12》Living with a monster

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Annabeth

Alaska cierra los ojos. Y por alguna razón siento un problema aproximarse. Timothy me ve con atención, como si intentará descifrar lo que pienso. Después de todo él es un detective, y yo un gran misterio que quiere resolver.

Me levante y camine a la terraza, lo de Alaska podría ser tardado y no tengo ni una gota de paciencia.

Luego de unos minutos Timothy llegó hasta mí. Se paró junto a mi, observando la ciudad.

—¿qué piensas de todo esto?— me preguntó Tim. Solté un bufido muy pequeño, pero que él pudo escuchar.—hablo de el asunto de Ronald.

—claro que hablabas de Ronald.— contesté.—además no tenemos otro tema de conversación en estos días.

Nos quedamos callados un rato.

—no haz contestado mi pregunta.—habló luego de mi silencio.

—¿qué quieres que te diga?—pregunté.—¿que odio a Ronald con toda el alma y quiero que muera? Porque sabes que no es así.

—lo sé.—dijo con obviedad.—pero por una jodida vez quiero saber que sientes.

—siento que mi cabeza está apunto de explotar, tengo millones de voces en mi cabeza.—respondí.—todo por culpa de una jodida chica que no para de victimizarse, y lo peor es que nadie lo nota...

—Alaska ha perdido a personas valiosas para ella...

—¿quién no? ¿eh? ¿acaso tú no perdiste a tus padres y luego a tu mejor amigo? —cuestioné molesta.— ¿qué no Bruce perdió a sus padres también? El como reaccionamos es distinto para cada persona y lo entiendo, pero no puedes usar tus pérdidas como justificaciones. ¿o acaso me haz visto pegarle a los hombres porque uno me violo y luego decir "lo siento, es que me violaron"? ¡no! No lo hago.

—Annabeth tran...

—no, Tim, no.—interrumpí.—estoy harta de toda esta situación, sólo estamos perdiendo el tiempo... tiempo que puede estar costándome a mi familia.

La puerta de la terraza se abre, es Jason. Nos ve y parece que se ha detenido a pensar.

—Ha, significa jodido payaso con cabello verde.—dice. — parece que trabaja con Ronald.

Al fin. Algo que hacer. Fuimos a adentro, Alaska parece querer decirme algo, pero el timbre interrumpe. Sentí como todos nos quedamos paralizados, por el terror de que fuera Ronald.

Jason

Me acerque a la puerta con cuidado, con mi arma en mano. Una voz familar habló.

—quiero ver a Alaska.—dijo, ella reconoció su voz. Negó con la cabeza.

—me temó que ella no está a aquí, Ollie.— respondí ya más relajado.

—pues mis ojos me dicen que ella está ahí.—contesta. Ví hacia la terraza, justo en el edificio de enfrente estaba Connor, con arco y flecha en mano.
Él disparo una flecha y aterrizo en la terraza, Annabeth lo observó con atención, lo cual no sé como interpretar.

—pues es una ilusión óptica.—responde Annabeth.—sé sobre ello, señor Queen.

—abre la puerta para comprobarlo.—insiste Oliver.

—no quiero hablar contigo.—sentencia Alaska. —es mejor que vuelvas a Star.

Eso, como era de esperar, sólo hizo que Oliver abriera la puerta a la fuerza. Le apunte con mi arma, pero parece no importarle. Encontró a Alaska con la mirada.

—lo siento.—empezó Oliver.—dejame hablar contigo, será rapido.

Alaska lo pensó por unos segundos.

—está bien, ¿podrían dejarnos a solas?

Alaska

Jason, Annabeth y Tim fueron a las habitaciones, Connor seguía afuera, desde dónde está no se escucha nada.

—¿de qué quieres hablar?

—quiero que dejes esta cruzada personal, Alaska.—dice en tono de orden.—esto podría hacerte daño.

—¿con qué derecho lo dices?—pregunte retóricamente.—¿eh? ¿acaso yo soy la que se disfraza y combate el crimen por las noches?

—esperaba que dijeras eso.—admite Oliver.—y ya tengo una respuesta: no por ser mi hija tienes que seguir mis pasos.

—yo no soy tu hija.—dije con seguridad.—y eso no lo decidí yo, eso, lo decidiste tú, al separme de ti e intentar engañarme.

Oliver me miró, pensando en sus próximas palabras.

—hice lo que hice para protegerte.— se excusa. Ladeé mi sonrisa.

—¿protegerme? —me mofé de aquella palabra tan estúpida. —¡me dejaste viviendo con un monstruo!

—¡yo no sabía que eso pasaría!

—¡pero si mamá te lo dijo!— reclame molesta.—pero tú... nunca la escuchaste. Y cuando lo hiciste ya estaba muerta, ¿por eso me aceptaste en tu vida? ¿por arrepentimiento?

—te acepto porque eres mi hija.

—¿y por qué no hacerlo desde el inicio? ¡lo sabías y te valió una mierda, Oliver!

—¡intentaba protegerte!

—de la única persona que lograste protegerme fue de ti.—conteste.—temporalmente, claro. Tú rompiste mi corazón en mil pedazos, Oliver, confié en ti a ciegas, y me engañaste peor que cualquier persona.

—perdóname.— suplica. Negué con la cabeza.

—los muertos no piden perdón.—conteste con frialdad, aunque una parte de mi quería correr a abrazarlo y perdonarlo por todo.—y por favor, dejame continuar con mis planes, no interfieras, no te informes sobre ellos, no los arruines, así como yo te importaba, ya sabes, sin preocupación por lo que pase con ellos.

—siempre me preocupe, Alaska.—habla con dureza.—siempre estuve ahí aunque ni siquiera lo notarás. Y no creas que me alejaré otra vez de ti, eres mi hija aunque quieras negarlo.

—¿estuviste cuando yo estaba en Arkham? ¿por qué no me sacaste?

—Alaska...

—¿estuviste consolándome cuando mamá murió? ¿te acercaste siquiera?

—yo...

—¿en algún cumpleaños? ¿navidad? ¿mi primer corazón roto? ¿aunque sea una llamada? ¡no! Nunca estuviste ahí, y no importó porque creí que no sabías que yo existía, pero resulta que lo sabías desde siempre, y nunca, jamas te importó. Jamas te importe. Si me hubieras querido proteger me habrías tenido cerca.—estoy luchando internamente por no llorar. Y parece que él también, ¿mis palabras causan algun efecto en él?

—tú ya lo dijiste, te estaba protegiendo de mí. De todos los riesgos que mi "cruzada" trae para las personas que amo...

—yo no quiero escuchar tus pretextos tontos.—interrumpí.—yo... yo quiero que te vayas.

Él asintió y salió del departamento.

1➤ Issues; Jason ToddWhere stories live. Discover now