencillo. Dispara el dardo. Y si, fue así de sencillo o eso parece hasta ahora. Me quito mi casco, ya no es necesario.

Verifiqué que sea seguro, a mi parecer lo es, Timothy entra a la habitación.

—¡Tim!— grita la chica con gran felicidad. Lo que daría para que Alaska me reciba así de feliz.

Se ve un breve momento a los ojos con Annabeth. Ambos corren a abrazarse, ella da un leve salto y Tim la carga, sus piernas quedan enredadas en la cadera de él. Annaneth esconde su cara en el cuello de Tim. Llora. Ella llora.

Dejo de verlos porque sentí una mirada encima. Alaska tiene sus maravillosos ojos puestos en mi. Le muestro media sonrisa, ella hace lo mismo. Y ahora la observo, sus manos están sangrando, y sus ojos se ven tan rojos como cuando lloras mucho.

Me acerqué a ella.

—¿qué paso?—pregunte viendo sus manos.

—le llaman tortura.—contesta en un tono neutral.

—creí que sanabas rápido.—dije. Mierda, no sé que decir.—debemos irnos, tenemos que curar eso...

—me importa más lo que le hice.—dice viendo a Annabeth.—si Ronald quería que lo hicera no debe ser nada bueno.

—hey, Hood.—habla Annabeth, quién ya dejo de abrazar a Tim.—gracias.

—de nada, niña.

No sé por qué la llamo niña, tiene diecisiete, no es como que sea muy mayor pero tampoco es tan pequeña. Para ser honesto, es muy guapa. Y sus ojos son hermosos, pero no son nada comparados con los de Alaska.

—¿puede quedarse contigo?— me  pregunta Tim.—Bruce no está enterado de esto y...

—se puede quedar conmigo.—interrumpí.—¿nos vamos?

—¿puedo ir?— pregunta Alaska.

—no tienes que preguntarlo.

N.A.

Pasen a leer "Angel in your eyes", historia conectada con Issues.

Cuéntenme, ¿cuáles son sus teorías locas sobre este acto?

1➤ Issues; Jason ToddWhere stories live. Discover now