❝-No, número equivocado. Soy Minho, ¿Tú quién eres? ❞
A veces el peor engaño termina dejando muy buenos resultados.
ESTADO: CANCELADA. no borro los capítulos porque sé que os gusta leerlos.
☼ angst, fluff y una pizca de humor.
☼ Minsung como pareja...
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❝De promesas, farsas, y malencuentros.❞
–¿Sabéis qué día es hoy? –la pregunta emocionada, de un Minho ilusionado, llegó a los oídos de sus tres amigos.
Ellos intercambiaron miradas, confusas, e ignorantes de la razón por la cual su amigo estaba tan contento. Miraron la expresión de Lee, y no pudieron evitar fruncir el entrecejo con cierta extrañeza; demasiada alegría para un rostro como el de Lee Minho.
Hyunjin carraspeó, alzando una de sus manos en gesto de que se ofrecía voluntario para responde aquella pregunta. Los tres pares de ojos se concentraron en él, y tras tragar saliva, procedió a modular su respuesta:
–¿Tu cumpleaños? –probó.
Minho hizo un ruidito con la garganta, estupefacto, y ahora la atención estaba fija en su expresión. Changbin lo miraba con cierta duda, Chan con una pizca de curiosidad, y Hyunjin con la emoción de acertar latente en su organismo.
–Estamos a diciembre –recordó el rubio, hablando lentamente, mientras pronunciaba bien cada una de las letras de aquella palabra, para darles tiempo de que se retractaran de esa alocada idea, y se diera cuenta de su error.
Los otros tres asintieron.
–Pero ese es el mes, no el día –continuó Hyunjin, pensando que esa respuesta era dada a la primera pregunta que hizo su mayor–. ¡Feliz cumpleaños! Te invito a un chocolate en tu casa.
–En mi casa –repitió, perplejo.
–Sí, en tu casa. Abro yo, tengo las llaves –sacó de su bolsillo el llavero, mostrando un puñado de estas, cada una para casas distintas. Sus amigos fruncieron el ceño al ver tal cantidad de metales.
Seo extendió veloz su brazo, tomando entre sus dedos aquel llavero, pero sin quitarlo de la posesión de Hwang. El menor se quejó, tratando de apartarlo.
–¡Pero si aquí están las llaves de mi casa! –exclamó Changbin, con los ojos abiertos en sorpresa, y la voz cargada de estupefacion. Sus ojos viajaron hasta el cuerpo de su amigo extranjero– ¡Y de la tuya, Chan!
–Sí, eso ya lo sabía –asintió el mencionado, ya mentalizado de ello. Él fue quien le dio una vez las copias, aunque no pretendía que fuera para siempre.
–Bueno, párate ya ¿No? –farfulló el alto, dando un tirón al manojo de llaves, obligando así que el bajito apartase sus zarpas de ellas, para después meterlas nuevamente en la seguridad de sus bolsillos. Ignoró la expresión ofendida de su mayor, y se centró nuevamente en Lee– ¿Qué quieres por tu cumple?
–Tengo la sensación de que no es su cumpleaños –masculló Chan, interrumpiendo lo que iba a decir el rubio. Minho sonrió suavemente al escuchar eso, siempre supo que podía confiar en Bang–, creo que el suyo es en ¿Octubre? –miró al implicado, ganándose un asentimiento como muestra de que lo dijo bien.
