Jungkook un joven recien graduado, vive en un departamento que comparte junto a su mejor amigo SeokJin, el cual inesperadamente tendría la misión de encontrar la pareja ideal para su amigo, en su desesperada busqueda del amor.
Pero... No todo sucede...
La vergüenza aún lo consumía, incluso si ya habían pasado unas cuantas horas desde aquello, Jin no sabía como Ken aún quería salir con él, aunque lo más probable es que lo haya tomado como una broma, porque al salir del departamento comenzó a reírse, y si era así, pues mejor. ¿Cómo se suponía que podías explicarle al chico con el que llevas saliendo varios meses, que de vez en cuando miras con otros ojos a tu mejor amigo? Y bueno no es como si en momentos SeokJin deseara que Jungkook lo tomase, no, no, no. Lo que el pelirosa aceptaba, era el gran cuerpo que tenía el castaño, tan bien formado y sexy, algo que por supuesto desearía que su futuro novio tuviese, pero ¡porfavor! Jungkook era su amigo desde que tiene memoria, era prácticamente imposible que lo mirara de otro forma (eso en la mente de Jin) o...¿Quizá si?
-¡SeokJin! ¡SeokJin!.- llamaba el rubio al percatarse de que ya no tenía la atención del mencionado.
El pelirosa pestañeo rápidamente para despejar sus pensamientos acerca del tema, que le estaba dando demasiadas vueltas de lo necesario.
-¿Estas bien?
- Sí, ¿por qué no estarlo?.- fingió una sonrisa rápida.
-Si quieres podemos volver a casa,te paso a dejar a tu departamento
-¡¡No!!.- dijo deprisa.
Y era obvio, Jin no quería llegar a su departamento, quería evitar a toda costa darle una respuesta(mas que a sus amigos) a Jungkook, pues este había quedado con la duda de que era lo que, según Jennie, Jin le miraba. Aunque lo más probable es que la pelinegra ya se lo haya dicho, eso no le sorprendería para nada.
-Esta bien, esta bien, no te me alteres.- tomó un poco del refresco que había comprado.- Si quieres vamos al cine.
Eso era lo que necesitaba, perderse unas largas horas hasta que oscurecía, y conociendo a Jungkook, este seguramente ya estaría en su quinto sueño cuando llegase, y se olvidaría de todo.
- Sí, la idea me encanta.
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La noche estaba apunto de llegar, pero ninguno de los jóvenes que estaban en aquella sala, lo sabían, pues toda su atención estaba centrada en aquella película que habían comenzado a ver hace poco. Las chicas se habían apoderado del sillón central que era el más amplio, mientras que los chicos tuvieron que acomodarse en el más pequeño.
- No vuelvo a jugar con lisa.- dijo el moreno tratando de conseguir espacio en aquel sillón.
- Te dije, Namjoon lisa te va a ganar, mejor juego yo. PERO NO!.- se quejo Felix. Realmente estaba incomodo.
La rubia al ver como aquellos dos peleaban y se quejaban por su incomodidad, comenzó a reír. Había sido gracioso el como la chicas habían logrado obtener el sillón grande, todos en la sala optaron por hacer el famoso "juego de la miradas" donde el que pestañeara primero perdería, claro que Namjoon fue el perdedor, no había durado de 1o segundos en aquello.
