Segundo Round?

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P.O.V LAUREN

Pasé todo el día y comienzo de la noche con los ojos hormigueando, ¿y el motivo? Camila Cabello.

Camila no pasó un minuto sin molestarme, y estaba en mi límite. Aun sabiendo que era imposible, mi cuerpo estaba quemando en brasas internamente. El tono blanco no abandonaba mis ojos, y Camila parecía aún más decidida a burlarse de mí. Todos podían notar la gritante tensión sexual que había estado exhalando entre nosotras desde la llamada de Dinah, por ese motivo se empeñaron a burlarse y arruinar cualquier momento que tuviéramos a solas. Pero no podían detenernos para siempre, y en éste exacto momento estábamos entrando en la habitación de la latina después de desear buenas noches a todos.

Cerré la puerta del cuarto y cubrí las aperturas de la madera maciza con hielo, con la intención de ahogar cualquier sonido o ruido y evitar que alguien entrara por alguna razón. También podría hacer eso con las paredes, pero no estaba con paciencia en ese momento y después que eso me daría mucho dolor de cabeza para limpiarlo después.

-¿Qué estás haciendo?

Camila preguntó en un falso tono de inocencia que incluso yo lo creería, si no notara el tamaño de su excitación en su tono ligeramente ronco. Sonreí de lado, algo sádico, y di un paso hacia ella.

- Ahora eres mía, Cabello.

Susurré firmemente, mirando directamente a sus ojos ya oscuros. Sus labios se entreabrieron, y pude ver el cambio obvio en su respiración. Rápidamente, envolví mi brazo derecho alrededor de su cintura y lo apreté fuertemente contra mí. Camila jadeó, y antes de que pudiera decir algo, ya la estaba tomando en un beso abrumador. Mantuve una mano en su cintura y la otra entre los pelos de la nuca mientras sus brazos rodeaban mis hombros. Invadí su boca sin ni siquiera pedir permiso, y fue recibida con gusto por la latina. Su boca caliente y ansiosa ya parecía estar esperándome, embriagándome con su sabor. Nuestros labios se acariciaban con ferocidad, y la falta de aire ya estaba presente. Camila agarró mi labio inferior con sus dientes y echó la cabeza hacia atrás, liberándome de su agarre lentamente.

- ¿Y qué me vas a hacer, Jauregui?

Murmuró desafiante, con las yemas de sus dedos corriendo desde la parte posterior de mi cuello hasta mi columna vertebral. Sus ojos brillaron provocativamente, y me estremecí por entero. Agarré su cabello con fuerza y lo jalé hacia atrás, haciendo que su cabeza se inclinara ligeramente y la dejara totalmente a merced de mis movimientos. Le mordí la barbilla lentamente, sintiendo su pesada y caliente respiración golpear contra mi cara, y rocé mis labios por su mandíbula hasta que mi boca estuvo sobre su lóbulo.

-Te mostraré quién es la grita en ésta relación...

Susurré lo más ronca posible en su oído, y la sentí temblar bajo mis toques. En un movimiento rápido, deslice mis manos por su espalda y la giré, prendiendo sus muñecas con fuerza y pegándola contra la pared como un bandido. El primer gemido de la noche escapó de su garganta, y una sonrisa traviesa pintó sus labios. Alejé el pelo del cuello hasta el hombro izquierdo, pasando los dientes por toda su longitud y dejando besos húmedos en el proceso. Le solté las muñecas solo para deshacerme de su blusa, dejándola con solo un sujetador de encaje negro. Mi cuerpo estaba clamando por ella, pero iba a torturarla hoy de una manera que ella nunca olvidaría, y mucho menos cuestionaría lo activa que soy. Agarré sus muñecas nuevamente y las sujeté contra la pared al lado de su cabeza, rozando mis labios sobre la piel erizada en la nuca.

- Haré lo que quiera contigo, y tú te quedarás bien calladita.

Hablé en voz baja, escuchando su risa invadir mis oídos. Apoyé mis manos sobre sus muñecas y me concentré, viendo algo como esposas de hielo expandiéndose alrededor de los puños de la latina.

Ice and Fire - TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora