Capítulo 28: "El sofá blanco"

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Canción Solamente tú, Taylor Swift.

*Narra Valeria*

El sonido de un móvil hace que abra los ojos. La luz del sol que entra por las ventanas me ciega, parpadeo unos segundos hasta que me acostumbro a la luz de la habitación. Me siento en la cama apoyando la espalda en el respaldo. Lo primero que veo son las paredes azules del cuarto de Pablo, giro la cabeza a la derecha para despertar a Pablo y me encuentro con su lado de la cama vacío, bueno no vacío del todo.

Hay una bandeja con croissants, un vaso de cola-cao, una rosa y una nota. La rosa es negra, lo que la hace bonita y malvada a la vez, como un ángel caído. Al parecer Pablo se ha tenido que despertar pronto para ir a comprarla, ya que cuando la huelo está fresca.

Cojo la nota y leo lo que hay escrito en ella, su letra perfecta ocupa casi toda la nota, noto lo mucho que se parecen nuestras letras: "Buenos días ángel, desayuna y luego sigue la música", ¿Que siga la música? ¿a qué se refiere? Dejo que la pregunta se desvanezca entre mis pensamientos y me pongo la bandeja en el regazo, tengo hambre, mucha hambre, teniendo en cuenta que ayer solo cenamos tarta y champán.

Sonrío al pensar en la noche que tuvimos, miro la pulsera que cuelga de mi muñeca izquierda y cojo el colgante del corazón entre mi dedo índice y pulgar, "él mío, porque estoy completamente enamorado de ti, y te amo" recuerdo las palabras exactas saliendo de su boca, haciendo el momento perfecto, como siempre. No entiendo como no quise tener nada con él antes, está claro que no se parece en nada, absolutamente nada a Mario.

Imágenes mías de ayer por la noche tirándome encima de él en la hamaca vienen a mi mente de golpe, que vergüenza. Al menos no llegamos a hacer nada.

Miro hacia abajo para ver que llevo puesto y veo que mi vestido azul ha desaparecido y ha sido remplazado por la camiseta negra que tanto amo, inhalo su olor a agua fresca, a mar.

Voy a meterme el croissant en la boca cuando el sonido que me ha despertado vuelve a sonar, me doy cuenta de que es el tono de llamada de mi móvil, no sé donde está. Me quedo quieta unos segundos para ver de donde proviene el sonido hasta que me doy cuenta de que está en el bolso, que o acaba de aparecer o yo no había visto, en la mesilla del lado izquierdo de la cama. Saco mi móvil del mini bolso, es extraño que pueda caber algo en este mini bolso, y veo el nombre que aparece en la pantalla. "Papá", genial, aquí está su llamada mensual, un poco tarde, ya que en Julio no se había molestado en llamar, solo en enviar unos cuantos mensajes. Entiendo que una llamada desde Londres sea cara, pero hay más maneras con las que puede comunicarse conmigo. Desplazo el botón verde por la pantalla y me pongo el teléfono en la oreja, dejando el croissant en su sitio.

-Hola papá- digo nada mas cogerlo

-Hola pequeña- dice con un grave acento inglés, supongo que al llevar viviendo allí tantos años se le habrá pegado.-¿Qué tal estas?- pregunta.

-Bien, la mudanza fue bien, y tengo un trabajo en una cafetería al lado de la playa.

-Me alegro mucho, dice tu madre que dentro de nada piensas...- empieza pero le corto.

-Preferiría no hablar de eso.

-Como quieras, he llamado antes a tu casa, he estado hablando con Hugo, pero me dijo que no estabas en casa. ¿Has dormido fuera?

-Sí en casa de...

-¿De Pablo?- muchas preguntas invaden mi cabeza, la primera: ¿Cómo sabe quién es Pablo?- hablo a menudo con tu madre- dice como si hubiera leído mis pensamientos. Sabía que al decírselo a mi madre ya iba a ir contándolo, sé que fue Pablo el que se lo dijo pero al final me hizo un cuestionario de preguntas y tuve que responder a todas, omitiendo cosas.

En Brazos de Él (Pablo Alborán)Where stories live. Discover now