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❝De engaños dolorosos y llamadas desconocidas❞

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De engaños dolorosos y llamadas desconocidas

Los días pasaron lentos para el joven castaño. No se encontraba bien anímicamente, y se le habían ido las ganas de hacer cualquier cosa que implicase salir de su cama.

¿Lo malo? Es que no podía darse el lujo de pasar veinticuatro horas sin hacer nada, porque era un estudiante, que cursaba su último año y necesitaba sacar calificaciones decentes... O eso al menos es lo que decía todo el mundo.

Nah, Jisung también pensaba eso. De hecho, solía pasar los exámenes sin esforzarse mucho, para después darle muchas vueltas a la nota que había sacado, solo para cuestionarse:

"¿Si saqué esto sin estudiar, qué podría llegar a sacar estudiando?"

Una pregunta que siempre se hacía, pero que nunca había puesto ganas en responder. Jisung podía llegar a ser una persona un poco, en ocasiones bastante, dejada, si de estudios se trataba.
Aún así, sus profesores no tenían ninguna queja porque era un gran alumno, y nunca había causado problemas.

Porque esa era otra: Jisung siempre estaba calmado, al menos en clase. Le gustaba atender a las explicaciones, y, cuando no lo hacía, simplemente dejaba volar sus pensamientos y se pasaba horas creándose historias tontas en su cabeza, o dándole vueltas a temas absurdos para pasar el rato.

Mecanismos de defensa contra el aburrimiento al no haberle tocado con su único amigo en clase.

El ruido de un mensaje irrumpiendo el silencio sepulcral de su habitación, lo sacó de su ensoñación, provocándole un gruñido de molestia. Aún así extendió el brazo para agarrar el aparato, leyendo apenas en sus notificaciones el aviso, por parte de Felix, de que le iba a llamar. Casi no le dio tiempo a leerlo cuando el ruido estruendoso del tono de llama que tenía, comenzó a sonar, malhumorándolo con ligereza.

¿Se puede saber por qué no veo tu culo aquí? –Las dulces palabras de su mejor amigo llenaron sus oídos nada más atender la llamada. Ni si quiera saludó.

–Hola, Felix, querido –Respondió con exagerada alegría.– ¡Me pone feliz recibir una llamada llena de buenos deseos por parte de mi mejor, y más bonito, amigo! Estoy de maravilla, muchas gracias por tu interés, ¿Cómo estás tú? –Soltó sarcástico.

He de admitir que me ha hecho un poco de gracia, pero no me deja reírme el estar molesto contigo –Masculló el pecoso, haciendo sonreir al mayor por un día.– ¿Dónde estás? Llevo esperándote quince minutos, y no apareces. De hecho, no escuchó tráfico ni nada desde tu línea. Sigues en casa, ¿Verdad que sí, maldito?

–Estoy triste, Felix, no me juzgues. –Se defendió, frunciendo ligeramente el ceño. Felix no entendía por lo que estaba pasando.

Y yo estoy que me cago de frío, Jisung, estamos en Noviembre. –Se quejó, de vuelta, el menor.– Te diría que no te muevas de dónde estás, porque voy a ir, pero sé que no hará falta porque no te ibas a mover de todas formas. Dudo que te levantes, incluso, para abrirme la puerta.

Wrong number || MinSung Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz