✧Ángel ↦Dillom✧

'02. [Parte 2]

✧Rebecca.

El pelirrojo no se veía bien, entonces lo tomé del brazo y lo ayude a bajar hasta la zona "normal" para después salir al exterior. Nos sentamos en un árbol que tenía como un cercado de ladrillos y Dilan cada tanto se levantaba a vomitar, yo fui a un negocio 24 horas que estaba enfrente y le compré agua, volví a cruzar la calle y dil estaba exactamente en la misma posición de recién, vomitando.

Me acerqué a él, y cuando me vio quiso sentarse pero sobre su propio vómito, así que tuve que empujarlo haciendo que casi, caiga al suelo con él. El pelirrojo sonrió-¿Sos una santa, sabias?-Dijo mirando la botella de agua que tenía en mi mano, se la di.

-No soy una santa, hago lo que cualquier persona haría.-Respondí y obligué a Dilan tomar el agua más despacio para que no vomite de nuevo.

-Tengo una pregunta-dijo dándome la botella, la cerré y lo ayudé a volver a sentarse en el banquito de recién. Asentí para que me haga su pregunta.-¿Porqué te dejas tratar tan mal por Fiama? tenés que hacerte respetar.

-No es que ella me trate mal, solamente que es mi única amiga y nunca fue una mala persona conmigo. Simplemente tiene un carácter, complicado.-Respondí sin ganas de dar mucha atención al tema.

-Si vieras lo que yo veo.-Suspiró apoyando su espalda en el respaldar del banco.

Dilan se estaba quedando dormido, entonces le avisé a Fiama que me lo llevaría y ella me pasó la dirección del pelirrojo, llamé un taxi y lo ayudé a subir.

Cuando bajamos en esa dirección, después de que yo pagara y lo ayudara a subir, el barrio me daba escalofríos, no era una zona bonita, ¿Pero quien era yo para juzgar la zona sin conocerla?

Toqué cada uno de sus bolsillos y él pelirrojo sonrió de manera extraña hasta que di con la llave, abrí la reja con mi brazo libre y después la puerta, lo tiré al sillón y volví para cerrar ambas con llave.

La casa de Dillom no era fea, lo imaginaba viviendo ahí. Las paredes tenían pequeños cuadros con fotos de una familia, y en algunas un niño sólo, suponía que de Dilan se trataba.

Me saqué los zapatos y lo metí a bañarse, con ropa porque no pensaba desnudar al colorado, después lo saqué y lo sequé como pude, busqué ropa limpia por toda la casa y me sentí obligada a entrar a su habitación, me ponía un poco nerviosa.

Entré y la cama estaba desarmada, había un poco de ropa tirada en el suelo y la habitación estaba pintara de azul. La sombra de las cortinas se marcaban en el piso, el cual era de madera oscura. Un mueble con cajones se encontraba sobre la pared con un tubo muy extraño, fotos y demás.

Abrí los cajones y le saqué ropa limpia, la dejé sobre la cama y lo ayudé a entrar hasta la habitación. Solamente saqué su remera y dejé que el resto lo haga él.

Antes de irme, Dilan me agarró de la muñeca y se puso de pié. Su mano estaba helada por el agua tan fría que había mojado su cuerpo.

-Gracias por todo, bequi-sonrió el colorado con olor a alcohol.

-No pasa nada Dilan, cuando me necesites voy a estar.-Sonreí nerviosa.

Él se acercó a mí, y yo sentía que él me besaría. Estaba nerviosa, jamás lo había hecho en mi vida, y no quería que mi primer beso sea con un chico borracho.