'69.||JAMÁS UNO SIN EL OTRO.

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REBECCA!

        MAMÁ cortaba con esmero las papas mientras yo lavaba los platos, mis hermanos menores cuidaban a la bebé de la casa, Emma mientas nosotras estábamos en la cocina. Habíamos hablado de chismes toda la mañana, como hace tiempo no habíamos hecho. Quizás ella sabía lo sola que me sentía últimamente, incomprendida y por eso hacía un esfuerzo para que la sintiera cerca.

—Cuando te fuiste al Sur con tu papá—dijo iniciando el vigésimo chisme de la mañana;—Te perdiste la noticia del momento.

—Mamá, ya pareces las viejas vecinas que se enteran de todo lo que pasa en el edificio—me quejé.

Ella ignoró mi comentario y siguió—la hija de moni, la del tercero b está embarazada—me giré y la mire fijamente con una mano apoyada en la mesada y la otra en mi cintura—Yo no lo pue...—me miró y cerró su boca por mi cara de obviedad, aparentemente su cabeza hizo un 'click' y se rió.—Perdón cariño, a veces olvido que seremos chisme del edificio por nueve meses, los mellizos van a tener cinco años y todavía vamos a ser chisme de primera, ¿No?

—Honestamente, lo que opinen los viejos sin vida de éste edificio no me interesa;—mamá rodó los ojos ya que, siempre que había un chisme ella era la primera en saberlo. Aparentemente la habilidad de olvidar datos importantes la había heredado de ella;—sin ofender, ma.

Ella rodó los ojos y siguió en su trabajo con una mueca divertida plasmada en su rostro, cerré la canilla y me sequé las manos a los costados del pantalón.

—Necesito plata para comprar las cosas que me faltan para el colegio, compraste la mayoría pero tengo que ir a comprar yo una remera por...—señalé mi vientre—también te olvidaste de comprar hojas, me parecen importante las hojas—me reí e hizo un gesto con su cabeza para que agarre la cartera y saque algo de efectivo. La papelería quedaba a pocas cuadras del edificio, lo que me permitía ahorrarme el taxi y guardarme el vuelto.

—Hija, ¿Cuántos meses me dijiste que tenías de embarazo?—preguntó rascándose la cara con el dorso de la mano.

—Dos—respondí mirándola.

—En unos meses hay que arrancar con las compras, y avisarle a tu escuela para que te tengan un poco más de paciencia...—me dijo;—que afortunada, justo el último año que es puro alcohol y joda te venís a clavar con, no uno, si no dos pibes.

Me reí y mordí mi labio inferior con una mueca divertida, sabía que si bien a mamá no la beneficiaba a nadie la existencia de sus nietos, sí era capaz de bromear con la existencia de ellos.

Cerré la puerta después de salir y pedí el ascensor, llegó unos segundos después y por suerte, vacío. Presioné el botón del piso cero y por accidente me vi en el reflejo de la caja metálica. Estaba preciosa, el tamaño de mi pecho estaba creciendo y no tenía nada, absolutamente nada de panza.

Caminé con una alegría extraña que me hacía observar cosas que antes no lo hacía por estar demasiado metida en mí misma, los árboles de hojas rosadas que adornaban las veredas o el cielo celeste que rodeaba la ciudad, me encantaba. Después de entrar a la tienda y agarrar con rapidez las cosas que necesitaba, como hojas o paquetes de lapiceras, agarré una remera un talle más grande que el que usaba generalmente y sin siquiera probarlo, lo metí al changuito que llevaba colgado de mi muñeca. Mientra caminaba y observaba las cosas que estaban a la venta en las góndolas, me encontré con la sección de bebes, vi los baberos azules y los rosas, los vasitos, las mamaderas, la ropa pequeña o la más grande. Me moría de intriga si tenía la terrible suerte de tener una nena y un nene, o dos del mismo sexo.

✧Ángel ↦Dillom✧Where stories live. Discover now