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❝De días improvisados y conocer tiernas criaturitas

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De días improvisados y conocer tiernas criaturitas.

La mañana del domingo se despertó tranquila. El cielo había dejado de estar encapotado, y el viento se había transformado en una amena brisa.

Aún hacia frío, pero al menos se podía caminar por la calle sin el miedo a que lloviera, o el aire arrastrase ramitas, o algún objeto medianamente peligroso.

Jisung se había despertado hacía un par de horas, y desde ese momento había estado con el recuerdo de la tarde anterior vagando por su mente; colándose en sus pensamientos.

El día de ayer terminó bastante tarde. Los tres mayores abandonaron su hogar pasadas las doce de la noche, y hasta ese momento se quedaron junto a Felix y él en el salón, compensando la fatídica película que vieron en el cine poniendo alguna que estuviera en Netflix.

Hasta el momento en el que salieron por la puerta, Jisung se mantuvo junto a Minho, acariciando su cabello, y enredando sus dedos en él. Se mantenía atento a la conversación del resto, pero de vez en cuando esta se concentraba en las rubias hebras del mayor, que reposaba apoyado en sus piernas, sin emitir ni un sonido.

Y es que, después de unos largos minutos, Han se dio cuenta de que Minho había caído dormido gracias a la atención recibida en su cabello. Al menor le pareció gracioso, y como no le incomodaba seguir jugueteando con su pelo, ni que estuviera apoyado en él, lo dejó descansar durante el tiempo que estuvieran en su casa. Jisung no detuvo sus caricias hasta que eso ocurrió. Se sentía bien poder ayudalo de alguna forma.

Y debido a eso, y dándole vueltas al asunto de su mal dormir, Jisung recordó una conversación que tuvo con Minho el día que fue a su casa a cuidarlo cuando estaba enfermo. Lee le había comentado que llevaba viviendo solo muchos años, cosa que, de alguna forma, extrañó a Jisung. ¿Qué clase de padres permitían a su hijo, menor, independizarse? Sin duda, unos muy buenos no.

Pero ese no era el tema por el cual Jisung a la mañana siguiente se despertó pensando en el rubio. Quizás tenía algo que ver, pero no era necesariamente relacionado con eso la razón por la cual, antes de salir de su casa para dirigirse a la plaza en la que había quedado con Felix, sacó el móvil de su bolsillo, y marcó el número del mayor.

No hubo más de tres pitidos antes de que este contestase.

¿Sung? su tono se percibía extrañado. Nunca se esperó recibir la llamada del menor a esas horas, un domingo, pero extrañamente le había sentado bien ver el nombre de Han en el identificador de llamada.

–Hola, Minho –saludó el castaño, dejando que en sus labios se contorneara una sonrisa al escuchar su voz.

Hey... hablaba de forma dulce sin darse cuenta– ¿Pasó algo? Se me hace raro que me estés llamando de la nada... ¿Necesitas ayuda?

Wrong number || MinSung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora