Bullet in Bite (l.s) [EN EDICIÓN]

Capítulo 30 [✓]

Harry pide otro trago en la barra del bar. Le llevan otra y el alfa sigue bebiendo.

—¿Por qué, Louis? ¿por qué lo hiciste?—lloriquea—Mi bello omega, el que yo creía que era mío, estuve tan cerca de tenerte, eres tan hermoso, tan puro, tan bueno—comienza a divagar—¿Qué creías?—ofende a si mismo —¿Qué te iba aceptar? ¿Qué te iba a escoger? Por favor —bufa—Mírate, eres un fracasado, desagradable y para empeorar todo lo marcaste a la fuerza, ¿Qué caballero hace eso?— su alfa se ofende y comienza ser molesto—Prácticamente abusé de él y lo secuestré, no soy muy diferente a Mr. James— continua atacándose —Ahora Louis debe estar con ese hombre feliz de la vida porque dejé de molestarlo. Maldita sea—golpea la mesa—Para empeorar todo es que Louis es tan bonito— dice entre lágrimas.

Harry toma toda la noche, vomita varias veces pero eso no le impide seguir bebiendo. Una mujer se aproxima a él y toca su ancha espalda—Hola amor—coquetea, a Harry le vale muy poco ese acto.

Harry alza su mirada llorosa—¿Me puedes traer a Louis?—dice débil entre lágrimas.

—¿Disculpa? ¿Quién es Louis?—responde un tanto ofendida.

Harry saca la foto—Mi omega, míralo—lo señala—Es hermoso verdad, mira ahí se ve la bonita marca que le hice —suspira triste.

Ella alza una ceja—¿Y por qué está besando a otro?

Una lágrima cae por el rostro de Harry—Porque no me ama.

Ella lo mira atento—¿Y tú?

Harry suspira—Yo estoy enamorado de él, soy suyo aunque él no sea mío—gimotea y su labio tiembla en una cuchara.

Ella sonríe, pide algo de comer a Harry, lo ayuda alimentarse porque si sigue tomando así y sin comer se va a desmayando. Luego deja que el alfa vuelva a beber.

—Debo irme alfa, cuídate, verás que todo mejorará, sé que sí—toca su espalda en despedida y se va.

Harry pasa ahí la noche hasta que a las cinco de la mañana cierran el bar y tiene que irse. Toma la botella que estaba tomando y sale. Afuera del bar hay una banca, el alfa se acuesta a dormir ahí, como si de un indigente se tratase.

Horas después un policía local lo agita, despertándolo.
  
—Muchacho, ¿estás bien?—pregunta

Harry asiente.

—Debes irte, no puedes estar aquí así, llama a tu pareja o alguien para que venga por ti—saca un teléfono y se lo ofrece al alfa, Harry niega.

—No puedo—dice bajo.

—Pues llama a un amigo, si te quedas aquí, como estas luciendo, te llevaran a la estación.

Harry asiente y toma el teléfono, marcando el único número que sabe de memoria, sin contar el de Louis, al cual por primera vez de su vida no quiere ver, no está listo para verlo.

—¿Hola?—atiende Taylor.

—Taylor—dice Harry bajo y ebrio.

—¡Oh por Dios, Harry! Por fin hay señales tuyas, hemos estado tan preocupados, Louis está vuelto loco, necesitas llamar...

Harry la corta—¿Puedes venir a recogerme?—aclara—Sólo tú, no traigas al omega.

Taylor dudosa asiente, su prioridad ahora es que Harry esté bien.

—Okay, ¿Dónde estás?

Harry indica en cual bar está, la alfa responde que enseguida va por él y cuelga.

Harry devuelve el teléfono al policía y vuelve a tomar asiento, esperando ahora solo, a que Taylor venga.

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