Wrong number || MinSung

09

❝De respuestas dudosas y fuertes tormentas.❞

El ambiente estaba tenso, y el aire se sentía pesado.

Wonpil miraba a su amigo con cierto pesar, cruzado de brazos, mientras el contrario se encontraba sentado en la terraza de su casa, fumando. Los demás chicos también estaban cerca de ellos, manteniendo una charla sosegada en  una de las esquinas de ese mismo lugar tratando de evitar la oscura aura que rodeaba a uno de los suyos.

Kim soltó un suspiro ruidoso, caminando hacia Taeyang, para tomar asiento a su lado.
En cuanto el cuerpo contrario sintió la nueva presencia, giró su inexpresivo rostro hacia el castaño, esperando imperturbable cualquier cosa que tuviera que decir.

–¿Algún día se te pasará el enfado? –Inquirió, sin dirigirle la mirada, rompiendo ese pesado silencio que rodeaba al pelinegro.– Por Dios, Tae, ya ha pasado una semana de eso. –Expresó, exasperado, dejando caer su cabeza hacia adelante.

Shin no respondió al momento, al contrario, se quedó silencioso dándole vueltas al asunto en su cabeza. Dirigió su mirada al frente, dándole la última calada a su cigarro antes de apagarlo, presionando la punta de este en el suelo. Tras eso, apoyó su cabeza contra la pared, adoptando una expresión molesta.

–Lo sé, y eso solo me hace enfadar más, al comprobar que me sigue afectando –Admitió, soltando un suspiro que fue robado por el viento. El menor lo miraba en silencio, esperando, impaciente, que dejase de reprimir tanto sus pensamientos y comenzase a hablar.– Él estaba con Minho. Podía haber sido cualquiera, pero decidió a Minho. –Escupió, con recelo, apretando los labios en un intento de contener su furia al recordar la pasada noche.

Al rememorar como él se estaba escondiendo. Como se negó a seguirlo. Como prefirió estar con Lee, en vez de con su persona.

–¿Y por qué le das tanta relevancia? No debería importarte, dijiste que Jisung no te gusta –Murmuró el castaño, girando por fin su cabeza para mirar el perfil del mayor, con  la barbilla apoyada en sus brazos, abrazados a sus rodillas.

–No lo hace –Aseguró, con determinación, sin pensarlo si quiera.–, él no me gusta. Pero me jode mucho que ahora se vaya con Minho –Masculló, dando un golpe con el puño cerrado al suelo, lleno de coraje.– Él aseguró que estaba enamorado de mi, lo repitió hasta la puta saciedad. Y resultó ser mentira. Odio que me mientan. –Expresó, separando la cabeza de la pared, mirando al frente con amargura.– Y se va con Minho. Minho siempre me jode la vida, desde niños. Es un jodido dolor de culo. –Apretó la mandíbula, entrecerrando los ojos con rabia al recordar cómo Han se dejaba guiar por el otro chico, sin oponer resistencia.– Pero ¿Sabes qué? Jisung volverá, él lo hará. Y cuando eso ocurra, se arrepentirá de haberse ido con el imbécil de Lee Minho.

Un suspiro sonoro, y una negación de cabeza, llena de decepción, fue la única respuesta que recibió, al instante, por su compañero.

Wonpil admitía que Taeyang, en temas de amor, o incluso empatía, nunca fue del todo bueno. Que su carácter era demasiado impulsivo, y que las cosas que decía, la mayoría de veces, lo hacía sin pensar.

–Tae... Sabes que no me gusta mucho esa forma de pensar que tienes –Murmulló Wonpil. Taeyang solo pudo apretar los labios, escuchando con atención lo que tenía que decir su amigo.–, si no te gusta Jisung, y dices que no es lo suficiente para ti, déjalo en paz. Que esté con quién quiera, no es nada tuyo –Le recordó. Taeyang aspaventó, negando varias veces con la cabeza.– ¿Estas seguro de que no te gusta? –Inquirio, de repente, dudando de las palabras que defendía con tanto furor Shin.