Ice and Fire - Traducción

Girl On Fire

P.O.V CAMILA

Siempre he tenido una vida perfecta, la vida que todas las chicas desean tener. Una familia presente, amigos, popularidad, chicos peleando por mi atención todo el tiempo y excelentes calificaciones en la escuela. Lo que no sabía es que todo eso no pasaba de una gran farsa.

Yo soy Karla Camila Cabello Estrabao. Vivo con mis padres y mi hermanita Sofía en Miami. Mañana cumpliría diecisiete años y no podría estar más emocionada. Siento que muchas cosas cambiarán después de ese gran día. Mis padres están organizando una mega fiesta, a la que asistirán invitados importantes e influyentes. Mi papá, Alejandro, es un empresario muy exitoso y conocido, lo que nos garantiza ciertos privilegios... Como por ejemplo mi ingreso en la mejor Universidad de Miami. Mi padre es un gran amigo del director Hanks, quién ha asegurado de que mi entrada en la universidad ya está más que garantizada y, gracias a mi excelente rendimiento escolar, no tendría problemas.

- CHANCHO, MUEVE ESE GORDO TRASERO DE AHÍ AHORA!

Sentí mi cuerpo chocándose con el suelo duro y frío, teniendo a todos mis músculos gritando de dolor, y entonces constaté... que mi mejor amiga, Dinah Jane Hansen, me despertó a la fuerza de mi dulce sueño. Lo sé, ella realmente es muy cariñosa.

- Ay, Chee! Pero que demonio, por qué hiciste eso? - Me quejé, masajeando mi cuello que estaba palpitando a causa del impacto.

- Como así por qué?! Tenemos clase de aquí a veinte minutos y todavía estás durmiendo!

- Pero no tenías por qué romperme entera, podrías muy bien haberme despertado como una persona normal lo haría.

Forcé mis párpados a que se abrieran, pero luego las cerré de nuevo rápidamente, estaba sintiendo un dolor de cabeza horrible.

- Eso es casi un insulto, Chancho! Tú más que nadie sabe que Dinah Jane Hansen no es cualquiera una.

Esa es mi amiga, siempre muy humilde y modesta.

- Oh, claro que lo sé! - Dije irónica, rodando los ojos sin que ella lo notara.

Me senté en el suelo y maldije Dinah de todas las maldiciones posibles por estar sintiendo tanto dolor en la espalda. Estaba hirviendo, mi sangre palpitaba rápidamente por mis venas y algunas gotas de sudor ya se formaban en mi frente. Seguramente el día amaneció caluroso, como de costumbre.

- No seas debilucha y levántate de ahí! No quieres llegar tarde otra vez, o sí?

Resoplé y extendí mi mano en señal de ayuda para levantarme. Ella miró mi mano y se echó a reír. Cuando se dio cuenta que hablaba en serio, puso los ojos en blanco y extendió su mano para ayudarme. Tan pronto como sostuve su mano, ella abrió los ojos al máximo y se alejó rápidamente de mí, dejándome completamente confundida.

- Por los Dioses... Estás hirviendo de fiebre, Mila! - Dinah constató después de palpar cada centímetro de mi rostro con sus enormes manos.

- Debe ser por el calor nada más, voy a tomarme una rápida ducha y ya verás que me pasará – me libré de sus curiosas manos y me levanté por mi cuenta.

Caminé hacía el baño, sintiendo las gotas de sudor escurrirse por mi rostro. Me desnudé rápidamente mientras jadeaba por el inmenso calor que sentía. Así que me metí bajo el agua helada de la ducha, fue cómo si las llamas que quemaban mis músculos se hubiera apagado por completo. Una oleada de alivio y satisfacción recorrió cada célula agitada de mi cuerpo, haciéndome respirar normalmente y abrir una sonrisa. Ese tipo de accidente "caliente" siempre ocurre conmigo, pero para mí es sólo por el eterno clima de verano que rodea Miami.