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—Quizás fue papá. Aunque no estoy seguro si sería capaz —mencionó casi en un susurro. Veía expectante a su madre sosteniendo la mano de su abuelo, quien se encontraba descansando en su cama.

—Él es capaz de muchas cosas —fue lo único que mencionó. La mujer parecía como si no estuviera en aquel lugar, su mirada estaba enfocada hacia la nada y no había dicho una sola palabra desde que habían ingresado a la habitación, excepto cuando su hijo le sugirió la idea de figurar a su padre como el responsable de la muerte de Dianne.

—Entonces pudo haberla asesinado en rencor hacia la infidelidad de su padre. Solo me cuesta verlo como un asesino, no tenía por qué hacerlo. No era necesario matar a una mujer inocente, él debió haberlo pensado de...

—¡Christopher, por favor! No eres precisamente el indicado para juzgar las acciones de tu padre —los ojos caoba de Celesstine reflejaban un profundo dolor.

Fue un golpe bajo. No esperaba que su madre le gritara aquello con tanto reproche, sabía su mal accionar en el pasado, pero ser recordado constantemente por ello era como tener una estaca atravesada en su mente, mostrándole cada día el peso de su pecado. Su abuelo movió ligeramente los hombros, lo que hizo fijar su vista en él, su madre le ayudó a sentarse sobre la cama con cuidado a medida que Millard estaba recobrando el conocimiento, al ver los ojos castaños de Celesstine, apretó su mano con mayor fuerza, atrayéndola hacia su pecho.

—Yo fui —pesadas lágrimas caían de los arrugados ojos del hombre mayor—. Dianne no merecía morir, yo la quería... Pero no la hubiera cambiado por tu abuela —expresó mirando a su nieto con profundo dolor—. Haberla asesinado fue un trágico accidente, Lucas lo sabe. Él lo provocó.

—Por esa razón nunca se interpuso en el proyecto Aliquam Unione. Durante muchos años me pregunté que sabía Lucas sobre usted que podría acabar con todo lo que ha logrado —de pronto, aquellas imágenes acerca de la ocasión en que Millard se interpuso en el proyecto para salvar a sus nietos y Lucas interfiriendo al amenazarlo, cobraba sentido—. Su esposa no sabía sobre su infidelidad y mucho menos el asesinato de su amante.

—Lucas estaba obsesionado con Dianne, pero ella solo le utilizó en un vano intento por conseguirme —las memorias del pasado volvieron a su mente, cuando Dianne manipuló a un pequeño Lucas con quedarse junto a él si la ayudaba con su padre—. Él me orilló al asesinato.

La escena se tornó algo sórdida luego de aquella confesión. Ahora las dudas al respecto del asesino de Dianne habían cambiado, había sido el mismo padre de Lucas quien asesinó a su amante. No era necesario saber los detalles llegados a aquel punto, estaban seguros que oírlos no cambiaría el hecho. El anciano estaba consciente en que nadie haría un comentario al respecto, así que decidió sincerarse y contarle la verdad a ambos.

—Nunca apoyé que te casaras con él no solamente porque encontraba tu mentalidad distorsionada, sino porque eres idéntica a ella. Veo a Dianne reflejada en ti, si tan solo no tuvieras tus ojos caoba —suspiró acariciando los nudillos de su antigua nuera a medida que rememoraba el rostro de Dianne—. Lucas no te amaba, solo se obsesionó contigo porque le recordabas a su antiguo amor. Uno que él mismo destruyó —no creía que eso le afectaría como lo hacía en estos instantes. El ya no poseer sentimientos románticos por su ex esposo, no quitaba el hecho de que lo había amado—. Probablemente él lo llame amor, pero su concepto es totalmente diferente al nuestro.

La mujer pelirroja se sentía lo suficiente abrumada como para continuar en la habitación, hizo un vano intento de sonrisa antes de retirarse, su hijo estaba a punto de seguirla, cuando su abuelo tomó el antebrazo de Christopher y le pidió quedarse unos momentos con él. Celesstine asintió antes de marcharse, dejando tanto a su hijo como su ex suegro mantener una conversación.

—Ten cuidado de tu madre. Nadie te asegura que ella no te esté utilizando para lograr su objetivo —el ceño fruncido del ojiverde hizo presencia, no comprendía las palabras del hombre canoso—. ¿De verdad crees esa patética historia sobre destruir aquello que tanto le costó alcanzar? No confíes en Celesstine —estaba seguro que su abuelo quería cambiarle de parecer respecto a su madre. Empezó a plantar pequeñas semillas de incertidumbre en la mente del castaño—. Tu padre podría ser Hitler pero tu madre es Mengele, Hitler solo le otorgó los medios y herramientas, la mente maestra era Mengele, quien manipuló y experimentó con personas fue él. Fue su idea, nadie le obligó.

Christopher se alejó rápidamente del lugar, intentando ignorar las palabras de su abuelo. Aunque éstas poseían sentido, no deseaba desconfiar de su madre. Optó por ignorar esas sugerencias, pero antes de llegar a la planta baja, escuchó a su madre hablar por celular en silencio.

—Sí, él confía en mí. No, no me costó conseguir la información, incluso fue más fácil de lo que creí. Ahora llevaremos a cabo el segundo paso de nuestro plan.

Las semillas habían ramificado, expandiendo sus raíces.

¿Realmente podría confiar en ella? ¿Realmente ella le había perdonado el matar a sus hermanos?

Lazos Benévolos © | Libro #15 | SAGA MALDITAحيث تعيش القصص. اكتشف الآن