Capítulo 8: "No voy a alejarme de ti."

2.6K 113 1
                                    

Canción: "All of Me", John Legend

*Narra Pablo*

-¿Los has hecho tú?- pregunto mientras miro unos retratos que hay encima de su mesa, están hechos a carboncillo en lienzos.

-Sí- dice Valeria sentada en su cama mirándome con impaciencia.

-Están realmente bien- le sonrío sinceramente, la verdad es que están genial, ojalá yo tuviera ese don, el de saber dibujar.

-Gracias- responde mientras oculta una sonrisa, se frota los ojos y se tumba en la cama. Me ha dicho "gracias" y ha sonreído, vamos bien, creo que es el primer gesto amable que tiene hacia mi desde que nos conocimos.

-Me tendrás que hacer uno- Así podría pasar más tiempo con ella. Mierda, ¿que me está pasando? No lo sé, pero no puedo dejar de mirar esos ojos verdes, es guapísima, más de lo que imaginaba, aunque ese carácter hace que pierda puntos...o que los gane.

-Ajam- dice rodando los ojos- ¿de que querías hablar?- pregunta mirando al techo.

-Bueno, antes de que digas nada, déjame contarte todo- ella asiente con mala cara- no me interrumpas mientras te lo cuento- pido con una sonrisa y me siento a su lado en la cama.

-Vaaaaaaaaaale.- dice aunque estoy seguro de que acabara interrumpiéndome, en ese tema es bastante previsible.

-Bueno, desde que te conocí, llevo preguntándome que he podido hacer para que estés tan antipática conmigo- abre la boca sorprendida, como si la hubiera ofendido, a lo mejor lo he hecho, pero no era mi intención. Y ella sabe perfectamente que no es precisamente amable conmigo. -pero luego pensé, que solo te conozco desde hace unos días, así que no me ha podido dar tiempo a cagarla. Aunque nos conocíamos cuando éramos pequeños pero está claro que ahí no empezó el problema.- ella me mira como si no estuviera entendiendo nada, niego con la cabeza.- entonces le pregunté a tu hermano...-me maldigo por dentro nada mas decir esas palabras, Hugo me va a matar- y sé lo de...lo de Mario.- creo que se llamaba Mario.

Valeria se levanta de golpe de la cama, haciendo que su vestido se levante levemente, y veo la ira en su rostro, la he cagado, no tendría que haberle mencionado.

-Vete- dice acercándose a la puerta- tú no sabes nada.

-Sé quien es Mario, y sé lo que te hizo-me acerco lentamente a ella con la intención de tocarla pero se aparta rápidamente, está claro que lo de Mario le afectó bastante.

-No...no lo sabes- su voz tiembla y sus ojos se ponen llorosos. Mierda, no, yo no quería hacerla llorar, no quería hacerla daño.

-Sé que te hizo daño, y es un cabrón por haberlo hecho. Pero no, no todos somos como él, Valeria.

-Vete por favor- abre la puerta de su habitación, mientras una lágrima cae por su mejilla. Me siento fatal por hacerla llorar.

-No- cierro la puerta suavemente- no me voy a alejar de ti, no hasta que dejes de pensar así. Te entiendo, pero que Mario te haya hecho daño, no significa que el próximo hombre con el que estés te vaya a hacer daño, no significa que yo te vaya a hacer daño- dicho esto la abrazo. Rodeo su cintura con mis brazos, y ella nada mas apoyar su cabeza en mi pecho se pone a llorar.

-Me rompió el corazón- susurra limpiándose las lágrimas de su rostro.

-Lo sé, lo sé- le acaricio el pelo.- Quiero que confíes en mi Valeria, quiero que seamos amigos, no estoy aquí para pedirte matrimonio, solo quiero que seamos amigos.- ¿verdad? Ella asiente aunque estoy seguro de que no me va a abrir su muro tan rápido, que me va a costar, pero iré día a día, porque se lo merece. Merece que la cuiden y que luchen por ella.
Ella no deja de llorar así que la llevo a la cama, que está a unos pasos, y la tumbo, ella no me suelta de su agarre por lo que me tumbo con ella. Valeria acaba de llorar delante mía, y me ha contado su punto débil, bueno era un paso, un gran paso.

Nos quedamos cinco minutos abrazados, quizás más o quizás menos, ella con su cabeza apoyada en mi pecho y yo acariciando su espalda, en silencio, pero no en un silencio incómodo, se sentía bien, demasiado bien. Su cabeza sobre mi pecho, y mis brazos sobre su cintura, me gustaría poder parar el tiempo para disfrutar mas de este momento, ya que estaba claro que no duraría mucho.

-Gracias- susurra. Yo tan solo asiento acercándola más a mi.-Una cosa, que aunque haya llorado delante de ti, esto no significa nada, ha sido un discurso muy bonito, pero yo sigo pensando lo mismo.- dice aunque no era necesario, estaba claro.

No puedo evitar reir, esta chica me iba a matar. Pero fue tan bonita la forma en la que se durmió en mis brazos, que no me importaba que me odiara, siempre que no se alejara de mi.

En Brazos de Él (Pablo Alborán)Where stories live. Discover now